jueves, 21 de abril de 2011

"La petite amie enceinte" Cap.1 HOT

¿Qué diablos llevas en la cabeza? - preguntó emilI roberts tras apretar el botón para llamar al ascensor de servicio.- Es para que no me caiga polvo en el pelo - contestó mils llevándose una mano al pañuelo de flores.

- ¿Y desde cuándo eres tan puntillosa? suspiro suspiró y decidió ser sincera con la buena mujer:

-Hay un tipo que suele quedarse a trabajar hasta tarde en mi planta y... bueno... es... -¿Se hace notar demasiado? -volvió a progenitor emili sin sorprenderse, con un gesto de desaprobación. miley podía atraer la atención de los hombres en cualquier circunstancia. Era menudita y esbelta, joven, con un cabello de un castaño claro natural que brillaba como la plata y ojos azules enmarcados por inesperadas cejas y pestañas negras-. Apuesto a que está convencido de que con una humilde mujer del servicio de limpieza como tú es cosa



hecha. ¿Es joven o viejo? -Joven-contestó miley dejando que emili pasara delante en el ascensor-. Y te aseguro que está acabando con mi paciencia. He estado pensando en contárselo al supervisor. -No, hagas lo que hagas no lo hagas oficial, miley- se apresuró a recomendar emili con una mueca -.Si ese cerdo trabaja hasta tarde es que es una persona importante. Y seamos sinceros, miley de ti pueden prescindir mucho más que de cualquier ejecutivo. -¿Acaso crees que no lo sé? Seguimos viviendo en un mundo de hombres.

-Pues ese tipo debe de ser bastante insistente cuando está acabando con tu paciencia... Escucha, haz tú mi planta esta noche y yo haré la tuya. Así por lo menos te tomas un respiro.



Quizá más adelante alguien quiera cambiar definitivamente de planta contigo.



-Pero no tengo permiso para subir a limpiar la última planta -le recordó . -¡Va, no te apures por eso!



-exclamó emili sin darle importancia-. ¿Para qué va



a necesitar nadie un permiso especial para abrillantar un suelo y vaciar una papelera? Ahora, eso sí, si el agente de seguridad se da una vuelta justo cuando estás tú apártate de su vista.



Si puedes, claro. Algunos de esos sujetos serían capaces de incluirnos en su informe. Y no te atrevas a traspasar la puerta doble que hay de frente.



Es la oficina del señor jonas , y está prohibido entrar allí, ¿de acuerdo? miley sonrió agradecida mientras emili empujaba el carrito con los utensilios de limpieza para salir a la planta que normalmente limpiaba ella. -Aprecio mucho tu gesto, emili .emili nunca había estado en la planta superior del edificio jonas Intemational.



Al salir del ascensor de servicio se dio cuenta de que era distinta de las plantas inferiores. Nada más dar la vuelta a la esquina vio, a su derecha, una lujosa y enorme área de recepción.



Más allá de ella todas las luces estaban apagadas, pero a pesar de todo pudo ver una impresionante pareja de puertas en la penumbra.



Sin embargo, al mirar a la izquierda, al fondo del corredor había otra pareja de puertas idénticas.



miley hizo una mueca y supuso que la parte en penumbra, más cercana a recepción, albergaba la oficina prohibida. Decidió comenzar a trabajar por el fondo para ir acercándose al ascensor y se relajó.



Estaba encantada con la idea de que justin Bolton no fuera a interrumpirla aquella noche con sus monsergas.



Llevaba unas zapatillas de lona que no hacían ruido. Abrió la puerta doble y cruzó toda la habitación para vaciar la papelera. Entonces se dio cuenta de que la oficina contigua estaba ocupada. La puerta estaba entornada, y de ella salían inequívocas voces masculinas.



Por lo general en un caso como aquél miley hubiera anunciado su presencia, pero tras la advertencia de emili decidió que era más inteligente retirarse en silencio. Lo último que deseaba era causarle problemas a su compañera.



Justo cuando estaba a punto de salir escuchó pisadas que se acercaban por el corredor desde la zona de recepción. Aquello le produjo casi un ataque al corazón. Sin pensar siquiera en lo que hacía se escondió detrás de una de las dos puertas.



El corazón le latía acelerado. Las pisadas fueron acercándose, y de pronto se detuvieron justo al Iado de la otra puerta. miley contuvo la respiración.



En aquel silencio pudo escuchar palabra por palabra la conversación que aquellas dos voces masculinas mantenían en la oficina contigua: - ... así que mientras yo siga fingiendo que me interesa comprar Danson Components la Palco Technic se mantendrá igual -murmuraba una voz satisfecha-, pero en cuanto se abra la bolsa el miércoles por la mañana moveré pieza.



miley escuchó cómo el intruso, cuyas pisadas había oído, contenía el aliento. Era una estúpida. ¿En qué diablos había estado pensando? El carrito con los utensilios de limpieza estaba fuera, delante de la puerta, como prueba evidente de su presencia.



Sin embargo el intruso ni avanzó ni entró en la habitación. Para sorpresa y alivio de miley volvió sobre sus pasos por el corredor con mucha más cautela de la que había entrado.



miley volvió a respirar de nuevo. Estaba saliendo de su escondrijo, de puntillas, cuando la puerta de la oficina contigua se abrió apareciendo un hombre tremendamente alto de aspecto alarmante. miley se quedó helada, se ruborizó y abrió inmensamente los ojos azules . Unos ojos más negros que el ébano la miraron desafiantes y agresivos.



-¿Qué diablos estás haciendo tú aquí? - gritó incrédulo e irritado el hombre de ojos negros.

-Ya me marchaba...

-¡Estabas detrás de la puerta, escuchando! -arremetió de nuevo lleno de ira.



-No, no estaba escuchando -contestó miley atónita ante tanta agresividad.





De pronto lo reconoció y se puso completamente tensa. Nunca lo había visto antes, pero había un enorme e indecente retrato de aquel tipo en el vestíbulo de la planta baja. Aquella foto era el blanco de numerosas bromas y comentarios femeninos. ¿Por qué? Porque nick jonas era terriblemente atractivo. nicholas jonas , conocido popularmente como nick era el millonario griego, despiadado y falto de escrúpulos, que dirigía la jonas lnternational. De pronto miley comprendió que se había confundido de puertas y se sintió enferma. Su empleo y el de emili estaban en la cuerda floja. Tras nick
jonas apareció un hombre mayor de pelo cano. Al verla frunció el ceño y sacó un teléfono móvil.
-No es la mujer que limpia siempre esta planta, nick, Voy a llamar a seguridad de inmediato.
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Chicas: Primer capitulo de otra novela adaptada de Lynne Grahman una exelente escritora que me encanta, bueno esta nove tambien me fascina muchismo, estos dias han sido de locos, bueno quiero comunicarles que si seguire love, friends, sex or money? en las vacaciones de invierno, ya que si no me envian muchas tareas me ire unos dias si dios quiere a la casa familiar en el sur y bueno ahi me relajare y escribire, estos dias en las clases de la nada se me vienen ideas y las escribo en cualquier pedaso de hoja que encuentro y es impresionate, me aislo, en el lugar donde estudio, encontre un lugar como secreto que es muy relajante y solo lo conosco yo y es increible *_* porque ahi em voy y me pierdo por un rato escribiendo y luego mis migas se vuelven locas biuscandome <3, oh se me habia olvidado, cantare karaoke en mi coelgio y etsoy nerviosa e insegura con migo misma sobre mi voz, solo alguna spocas personas me han escuchado de verdad cantar y les ha gustado pero nose D:...ya me voy ire a descansar un rato para de hai hacer las jodidas fichas -.- las amoo <3

lunes, 11 de abril de 2011

"Ελληνικό Πάθος" Cap.21 HOT FINAL

—¿Cómo... cómo me has encontrado?
—Saber que estabas aquí me resultó fácil. Desgraciadamente, había perdido ya dos semanas, pensando que seguramente estarías en Londres y que habrías encontrado un trabajo. Bueno, ¿me vas a invitar a pasar?
Miley se sonrojó y dio un paso atrás.
—Ten cuidado con las puertas. Aquí son más bajas.
Nick no dejaba de mirarla, con una gran intensidad. Seguramente se había fijado en el descuidado aspecto que presentaba, con el cabello revuelto, unos viejos vaqueros y una sudadera más vieja todavía. Por el contrario, Nick estaba tan atractivo como siempre, como unos vaqueros negros, un jersey color crema y una cazadora negra.
—Parece que tienes dieciséis años...
Juntos entraron en la cocina. Por la ventaba, Miley vio que había un reluciente Ferrari aparcado a la puerta de la granja.
—¿Cómo has conseguido subirlo hasta aquí?
—Con mucho cuidado. ¿Cómo pudiste marcharte de aquel modo, dejando nuestra casa y llevándote a Timothy de esa manera?
—No me resultó muy difícil después de lo que tú hiciste en la fiesta —replicó ella.
—Ya veo que no confías en absoluto en mí.
Miley guardó silencio. Su experiencia con los hombres no le había enseñado a confiar en ellos. Con Nick había vivido el día a día, pero segura de que tarde o temprano él le partiría el corazón.
—Supongo que quieres que te hable sobre Selena... De acuerdo. ¿Por dónde quieres que empiece?

Miley lo contempló atentamente, por primera vez desde que había llegado. Notó que los rasgos parecían estar más afilados, como si hubiera perdido peso. Le agradó ver que parecía arrepentido y contrito. Evidentemente, la vida con Selena no era un camino de rosas.

—Dios mío.... Tal vez debería haber ensayado esto primero —susurró—.Selena y yo teníamos una relación casi a distancia. Había veces en las que pasábamos más de un mes sin vernos. Su profesión le llevaba mucho tiempo y tenía que viajar por todo el mundo y a mí me pasaba lo mismo. De hecho, creo que he pasado mucho más tiempo a solas contigo de lo que pasé con ella. Cuando estábamos juntos, casi nunca estábamos solos. Cuando menos la veía, más creía que la amaba... Me ha llevado mucho tiempo darme cuenta...

—¿Darte cuenta de qué?
—De que, en realidad, no conocía a Selena. Lo que había entre nosotros era puramente superficial, pero me habría casado con ella sin darme cuenta.
—Entonces, ¿qué te hizo cambiar?
Un ligero sudor había empezado a cubrirle la frente. De repente, se puso pálido como la muerte.
—La noche en que te conocí, había entrado a hurtadillas en su apartamento para esperar a que llegara. Selena no me esperaba... Yo quería darle una sorpresa. Cuando regresó, no lo hizo sola.
—¿Había un hombre con ella?
—Creo que necesito una copa.

Miley habría querido envenenarlo en aquellos instantes. ¿Había perdonado a Selena por serle infiel con otro hombre? Le sirvió un poco de brandy del que sus padres guardaban para las ocasiones especiales. Nick se tomó la copa de un trago.
—Te lo debería haber contado hace semanas, pero no quería hablar al respecto. No estaba con un hombre... estaba con una mujer.
Miley se quedó estupefacta. Nunca se habría imaginado a Selena en aquel contexto.
—¿Estás hablando en serio?
—Sí. Estaban haciendo el amor.
—Oh...
—Le prometí que no se lo contaría a nadie, pero he de admitir que no fue esa la razón por la que guardé silencio. Me sentía traicionado, humillado, sexualmente y en el resto de los sentidos. La mayoría de los hombres se consideran como buenos sementales. Cuando te enfrentas a una escena como esa, con la mujer con la que has pensado casarte, resulta demoledora. De hecho, dudo que Selena me fuera fiel mientras estuvimos juntos.

—Entonces, ¿qué sigues viendo en ella? Estás describiendo una situación que la mayoría de los hombres no podría perdonar.
—Selena está pasando un mal momento en la actualidad. Tendría que ser un verdadero canalla para pasar de largo. ¿No te diste cuenta de lo que ocurrió en la fiesta? Lily me suplicó que la sacara de la casa...
—¿Que Lily, la anfitriona de la fiesta, te lo suplicó?
—A aquellas alturas de la fiesta, el hombre que había aparecido con Selena en la fiesta ya se había marchado, probablemente avergonzado del comportamiento de su acompañante. Estaba hasta arriba de droga....
—¿De droga?
—Lily la sorprendió tomando cocaína y le pidió que se marchara, pero Selena se negó. Frank y Lily perdieron a su hijo por culpa de la heroína hace un par de años y Lily sigue muy afectada. Yo accedí a ayudarla, no solo por su beneficio, sino también por el de Selena. Estaba fuera de control, comportándose como una estúpida...
—Podrías habérmelo explicado primero.
--No me habrías escuchado. Te habrías enojado... Además, yo tenía que sacar a Selena de la fiesta rápidamente y sin hacer una escena. Las circunstancias eran excepcionales, pero yo confié en que tú comprenderías que estaba ocurriendo algo muy grave.
—Tienes razón... ¿Sabías que tomaba drogas?
—Antes de aquella fiesta, no tenía ni idea de que tuviera algún problema, pero ella era demasiado lista como para tomar nada delante de mí. Aquella noche yo no quería hacerme responsable de ella, pero había sido parte de mi vida durante mucho tiempo y sentí que tenía que ayudarla.

—¿Qué hiciste con ella?
—La llevé al hospital y me puse en contacto con su familia. Dos días después, la metieron en una clínica de rehabilitación. Sigue allí.
—¿Crees que tomó el mal camino porque tú la dejaras?
—No, su hermana Gwen me dijo que sus problemas con las drogas y con el alcohol habían empezado mucho antes de conocerme a mí. Sabía que, en ocasiones, bebía demasiado, pero me temo que no lo consideré un problema. Además, ella no confió en mí. Sin embargo, su hermana fue muy sincera.

—¿Te culpó de los problemas de Selena?
—No, al contrario. Aparentemente, Selena se sentía algo confundida por su orientación sexual cuando era una adolescente. Más recientemente, la aterrorizaba ver que iba envejeciendo y cada vez le costaba mucho más ocultar el grave problema que tenía con las drogas.
—Entonces, ¿cómo encajabas tú en su vida?
—Según Gwen, Selena me veía como un modo de asegurarse monetariamente el futuro. Cuando yo la abandoné, tuvo que enfrentarse a realidades de su vida a las que se había negado a prestar atención hasta entonces. Su hermana, que es psicóloga, me ha dicho que está mucho mejor.

—Me contaron que había perdido un importante contrato con una empresa de cosméticos.
—Sí. Gwen me lo explicó todo. Me dijo que se habían empezado a escuchar rumores sobre la clase de vida que llevaba.
—En ese caso, lo único que te puedo decir es que siento mucho haberme comportado del modo en que lo hice. Sentía celos de Selena y pensé que habías decidido volver con ella. Me sentía como la segundona. Cuando me encontré con ella en la casa de tu madre...
—Ojalá me lo hubieras contado.
—Me dijo que quería recuperarte y que se interpondría entre nosotros. Aquello me molestó mucho...
—Ya me lo imagino. Sé la poca estima que te tiene... De hecho, es solo culpa mía... —añadió, tomando suavemente las manos de Miley.
—No, no lo es. Si yo te hubiera hablado de las amenazas de Selena, tú habrías comprendido por qué me molestaba tanto verla cerca de ti.

—Nunca hubo posibilidad alguna de reconciliación entre nosotros, pero si yo hubiera sido más sincero, a ti te habría resultado mucho más fácil creerme. La verdad es... que no sabía lo que me había pasado en el momento en que te conocí. No podía pensar en otra que no fueras tú, pero me dije que estaba algo afectado por lo que me había ocurrido con Selena
—Te comprendo. No importa...
—Claro que importa, hermosa. Yo no te estaba dando lo que tú te merecías. No sé cómo ni cuándo me enamoré de ti, pero fue muy rápido. Debiste notar que no podía dejar de mirarte... ¿te parecía normal?
—¿Normal? Yo sentía lo mismo —susurró Miley, sin poder creer que Nick hubiera dicho en serio que estaba enamorado de ella.
—Entonces, se produjo la más explosiva atracción entre nosotros desde un principio. Yo me resistía a la fuerza de lo que sentía por ti, porque aquello hubiera significado admitir que solo había sido un estúpido que casi se había casado con una mujer a la que no amaba.
—¿De verdad no amabas a Selena?
--Yo creía que sí, pero nunca estuvimos muy unidos, no del modo en que lo estamos tú y yo. Sin embargo, no sabía lo que significaba la complicidad hasta que te encontré a ti. Me olvidé de Selena muy rápidamente, y, aunque te parezca extraño, me avergonzaba de ello y me obligué a tener mucha cautela sobre lo que sentía por ti...

—Sí, me dijiste que te gustaba...
—Sin embargo, ya no pude fingir más cuando desapareciste. Estaba desesperado. No podía trabajar, ni dormir. Me pasaba el tiempo recorriendo los albergues para los sin casa... no tienes ni idea de lo que pasé en esas dos primeras semanas. Me pareció que había bajado a los infiernos. Y estaba tan preocupado... Pensé que no os volvería a encontrar.
—Supongo que tarde o temprano habría acudido a un abogado para que nos tramitara el divorcio, pero era algo a lo que no me podía enfrentar...
Nick la tomó entre sus brazos con tanta fuerza que Miley casi no podía respirar.
—Nunca habría aceptado divorciarme de ti. Habría luchado. No hay nada que no hubiera sido capaz de hacer para recuperaros a Timothy y a ti... Habría sido capaz de suplicar... ¿Es que no te das cuenta de lo feliz que soy contigo?
Efectivamente, Miley había presentido todo aquello muchas veces, pero si las palabras de amor que confirmaran lo que sentía...
—Tú dijiste que te gustaba y que, con el tiempo, podrías tomarme cariño. Me pareció tan vacío de sentimientos... Era como decir que jamás te podrías enamorar de alguien como yo.

—No sabía lo que decirte ni cómo tratarte, pero te aseguro que no lo dije con la intención que tú lo tomaste. Me daba mucho miedo decir la palabra «amor» tan pronto tras mi ruptura con Selena...
—¿Y me engañaste deliberadamente?
—Sí, porque sentía que si no, me rechazarías. ¿Acaso no te empezaste a preguntar de qué planeta era yo cuando te pedí que te casaras conmigo solo unos días después de conocerte? Me aferré a la primera excusa que se me ocurrió para no volver a separarme ni de Timothy ni de ti. Por cierto, ¿dónde está?

—En la cama. Puedes ir a verlo si quieres —dijo Miley. Se sentía dichosa de que ya no hubiera nada que ocultar entre ellos—. Te quiero tanto...
—Yo también te quiero, tesoro mío...
Miley lo acompañó al dormitorio, que estaba en la planta de arriba, para que viera al niño. De repente, Timothy abrió los ojos y los miró fijamente. Entonces, con un gran esfuerzo, se puso de pie en la cuna por primera vez.
—¿Cuándo ha aprendido a hacer eso? —preguntó Nick.
—Es la primera vez que lo consigue.

El niño parecía tan sorprendido como ellos de lo que había conseguido. Entonces, sonrió, pero cometió el error de soltar la barra de la cuna a la que se había agarrado y cayó sobre el colchón con un gruñido de decepción.
Nick tomó al niño en brazos.

—¡Eres muy listo! ¡Mamá y yo estamos muy impresionados!
Después de tantas emociones, les costó un poco que el niño se volviera a dormir, pero, al final, el agotamiento pasó factura.
—Mis padres llegarán muy pronto a casa —dijo Miley , cuando estaban en lo alto de las escaleras.
—No. Van a pasar la noche en un hotel.
—¿Cómo has dicho?
—Vine por primera vez ayer por la tarde, cuando tú estabas de compras con Timothy. Tus padres me invitaron a pasar y me sometieron al tercer grado. Me sugirieron que viniera a verte esta tarde, cuando ellos estarían fuera, pero los preocupaba que no tuviéramos tiempo suficiente de limar nuestras diferencias....

—¡No me lo puedo creer! ¡No me dijeron nada!
—Me contaron que tal vez me costara un poco convencerte para que regresaras conmigo, así que se me ocurrió la idea del hotel.
—¿Cómo has sido capaz de echarlos de su propia casa? ¡No han estado en un hotel en toda su vida!
—Lo sé, me lo dijeron. Y a tu madre pareció emocionarla mucho la idea.
—Ya veo que te los has ganado...
—Estamos empatados. Tú tienes a mi madre de tu parte.
—Eso es imposible.
—Por cierto, ¿es esa tu habitación? —preguntó él, metiéndose en el dormitorio—. Me encantan las flores y todos los volantes que tienes —bromeó, tirando de ella para que entrara en el cuarto.

Acarició suavemente los rizos rubios y la besó con una inmensa ternura, tanta que ella se echó a temblar. Era maravilloso sentirse amada.
—Eres tan hermosa y te quiero tanto que me duele —confesó Nick—. Cada vez que pienso que podría no haberte conocido, el miedo se apodera de mí y...
—Yo también te quiero...

A partir de entonces, el deseo se hizo el amor. Se quitaron la ropa entre frenéticos besos. Aquella era una nueva dimensión para su amor. Se habían pasado tres tristes semanas separados y sentirse juntos de nuevo era un regalo muy especial. Después de la pasión, se abrazaron juntos, llenos de paz y gozo.

—¿Hablabas en serio antes cuando me dijiste que tu madre estaba de mi lado?
—Fue a Londres porque se sentía muy avergonzada por el modo en que te había tratado. Así fue cómo me enteré de que conocías a Selena. Cuando mi madre se enteró de que me habías abandonado, todo lo que me dijo fue que no la sorprendía en absoluto. ¿Cómo pudiste decirle que yo te había dicho que podría sentir cariño por ti?
—Te lo mereces...
—Por cierto, nunca me disculpé por permitir que fueras sola a ver a mi madre. Mi madre lo dramatiza todo tanto...
—No le habías dicho nada sobre mí.
—Se lo conté todo en Londres y por eso ahora ocupas el lugar más alto en su estima. Te considera la mujer que me rescató de las garras de una perdida y que salvó a mi familia del escándalo. Cuando se enteró de que habías estado dando clases de griego, se convenció todavía más de que yo no te merecía...

—¿Cómo has sabido eso? ¡Oh no! ¡Se me olvidó cancelarlas!
—Tu profesora llamó por teléfono y le dije lo mismo que a la niñera: que te habías marchado por una emergencia familiar. No le podía decir a nadie que te habías marchado porque yo mismo no podía soportar la perspectiva de que no volvieras.
—Si me hubieras contado la razón de por qué rompiste tu compromiso, nunca me habría marchado.
—No quería que pensaras menos de mí...
—¿Que pensara menos de ti? ¿Cómo?
—Pensé que pensarías menos de mí si sabías la verdad. Que mi prometida se hubiera refugiado en otra mujer... Tal vez te parezca una tontería, pero tenía miedo de que te desaparecieran las estrellas que te brillan en los ojos cuando me miras.
—¿Y te gustan esas estrellas? —preguntó Miley. Nick asintió—. Pues todavía las tengo —añadió, abrazándose a él con fuerza. Le parecía que lo quería más que nunca...
—Estoy loco por ti, tesoro mío. Asegúrate de que me lo dices si sientes alguna vez que esas estrellas se van apagando.
—Tendrás que mimarme mucho...
—Eso no es problema. Mimarte a ti significa mimarme a mí también —añadió, colocándola en una posición más íntima con respecto a él...

Dieciocho meses más tarde, Miley fue al cuarto de los niños y vio a Alice Lombardi rodeada literalmente de bebés. Estaba sentada entre las cunas de los gemelos, con el pequeño Timothy en las rodillas.
Timothy casi tenía dos años y medio. Nick y Miley habían visto cumplido su deseo más íntimo cuando Justin no había puesto objeción alguna a que Nick lo adoptara. Alice había llegado especialmente de Florencia para asistir a la vista y, oficialmente, Timothy era tan Lombardi como sus hermanas Florencia y Battista, que habían nacido tres meses antes, tras un embarazo agotador.

Otra buena noticia había sido que la artritis de Alice había mejorado mucho últimamente. Miley no creía que Nick hubiera entendido nunca lo sola y triste que había estado la mujer antes de que nacieran los niños. Estos, con toda seguridad, le habían devuelto la vida.

Los padres de Miley también se habían beneficiado del matrimonio. Aunque sabía que su suegro era muy independiente. Nick había decidido ayudar en la granja invirtiendo dinero en ella, en vez de dárselo directamente. La vida del padre de Miley había cambiado radicalmente desde entonces.
Miley estaba segura de ello. Nick era un hombre muy especial.

Ella había respetado profundamente la ayuda que Selena había recibido de él. Al salir de la clínica. Nick le había preguntado a su esposa si le importaba que le regalara el apartamento a su antigua prometida para que pudiera así darle un nuevo impulso a su vida. A Miley no le había importado y hasta había hablado con ella una noche, durante un baile benéfico. Selena terminó por montar una academia de modelos y anunció públicamente que era bisexual y que había abandonado para siempre el mundo de las drogas
Miley fue a desearles las buenas noches a sus hijos. Timothy estaba casi dormido. Después de sus duros primeros años, se había convertido en un niño afectuoso y feliz.

—Ya solo quedan dos, hermosa —dijo Nick, mientras la acompañaba a ver a las niñas—. Después de tenerte allí ayer, hoy te he echado de menos en el despacho.
—Yo también.

Su vida había cambiado mucho en los últimos meses. Nunca se había imaginado que terminaría haciendo un curso básico sobre el mundo de la empresa. Sin embargo, como en aquellos momentos los niños eran tan pequeños, había decidido dedicarse plenamente a ellos, aunque iba de vez en cuando, como aquella mañana, al despacho de Nick para no olvidar lo que había aprendido.
—Si estuvieras allí todo el tiempo no me podría concentrar —confesó Nick—. Mira a Florencia... Es tan bonita cuando duerme... Y Battista...

Tras salir del cuarto de las niñas, se fueron al dormitorio porque Nick le había dicho que necesitaba una ducha antes de cenar.
—La misma rutina de siempre. No sé por qué me molesto en vestirme bien cuando llegas a casa —se lamentó Miley.
—¿Qué le ha pasado a esas estrellas que solías tener en los ojos?
—Se están multiplicando a una velocidad increíble...
—Es ese caso creo que soy un hombre de suerte...
—Esta noche, no. ¿Acaso se te ha olvidado que Alice se va a quedar hasta mañana?
—Pero va a salir a cenar con unos amigos —le recordó Nick , con una arrebatadora sonrisa.

Miley lo miró con adoración y vio que esta se reflejaba del mismo modo en sus ojos. Lo rodeó con los brazos, posesiva y orgullosamente. Se sentía loca de felicidad...
La luz de la luna reflejaba por la ventana y entraba baja y suave, Miley miro a los ojos a Nick, mientras sentia como el estaba ubicado entre sus piernas, las sabanas arrugadas a su alrededor, lo amaba con toda su alma, sus fuerzas y su corazon, ese hombre era su vida...

                                                            *-.El Fin.-*

"Ελληνικό Πάθος" Cap.20 HOT

Entonces, Miley notó que Selena iba acompañada de un caballero muy atractivo y se tranquilizó un poco. Sabía que Nick tenía razón en lo que le había dicho. De hecho, Selena era libre de ir donde quisiera.
Una hora más tarde, Miley vio que Selena se estaba haciendo notar con una imponente demostración de salsa. Notó que, a su lado, Nick se iba quedando cada vez más en silencio. Cuando le había pedido que bailara con él, le había dicho que no. No sabía bailar salsa y no pensaba intentarlo cuando todo el mundo lo hacía con tanto estilo.
Mientras Nick estaba al otro lado del salón, charlando con el anfitrión, su primo lucas se acercó para hablar con ella.

—¿Te gustaría bailar?
—No, gracias.
—No deberías dejar que Selena te ganara la partida.
—¡Oh! ¿Pero es que está aquí? No me había dado cuenta —mintió. De hecho, se sentía algo molesta. Se sentía tan corriente, tan gris al lado de la hermosa modelo...

Además, ¿por qué se había quedado Nick tan callado? Tal vez lo había molestado ver a Selena con otro hombre...
Lucas se marchó, por lo que Miley concentró toda su atención en la hermosa modelo... En aquellos momentos estaba hablando con Lily, la anfitriona. De repente, algo ocurrió. El rostro de Lily palideció y se dirigió directamente al lugar donde su marido estaba charlando con Nick. Selena regresó a su mesa. Entonces, los bailarines hicieron que Miley la perdiera de vista.
Sin embargo, cuando miró a su esposo, vio que, por primera vez durante la velada, estaba mirando abiertamente a Selena. De repente, Miley sintió que el corazón le daba un vuelco. A continuación, como si se tratara de un sueño, vio que Nick se dirigía hasta el lugar en el que estaba Selena. Entonces, vio que su marido la tenía entre sus brazos. Le pareció increíble. Aquella era la peor pesadilla que se había imaginado nunca.

Selena tenía la cabeza apoyada sobre el hombro de Nick. Algunas personas habían dejado de bailar para ponerse a mirarlos. Miley notó la amargura del sabor de la bilis en la boca. Por último, vio que Nick sacaba a Selena del salón.
Miley tomó asiento. Se limitó a mirar al vacío. Los ojos le brillaban, llenos de lágrimas. Sabía que todos los asistentes estaban comentando lo sucedido, pero no podía oír lo que decían por la música. Sin embargo, adivinaba perfectamente sus palabras. De repente, lucas volvió a aparecer a su lado.

—Nick me ha llamado al móvil y me ha pedido que te haga compañía.
¿Que Nick había llamado a su primo para decirle que se marchaba de la fiesta? Su marido acababa de dejarla abandonada delante de espectadores...
—Quiero irme a casa —afirmó, poniéndose de pie. Como pudo, atravesó el salón para salir al exterior. Había notado cómo todo el mundo la observaba. Nunca en toda su vida se había sentido más humillada. lucas metió a Miley en un taxi con mucho cuidado. Luego, se sentó a su lado.
—No tienes por qué venir conmigo, lucas
En aquel momento, el teléfono móvil del joven empezó a sonar con una alocada melodía. lucas se lo entregó a Miley.
—Es Nick...
—Miley —le dijo su esposo—, lo siento mucho pero no me ha quedado elección. Ya hablaremos más tarde.
¿Más tarde? Nunca era más adecuado. Miley le devolvió el teléfono a lucas y decidió que no había nada de lo que hablar.
—Nick es un tipo muy decente —afirmó lucas—. Es mi primo y lo conozco muy bien... No vi lo que ocurrió, pero estoy seguro de que no hay motivo para que te disgustes.
—¿Tú crees? —replicó ella, incrédula.
—Seguro que hay una explicación. Selena se estaba comportando de un modo muy raro y su actitud estaba avergonzando a Lily y a Frank. De hecho, su acompañante no se quedó mucho. ¿Sabes que no llevaba nada bajo ese vestido?

«Menuda ramera», pensó Miley. Las lágrimas se le acumulaban en los ojos. Selena había conseguido seducirlo mediante el sexo. Decidió que quemaría su ropa interior nueva, tan sugerente. Todo había sido una pérdida de tiempo. Debería haberse imaginado que no debía tratar de seducir a un hombre a ese nivel, sobre todo cuando era tan inexperta.
Una hora más tarde, escribió la nota.

"Ha sido estupendo mientras ha durado, pero ya se ha terminado todo entre nosotros".

Entonces, con los ojos secos de tanto llorar, recogió la ropa más modesta y llamó a un taxi. ¿Acaso no había sabido siempre que no iba a durar? Nick nunca le había dicho que la amaba, a pesar del precioso anillo que le había dado solo unas pocas horas antes. De repente, sintió un profundo odio por Nick y recordó la última imagen que tendría de él, abrazado a Selena .
Con mucho cuidado de no despertar a la niñera, entró en la habitación de su hijo y recogió lo más esencial. Timothy iba a echar mucho de menos a Nick, pero no había nada que ella pudiera hacer al respecto. ¿Por qué en los peores momentos de su vida siempre tenía que sentirse culpable, como si ella fuera la responsable de todo lo que iba mal?
En aquella ocasión, había tomado una decisión. Se marchaba y era ella la que abandonaba a Nick. Además, se divorciaría de él por haberle sido adúltero. Si estaba esperando que ella se mostrara comprensiva, estaba muy equivocado. De hecho, decidió dificultar todo lo posible los trámites, aunque sabía que a aquella desvergonzada de Selena no le importaría vivir en pecado con Nick...

«Basta, basta». «Tienes que dejarlo marchar, dejar que viva con ella si la ama...».
Que le has  hecho a esa masa? —preguntó Mary Sansom, completamente atónita—. ¡Parece que la has estado torturando!
Miley miró la masa que había estado preparando y luego miró a su madre.
—No te preocupes. Prepararé más.
—Yo lo haré —dijo Mary, contemplando a su hija con gran preocupación.

Había tratado de mostrarse alegre, pero mostrarse feliz cuando se sentía tan triste era un gran desafío. Ya habían pasado casi tres semanas desde que se había marchado de Londres. Había decidido volver a su casa y empezar de nuevo. Había habido lágrimas, reproches y lamentaciones, pero también mucho amor. Que sus padres la perdonaran por todo el sufrimiento que les había causado fue un gran alivio para ella, como también que aceptaran plenamente a su hijo.
A medida que iban pasando los días, sus padres le hacían preguntas que turbaban la paz de Miley.

—Nunca piensas antes de actuar —le había dicho un día su padre—. Se tiene que trabajar muy duro para mantener un matrimonio. Deberías haber hablado con tu marido antes de hacer nada. Era bueno contigo. ¿Por qué iba a marcharse de repente con esa otra desvergonzada? Estoy seguro de que ningún hombre decente querría tener a su lado a una mujer que se comporta de ese modo.
Aquella noche, Miley se fue a la cama llorando. Echaba de menos a Nick con todo el aliento que había en su corazón. Se despertaba por la noche y, en sueños, trataba de abrazarlo. Entonces, demasiado tarde, se daba cuenta de que estaba sola.

Dos días después, su madre anunció que la casa necesitaba una buena limpieza. Aquello era algo que Miley odiaba, pero a media tarde, incluso la vieja cocina relucía como nueva. Sus padres iban a acudir a la iglesia aquella noche, pero Miley notó que su madre parecía más callada que de costumbre.
—¿Sabes una cosa, hija? Tu padre y yo... siempre queremos lo mejor para ti, pero no creo que hayas sabido llevar muy bien las riendas de tu vida.

Miley se sintió dolida por un comentario, a pesar de que sabía que su madre tenía razones para decir aquello. Se marchó a su cuarto y se dispuso a acostar al pequeño Timothy, quien, de vez, en cuando, parecía llamar a Nick, cada vez con menos esperanza.
Entonces, oyó que alguien llamaba a la puerta. Supuso que seguramente su madre había olvidado algo, por lo que se apresuró en acudir a la puerta.
Era Nick. Atónita, Miley lo miró, boquiabierta, con el rostro lleno de lágrimas.
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Chicas: siento no haber subido capitulo antes, no he tenido tiempo ya hora me tengo que ir a temrinar unos condenados mapas :| que me tienen de cabeza :S, siento no haber subido antes...ahora les subo el final de la novela <3 las qiero mucho mucho y eso <3
























martes, 5 de abril de 2011

"Ελληνικό Πάθος" Cap.19 HOT

Miley asintió. Nick la contempló con una falta de satisfacción que hizo que ella cayera presa del pánico. Entonces, su marido giró sobre sus talones y empezó a subir las escaleras.
Una hora más tarde, mientras Miley esperaba su turno con las demás solicitantes, empezó a preguntarse exactamente lo que estaba haciendo allí. ¿Quería dejar a su hijo al cuidado exclusivo de la niñera? ¿Iba a dejar también sus clases de griego? Tal vez debería ocuparse más de dirigir su casa, dado que Nick tenía una vida social muy agitada. De hecho, aquella misma noche tenían una fiesta.

Tras suprimir un suspiro, Miley decidió que no había razón alguna en pasar por una entrevista para un trabajo que ni siquiera quería. Solo el orgullo la había impulsado a buscar para que no se la considerara una cazafortunas.
Cuando llegó a casa, se sintió muy desilusionada al saber que Nick había vuelto a su despacho. A las tres, fue a la peluquería. Sly, que hacía tiempo que sabía que Miley no era griega, siempre atendía a la joven personalmente.

—He oído que Selena no ha conseguido un contrato muy importante para una firma de cosméticos —le dijo Sly, mientras empezaba a recortarle el cabello—. Pero tiene que aceptar que los años no pasan en balde...
—¿Cuántos años tiene?
—Tiene que tener más de treinta —susurró Sly, como si la información fuera confidencial—. Se dice que es muy difícil trabajar con ella. Muchas personas del mundo de la moda no la aprecian. Eso le hace a una pensar si los rumores más jugosos que circulan por ahí serán verdad.
—¿Rumores? —preguntó Miley, sin poder evitarlo. —Las grandes empresas de cosméticos son muy cuidadosas con su imagen y esperan que la modelo que seleccionan tenga una reputación limpia y Selena... Bueno, he oído que... Oh, perdóname.
Sly tuvo que ausentarse durante unos momentos. Miley se miró en el espejo y decidió que era horrible por su parte escuchar rumores sobre Selena. A Nick no le gustaría...

—¿Podemos cambiar de tema, Sly? —le dijo la joven cuando la estilista regresó.
—¿Con tanto como nos estábamos divirtiendo despellejando a Selena
—Lo siento. Sé que yo te he provocado, pero hablar sobre ella hace que me sienta mal.
—Eso es lo que no hago más que decir a la gente sobre ti. Tienes una dulzura y una sinceridad inigualables. Me apuesto algo a que Nick se quedó atónito por la diferencia al compararos a las dos. ¿Quieres que te diga lo último? Nick se libró de una buena.
Mientras regresaba a su casa. Miley decidió parar en la misma boutique a la que Nick la había llevado semanas antes. Quería comprar un vestido que Nick no hubiera visto antes, algo que él no hubiera escogido para ella. Y lo encontró: un vestido corto, completamente femenino, realizado en una maravillosa tela que relucía como el oro bajo las luces.

Al llegar a casa, se vistió con la lencería que se había comprado, se maquilló y se colocó el vestido. Se estaba retocando el cabello cuando alguien llamó a la puerta del cuarto de baño
Miley abrió inmediatamente. Al ver una corbata, cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás.

—Sé sincero, ¿crees que esta nueva sombra me hacer parece un oso panda con resaca?
—Santo Cielo...
—¿Tan mal está? ¡Ya me la he limpiado dos veces y me moriré si tengo que hacerlo una tercera!
—Estás completamente fantástica tal y como estás, cara mía...
Al abrir los ojos, Miley vio que su marido estaba observando atentamente el minúsculo vestido que llevaba puesto.
—¡Nick, yo me refería a los ojos!
—Estás preciosa, toda entera —susurró él, tomándola entre sus brazos—. ¿Cuánto tiempo tenemos antes de marcharnos?
—Nick...
—Tienes razón. De hecho, tenemos cosas más importantes en las que pensar.
—¿Sí?
—Esta mañana me porté como un cerdo. ¿Cómo te fue la entrevista?
—¿La entrevista? Bien —mintió. No estaba dispuesta a admitir que se había rendido sin intentarlo.
—Personalmente, pienso que la mejor solución es que trabajes en alguna puesto del imperio Lombardi. Antes de que empieces a decir que eso es nepotismo, escucha los pros y los contras.
—Pros y contras —repitió ella, completamente asombrada por aquella sugerencia.
—Tus horas de trabajo serían flexibles, por lo que si yo quiero que vayamos juntos a alguna parte o si tienes que acompañarme en algún viaje, no habrá ningún problema.
—Entiendo.
—Por supuesto, tendrás que hacer algunos cursillos primero y algunos son bastante difíciles. Sin embargo, ya que veo que tienes tantas ganas de tener una profesión, no veo que eso sea un problema. Antes no tuviste oportunidades, pero ahora sí que las tienes.

—Veo que me apoyas mucho. Lo pensaré.
— Ahora, tengo una sorpresa para ti, cara. Extiende la mano y cierra los ojos —le dijo
Miley hizo lo que su marido le había pedido y sintió que él le colocaba algo en la mano izquierda. Rápidamente, ella abrió los ojos
— Es un regalo de nuestro aniversario. Ya llevamos seis semanas juntos.
Junto a su alianza, Nick le había colocado un fabuloso anillo de zafiros y diamantes.
—Es... precioso —susurró Miley, con un hilo de voz. Lentamente, las lágrimas empezaron a rodarle por las mejillas.
—¿Por qué estás llorando?
—No estoy llorando. Muchas gracias. Bueno, ahora creo que es mejor que nos vayamos.

Mientras se dirigían a la fiesta. Miley no pudo evitar pensar que lo amaba tanto que a veces, literalmente, le dolía.
La velada iba a celebrarse en la casa de una pareja de mediana edad. La decoración parecía haber tomado un ligero tema gótico, con dragones, incienso y espejos por todas partes.
—Tienes unos amigos un poco raros —le dijo Miley a su esposo.
—Frank y Lily son muy convencionales, pero siguen religiosamente lo que dicta la moda. La próxima vez que vengas a esta casa, todo será diferente.

En aquel momento, Miley vio que Selena hacía su entrada en la fiesta, vestida tan provocativamente que no podía pasar desapercibida. Todos los invitados giraban la cabeza a su paso.
—Me temo que, en algunas ocasiones, te tendrás que acostumbrar a verla en este tipo de fiestas —comentó Nick, que había notado el desagrado de su esposa.
—¿Sabías que iba a venir?
—Ni siquiera me había parado a pensarlo.
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Chicas: Espero que les gustee...comenteen gracias por los 103 seguidores Yupii

"Ελληνικό Πάθος" Cap.18 HOT

—¿Dónde has estado toda la tarde? —le preguntó Nick, de un modo que la desconcertó.
—Por ahí... —mintió.
—Sarah me ha dicho que fuiste a buscarme al aeropuerto.
—Sí, pero no volveré a cometer ese error —le espetó Miley—. Dime: ¿es esta casa una zona a la que Selena no tiene acceso o puedo esperar encontrármela también en cualquier momento? Después de todo, parece ser bienvenida en todos los demás lugares, de hecho, mucho más que yo.
—Así que me viste con Selena en el aeropuerto —dijo él, muy tenso.
—¡Dios mío! ¡Pero qué perspicaz eres!
—¿Te das cuenta de lo preocupado que he estado por ti? Llegué a casa a las siete y ahora son más de las once.
—¡Tienes suerte de que haya regresado!
—¿De verdad? Bueno, pues no pienso quedarme aquí y discutir contigo en el vestíbulo —afirmó Nick, indicándole que entrara a la biblioteca.
—¿Es que está insonorizada? —preguntó Miley, llena de sarcasmo.
Entonces, hizo lo que él le había pedido.

—¿Que diablo se te ha metido en el cuerpo? —quiso saber Nick, tras cerrar la puerta
—Ya he tenido más de lo que puedo soportar a lo largo de esta semana. Tal y como me pediste, fui a visitar a tu madre y, ¿sabes a quién me encontré allí?
—No tengo ni idea.
—A tu antigua prometida. Yo no me siento como esposa tuya. Tu madre ha estado tratando a Selena como si fuera un huésped de honor, pero a mí se limitó a tratarme con frialdad, por no mencionar todas las preguntas capciosas que me hizo...
—¿Me estás diciendo que Selena estaba en la casa de campo?
—¡Y quiero saber qué estaba haciendo en el aeropuerto esta noche!
—Fue culpa mía que Selena me tendiera una emboscada de ese modo. Me había negado a recibir sus llamadas, pero hay ciertos asuntos que deben resolverse
— ¿Cómo cuáles?
—Está viviendo en un apartamento que es de mi propiedad y todavía no ha encontrado otro alojamiento...
— ¿Que está viviendo en un apartamento tuyo?—preguntó Miley, incrédula—. Hace semanas que rompiste con ella. Es famosa y debe de ganar una fortuna como modelo y ¿tú me estás diciendo que no encuentra ningún apartamento que pueda alquilar?
—No ha tenido tiempo. Ha estado en París.
—¡En ese caso, debería haber estado buscando piso en vez de ir a visitar a tu madre para que la apoye! ¡Dormiré en una de las habitaciones de invitados hasta que se te haya ocurrido una historia mejor! —Le espetó Miley, con fiereza—. Y todavía no me has explicado cómo sabía dónde encontrarte esta noche.

—Todo el mundo sabía que yo estaba en Nueva York esta semana... y normalmente vuelo los viernes a esa hora.
Efectivamente. Selena podría conocer mejor las costumbres de Nick que ella misma. Sin embargo, lo que más la había molestado es que Nick se había culpado de aquel encuentro. Miley se hubiera sentido mejor si hubiera culpado a Selena.
Cuando Nick entró en el dormitorio, Miley estaba revolviendo cajones para encontrar un camisón.
—No pienso consentir que duermas en otra habitación —le dijo
—Pues ya puedes ver cómo lo hago.
—¿Tienes idea de las ganas que tenía de volver a casa esta noche?

Miley sintió que los ojos se le llenaban de lágrimas. Había dedicado todo el día a embellecerse para su marido. Cuando había visto a Selena, tan hermosa como siempre, no había sabido competir con ella, aunque no había razón alguna por la que debiera hacerlo.
—Vaya donde vaya, siempre está donde no debería estar...
—Me sorprende que Selena haya tenido el descaro de ir a ver a mi madre. Eso no debería haber ocurrido y, créeme, ahora que lo sé, te aseguro que no volverá a ocurrir, bella mía...
—Ya no sé lo que creer.
—Tienes que aprender a confiar en mí —susurró Nick, acariciándole suavemente la mejilla—Selena solo forma parte del pasado. Yo he empezado una nueva vida contigo y con Timothy.
—Solo puedo aceptar lo que me dices si me prometes que no tendrás nada más que ver con ella.
—Por supuesto... —musitó él, con una sonrisa—. ¿Por qué iba yo a querer a otra mujer cuando tengo todo lo que puedo desear en casa?

Miley se preguntó por qué, si aquello era verdad, no quería hablar de su ruptura. Decidió que, tal vez, había sabido desde tiempo atrás que la relación no funcionaba y había decidido terminar de repente...
En aquel momento, decidió olvidarse de su ansiedad y concentrarse en el modo en que los latidos de su corazón se le aceleraban. Solo tenía que mirar a Nick para desearlo...
Él se echó a reír cuando Miley prácticamente le arrancó la camisa.
—Ya veo que me has echado de menos..
—Tal vez.
—Quiero que me lo digas. Miley —susurró él, antes de besarla apasionadamente—. ¿Y bien?
—En esos momentos no puedo hablar... Hay cosas mejores que hacer —musitó, mientras acariciaba suavemente uno de los muslos de su marido.
—¿Quién te ha enseñado a hacer eso?
—Tú...-Dijo Miley mordiendo suavemente el hombro de Nick-

Horas más tarde, al amanecer, Miley estaba contemplando cómo su marido dormía. Sí, efectivamente lo había echado mucho de menos. Admiró su masculinidad, su atractivo... Todavía no podía creer que fuera su marido. Lo besó suavemente en un hombro y frotó la mejilla contra la delicada piel de su pecho con sensual placer.
Habían hecho el amor durante horas, insaciablemente. El cuerpo le dolía, pero Miley sonrió. Selena era historia. Nick la había convencido. Tal vez no la amaba, pero parecía feliz viviendo en su compañía. Además, había parecido tan preocupado por su tardanza en volver del aeropuerto...
Debió de quedarse dormida de nuevo. Al despertar, se encontró a Timothy acurrucado a su lado, completamente vestido, pero también completamente dormido. Nick contemplaba a madre e hijo desde los pies de la cama

—Ahora mismo no puedo, porque tengo una cita.
—Ponla a otra hora.
—No puedo.
—Claro que puedes. Todavía no has aprendido a comportarte como una Lombardi. Con la única excepción de Timothy, espero que estés completamente disponible para mí cuando yo esté libre.
—Entonces, ¿por qué me dijiste que tenía que tomar las riendas de mi vida y llevar mi vida cuando tú estás de viaje?
—No siempre pongo en práctica lo que predico. Además, tal vez no te hayas dado cuenta, señora Lombardi, de que no estoy de viaje. ¿Qué es lo que te preocupa? ¿De qué se trata? ¿De una cita en la peluquería?
—No iba a decírtelo, pero es por una entrevista de trabajo. Como verás, no es algo que yo pueda cambiar de hora.
—¿Una entrevista de trabajo? Si es una broma, no me hace ninguna gracia.
—¿Y por qué iba a ser una broma? —replicó Miley.
—No quiero que trabajes. ¿Por qué tienes que buscar un empleo? ¿Y Timothy?
—La mayor parte de las mujeres trabajan. Además, el puesto solo es a tiempo parcial.—La mayor parte de las mujeres no incluye a mi esposa. Bueno, ¿de qué trabajo se trata?
—De recepcionista.
—¿Tienes la más remota idea de lo ricos que somos? —le preguntó Nick, tras una pausa en la que se recuperó de su incredulidad.
—Yo no soy rica. Lo eres tú.
—Creo que sería bastante poco adecuado que tú aceptaras un puesto que otra persona necesita más que tú. Y esa será mi última palabra en este asunto.
—Pero no la mía. He conseguido esa entrevista por méritos propios, estoy orgullosa de ello y pienso acudir...
—Te he dicho que no.
—¿Es que acaso no tengo derecho de estar en desacuerdo contigo?
—No cuando yo sé más que tú. No pienso permitir que tires por el suelo el nombre de los Lombardi solo porque quieres trabajar de recepcionista.
—Pongamos las cosas en claro —dijo Miley, lívida—. Si yo fuera cirujano o algo importante, mostrarías una actitud diferente. Sin embargo, como solo soy capaz de hacer un trabajo que tú consideras sin importancia, tengo que quedarme en casa para salvaguardar tu dignidad.
—Dado que no eres cirujano, no creo que tengamos que hablar de ese aspecto. Vamos, ponte algo más alegre y vayámonos a las carreras.
—No.
—Sé sensata. Yo trabajo muchas horas. Cuando estoy libre, quiero que...
—¿Te ha dicho alguien alguna vez que puedes ser muy dominante? Te he dicho que si quiero trabajar, trabajaré.
—¿Es esa tu última palabra?
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Chicas: quedan poquitos capitulos, muy poquitos, subire apenas pueda :D Yammy las quiero mucho ya saben, sean estudiosas y hagan sus deberes...ademas descansen y sonrian es importante sonreir, como dice nuestra amada Miley Radea Amor, Radea Felicidad y buenas vibras y siempre ama al otro, jamas humilles ni te dejes ser humillda y ayuda al que no lo pueda hacer Yey! Las quiero y ya tengo mi entrada para Miley en Chile, asi que si alguna de ustedes va digame y les digo como ire vestida, asi nos podemos conocer *_*.

   Varyy