El rostro de Miley ardía de placer. Luchaba contra el rubor que le provocaba aquella postura, contra la curiosidad y el deseo. Poco a poco. Nick le fue levantando las caderas e hizo lo que había querido hacer. En el momento en que tocó la parte más sensible de su cuerpo, el cuerpo de Miley se echó a temblar. La idea de mantener el control resultaba inconcebible.
Nunca antes había imaginado aquellas sensaciones. Iba de oleada en oleada de placer. Sentía que el deseo iba creciendo en ella. Gemía, jadeaba y se movía bajo los labios de Nick. Cuando estuvo muy cerca de alcanzar el placer total, su esposo se le colocó entre los muslos y la penetró con delicadeza.
De repente, Miley alcanzó la cima del placer. Al sentir que su firme masculinidad se iba abriendo paso a través de ella, su mundo explotó en mil pedazos, pleno de sensaciones multicolores. El éxtasis que ardió dentro de ella la abrasó en una explosiva oleada de placer.
—¿Te ha gustado? —le preguntó Nick, mientras la besaba dulcemente minutos después para darles tiempo a sus cuerpos para que se recuperaran.
—Ha sido increíble...
—Espero que sí te lo puedas creer, bella mía, porque vamos a tener una luna de miel extraordinaria.
A la mañana siguiente, Miley descubrió que levantarse de la cama resultaba mucho más que un desafío. Se sorprendió mucho al descubrir la energía de la que parecía disponer y la agilidad con la que se levantó de la cama.
Sin embargo, la urgencia que sentía por tener a Timothy entre sus brazos pudo más que el cansancio. Como Nick le había prometido, sus maletas estaban ya en la mansión, por lo que se vistió rápidamente. No obstante, Nick la obligó a desayunar como si tuvieran todo el tiempo del mundo.
Cuando llegaron al aeropuerto, Timothy se puso como loco al ver a su madre. Sarah le confió que el pequeño había pasado una noche algo agitada y los ojos de la joven madre se llenaron de lágrimas. Para compensar a su pequeño, lo abrazó con fuerza. Solo fue consciente del escrutinio de su marido minutos más tarde.
—No me permitas que te vuelva a hacer eso.
—¿El qué?
—Timothy no ha podido dormir bien por no estar contigo y tú no has podido llegar aquí lo suficientemente rápido para ver a tu hijo. No sabía lo que esta ausencia suponía para ti. ¿Por qué no me dijiste nada?
—Solo era una noche. No quería estropear las cosas.
—Acabas de hacerlo. Sarah me ha dicho que el niño estuvo inconsolable durante toda la noche y que tuvo que llamar al médico para asegurarse de que no le pasaba nada más. Timothy no puede pasar sin ti mucho tiempo. Sin embargo —añadió, con una hermosa sonrisa—, yo tampoco podría haber pasado anoche sin ti, bella mia. Tal vez tengamos que encontrar algún modo de dividirte en dos partes
Dos dias después, mientras estaba tumbada sobre una plataforma sobre la laguna, Miley acariciaba suavemente la transparente agua entre los dedos.
Le parecía que las Maldivas eran un paraíso terrenal. Aquella laguna estaba rodeaba de una profusa vegetación y el cielo era de un intenso color azul, sin nubes. La arena de la playa era blanca y se mezclaba con el azul turquesa del mar. Su magnífica villa estaba en una pequeña isla para asegurar una intimidad total, aunque Nick la había informado de que había lugares más habitados a muy poca distancia.
—¿Qué es tan fascinante? —le preguntó Nick, mientras se agachaba a su lado.
—La laguna es como una piscina gigante. Me hace recordar cuando yo era una niña y mi tía me llevaba a la playa.
—¿Y no tus padres?
Ella se incorporó y miró a su marido. Solo habían pasado tres días de su luna de miel, pero el corazón seguía latiéndole con la misma intensidad cada vez que tenía a Nick cerca.
—Mi padre no podía alejarse nunca de la granja.
—Debes de echar mucho de menos a tus padres.
—Sí, pero espero que ya no será por mucho tiempo.
—No te entiendo.
—Cuando llevemos casados un par de meses, se lo diré a mis padres y entonces podremos ir a visitarlos, De ese modo, no harán preguntas incómodas sobre cuánto tiempo llevamos casados.
—Entonces, ¿tus padres están vivos?
—¿Y por qué no lo iban a estar?
—Había creído que habían muerto. Cuando nos conocimos, me dijiste que no conocías a nadie.
—¡Pero no te dije que estuvieran muertos!
—¡Ni siquiera hablaste de la posibilidad de invitara tus padres a la boda! ¿Cómo no iba a pensar que habían fallecido?
—Mis padres sufrieron mucho cuando me quedé embarazada. Me enviaron a vivir con una tía que tengo en Manchester. Se suponía que yo debía dar a mi hijo en adopción y luego regresar a mi casa, pero cuando nació, no pude hacerlo... Así que me quedé sola.
—¿Cuándo hablaste con tus padres por última vez?
—Una semana después de que Timothy naciera, pero les he escrito en varias ocasiones para decirles que estaba bien.
—¡Pero si eso era mentira!
Miley decidió no prestar atención a aquel comentario.
—Nunca les di ninguna dirección, porque no quería que sintieran que tenían que implicarse en mi vida. Yo ya había tomado mi decisión.
—Y fue la correcta —susurró Nick, tomándola tiernamente de la mano.
—Hasta hace poco, no me lo pareció. De hecho, creía ser la madre más inútil que había existido nunca.
—Tuviste muy mala suerte.
Miley miró los hermosos ojos de Nick. Casi sin que se diera cuenta, se encontró entre sus brazos y enseguida, él empezó a devorarle los labios con apasionado apetito. El corazón de ella empezó a latir a toda velocidad, sorprendida por aquella demostración de afecto
—Creo que deberíamos refrenar la pasión, querida. Podrías estar embarazada.
—No lo creo —respondió Miley.
Aquella mañana había tenido un fuerte dolor de cabeza, lo que normalmente iba asociado con la inminencia de su periodo.
—¿Por qué?
—Simplemente lo sé...
—Pero no lo supiste cuando Timothy, ¿verdad?
—Creo que no quería saberlo.
—Espero que ese no sea el caso con mi hijo...
—¿Cómo puedes pensar eso? Sin embargo, creo que sería mucho mejor para todos que no estuviera embarazada tan pronto... La gente empezará a levantar habladurías si tenemos un hijo con menos de nueve meses desde la fecha de la boda —comentó Miley. Al oír aquellas palabras, Nick hizo un gesto de completa indiferencia—. Tal vez a ti no te importe, pero yo no fui muy feliz cuando estaba embarazada de Timothy. Si tengo otro hijo, me gustaría que fuera diferente. Me gustaría sentirme orgullosa de estar embarazada y no sentir que el resto de las personas me juzgan a mis espaldas.
—Entiendo que quieras que sea diferente, pero lo que sea, será.
Miley no pudo evitar pensar si Nick quería realmente que ella hubiera concebido un hijo suyo. Estaba casi segura de que no era así, pero no pudo evitar pensar que tal vez se hubiera casado con ella por creerla en estado. Aquella misma tarde, le bajó el periodo. Estaba acostando a Timothy cuando le dijo a Nick que no iba a haber niño.
—Es demasiado pronto para ti, tesoro mío —dijo él, tras dedicarle una tierna sonrisa—. Deberíamos esperar hasta que Timothy sea un poco mayor.
—Sí.
A pesar de todo, Miley no pudo evitar sentirse algo decepcionada. Sentía que un hijo sería algo que Nick recibiría con mucho alborozo.
De todos modos, Miley sentía que el mundo en el que vivía no era real. Aunque se había esforzado mucho por esconder la inseguridad que sentía en ocasiones, no podía evitar sentir miedo de que todo aquello se le arrebatara. Si hubiera estado embarazada, tal vez se habría sentido más segura, aunque se avergonzó enseguida de aquellos pensamientos.
Miley observó a Nick mientras este saboreaba el pastel.
—Esta delicioso. ¿Cómo se llama?
—Es el pastel de manzana típico de Somerset.
—Eres una cocinera estupenda.
—Empecé a aprender cuando tenía cuatro años. La habilidad para preparar dulces es un motivo de orgullo en las comunidades rurales —le explicó Miley, sentada sobre la cama—, aunque si quieres que te diga la verdad, he de decirte que mi madre me estaba preparando para el hijo del vecino. Le parecía que Robert era maravilloso, pero yo no era de la misma opinión.
—¿Le gustabas tú?
—Bueno, creo que le gustaba todo lo que fuera de género femenino. Estaba saliendo con una de mis amigas cuando yo me marché de casa, pero los padres de Robert no aprobaban la relación porque ella era una chica de ciudad.
En aquel momento, el teléfono que tenían al lado de la cama empezó a sonar. Nick contestó inmediatamente. Lo escuchó atentamente mientras hablaba en griego y durante aquellos minutos lo miró llena de amor.
Llevaban casados exactamente veintiún días y ya no podía imaginarse la vida sin Nick. Ni siquiera podía entender cómo podía haber vivido veinte años en el planeta sin su compañía. Para ella, Nick era perfecto. Resultaba entretenido, listo, cariñoso... La mimaba hasta volverla loca. Siempre le estaba comprando montones de cosas que ni siquiera necesitaba. Además, la introducía a nuevas actividades, con lo que, de uno u otro modo, casi todos los días tenían algo de especial. Además, Timothy lo adoraba.
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Chica/os: Ya fin del maraton, espeor que les haya gustado las uqiro mucho mucho espero que les valla muy bien en la escuela y que sean unas niñas muy muy buenas con las mejores calificaciones, xdd las quiere
Varyy
me encantoooooooooooooooooooo♥
ResponderEliminarmuy lindos los capis del maraton
n,n
esta super geniall...lo ame..espero el otro con ansia..
ResponderEliminarAwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww wl maraton eztuvo ermozo
ResponderEliminarTodoz loz qap!!
Ermozizimozzzzzzz
Zigo...