miércoles, 25 de mayo de 2011

"La petite amie enceinte" Cap.11 HOT

El aspecto de nick era sensacional. Llevaba ropa elegante y sencilla, de diseño. Con chinos ajustados a sus poderosos músculos. Hubiera deseado que no llevara las gafas de sol que ocultaban sus ojos. -Me han llamado por el móvil -dijo él cuando ella estaba aún a unos pasos. miley se dio cuenta inmediatamente de que algo no iba bien. Su tono de voz era helado, tan carente de emoción que le causaba escalofríos. Se detuvo. Sus ojos verdes traicionaron su ansiedad e inseguridad.

-¿Qué ocurre?

En el mismo instante de abrirse las bolsas el precio del stock de la Palco Technic ha comenzado a subir -informó nick con una calma letal. miley se quedó mirándolo inquieta, demasiado temblorosa como para comprender de inmediato lo que había querido decir-. Dijiste que no habías conseguido hablar por teléfono desde el aeropuerto, pero es evidente que mentías - añadió nick con el mismo tono de voz indiferente-. Filtraste esa información confidencial y naturalmente alguien se ha aprovechado de ella. Espero que te haya producido importantes beneficios.

-¡La única llamada que hice desde el aeropuerto fue con tu móvil! -se defendió miley
-.¡Por el amor de Dios, Nicholas...! Si algo va mal no tiene nada que ver conmigo, yo no he filtrado ninguna información... ¡Ni siquiera hubiera sabido a quién contárselo!
-Son demasiadas coincidencias, miley. Por ejemplo, ¿dónde estabas esta mañana cuando me desperté?
- Yo... -miley parpadeó desconcertada.
-Venga,¿a que tenías miedo de mi reacción cuando me enterara de todo? -inquirió nick directo-. Sabías que me iba a enterar antes de que tú abandonaras la isla, pero eras demasiado avariciosa como para pararte a pensarlo,¿verdad?

El sol caía sobre miley con fuerza, haciéndola sudar, pero en su interior un asombroso frío se extendía como un glaciar. Por fin comprendía de qué la acusaba y aquello, si acaso, la aturdía.
-Dio, lo has mal interpretado todo -protestó miley
-.Siento mucho que esa información haya salido de tu oficina, pero no me gusta que me acusen de algo que no he hecho. Te advertí de que había alguien más escuchando...
-No insultes mi inteligencia... -contestó nick curvando los labios con un hondo desprecio.
-¿Qué inteligencia? -preguntó miley entre irritada y asustada-. Si tuvieras alguna te darías cuenta de que es imposible que sea yo la responsable de esa filtración.
-Has arruinado mis planes, y después prácticamente te has metido en mi cama prostituyéndote para tratar de aplacar mi ira -la acusó nick amenazador.

Aquella acusación heló el aire. miley tembló, se puso pálida hasta la muerte. nick se quitó las gafas de sol y la escrutó con ojos brillantes y negros.
-No... ahora que te miro veo que se trata de algo más personal que eso -argumentó nick con una insolencia de seda.
-¡Eres un bastardo! -susurró miley reaccionando a aquella crueldad calculada con una instintiva defensa.
-Así que por una noche he ido de visita a los barrios más bajos -concluyó nick-. Ha sido toda una experiencia, pero no pienso volver a repetirla.
-No, he sido yo la que ha ido de visita a lo más bajo, nick -le contradijo miley con ojos brillantes, de esmeralda, echando atrás la cabeza
-.Tú lo único que tienes es una abultada cuenta bancaria, porque desde luego clase tienes tanta como un pastor de cabras.

nick hizo una mueca y se quedó helado en su sitio. miley subió al porche pasando por su lado y entró en la casa. Lo único que deseaba era ponerse unos zapatos y escapar. Se apresuró a entrar en el baño, donde tenía la ropa, y al cruzar un poderoso brazo la detuvo.
-Vuelve a decir eso otra vez -la invitó nick en voz baja, en tono de amenaza.
Tienes tanta clase como un pastor de cabras - repitió miley mirando al espacio-. Y desde luego no me cabe duda de que, con esa comparación estoy insultando al pobre pastor. El puede que sea pobre, pero si no es honrado al menos tiene una justificación.
-Mientras que yo en cambio... -continuó nick en un tono de voz más alto.

El corazón de miley latía tumultuoso. Podía sentir la rabia de nick, cruda como un huracán, crujiendo en el aire. Sin embargo no podía reprimir su deseo de contestar.

-Mientras que tú eres rico y privilegiado, un cerdo ignorante. ¡Y ahora quítame las manos de encima!

Una décima de segundo más tarde nick dejó escapar un gemido estrangulado al sentir que él la levantaba del suelo y la ponía sobre la cama. Aterrizaron a tan increíble velocidad que se le cortó la respiración. Ellie se quedó clavada. Él estaba pálido a pesar del tono aceitunado de su piel, y sus ojos negros brillaban intimidándola..
-¡Si fueras un hombre te habría matado por insultarme de ese modo! .
-¡Me estás asustando...! -musitó miley.
Una expresión de terrible desagrado cruzó el rostro de nick, que se enderezó instantáneamente .

-El helicóptero te está esperando en la villa -añadió entre dientes.-.¡Haz tu maleta y márchate! ¡Y no vuelvas a poner un pie en el edificio jonas International! .
miley, tan pálida como la sábana, sacó las piernas de la cama y se sentó. .
-Pensé que podría amarte, pero ahora te odio - musitó con voz espesa. .

Nick dejó caer un montón de billetes sobre la alfombra, a los pies de miley , con un gesto de desprecio. miley los miró incapaz de pronunciar palabra. .
-Como tú misma has dicho muy bien los negocios son lo primero y lo último en tu vida. Así que, si te sirve de consuelo, he pasado una noche fantástica. .
Por un momento miley se sintió devastada, pero después su reflejo innato de supervivencia la hizo reaccionar. .
-¿Es eso lo que cuesta el billete de avión desde Atenas?.
-Cristo, ¿qué significa eso?.
-La pobre gente como yo tiene que ser práctica. No sé cuánto cuesta un billete en avión de aquí a casa -explicó miley negándose a mirarlo, negándose a sentir nada. .

-Puedes recoger tu billete de vuelta en la terminal. .
-Entonces lo único que necesito es dinero para el transporte a casa una vez que llegue a Londres-dijo miley tomando un billete del suelo y resolviendo mandarle el cambio.
.¿Qué hay de emili? .
-¿De la otra mujer de la limpieza? ¿Tú qué crees? .
-Que si echas también a emili vas a lamentarlo -miley levantó la cabeza despacio, muy despacio, con una mirada tan fría como la de él. Era el momento de proferir la peor amenaza de su vida.- Acudiré a los periódicos, nick. Les contaré toda esta historia en verso, ya que parecen tan interesados en ti. Y con lo que saque compensaré a emili... .

nick la observó con un disgusto y una incredulidad inconfundibles. miley estaba sobrecogida, pero se puso en pie por miedo a delatar su debilidad. Le dio la espalda, recogió sus zapatos viejos y se los puso. Luego, con la bolsa de la ropa de trabajo en la mano, pasó por delante de él con la cabeza bien alta.
Llegar hasta el ascensor de la villa se le antojó eterno, y lo mismo atravesar el vestíbulo. El helicóptero estaba aparcado a cierta distancia de la casa.- Subió a él tratando de mantener el control y, sobre todo, de no pensar en lo estúpida que había sido echando sobre sí aquella desgracia. Pero el primer suspiro de autocompasión escapó de su boca mucho antes de que abandonara Atenas. milley no estaba acostumbrada a cometer errores, y menos aún con los hombres. Era una persona cauta. Por eso, cuando volvió a recordar todo lo ocurrido, no pudo creer que se hubiera comportado de un modo tan tonto. De inmediato decidió que había recibido lo que se merecía. Ella misma había invitado toda aquella humillación.

¿Cómo había podido olvidar que aquel hombre era el modesto chico que, pavoneándose, había asegurado ser capaz de persuadirla para que se acostara con él? Y, lo que era aún peor, miley se veía obligada a reconocer que se había sentido muy próxima a una persona capaz de juzgarla y malinterpretarla. nick ni siquiera la había escuchado.

¿Pero qué se podía esperar de alguien tan estúpido y con tantos prejuicios, por otro lado? El problema era que nunca nada le había dolido tanto como aquello... .
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Chicas: Soy mala..muy mala la deje hasta ahi asdaasd c: pero no es por que no las quiera, es solo que depsues les subo otro si hay comentarios...emm que les puedo contar..mi dia, uff el profe de historia se enojo mucho :c pero una vez lo vimos mas enojado xdd y todos lloraban por las notas, yo por lo que habia dicho antes me cayeron unas lagrimitas, pero bueno, el cole estaba tan vacio todos daban ensayo de PSU c: asdasd la Isy, la Belen la Vale y la otra mitad del curso llegaron en tropa atrasados y fue como :O & casi le doy pelea a una niña del cole pero es que es tan... agg pero soy linda y las niñas lindas no peleean como dice mi mamy asdasd. c:
Ya las quiero muchooo

                   xoxo Varyy c:

lunes, 23 de mayo de 2011

"La petite amie enceinte" Cap.10 HOT

-¡Cristos... es imposible que seas...
-Ya no...
-Te gusta sorprenderme, ¿verdad? -preguntó él con una llama de fuego primitivo en la intensa mirada.
miley estaba ruborizada al máximo, era completamente consciente de cada uno de los pequeños movimientos que él hacía abriéndose paso hambriento por su interior.
-Ahora no puedo hablar -musitó atenta por completo a cada uno de los detalles de aquella nueva experiencia fascinante.

nick rió a carcajadas. La besó en lo alto de la cabeza y comenzó a demostrarle cuán excitante podía ser aquello. Una necesidad cruda, fuera de control, iba poseyendo a miley cada vez con más fuerza. Apenas podía respirar. El mundo hubiera podido tocar a su fin y nada hubiera importado excepto aquella vibrante penetración. La intensidad del placer la volvió loca hasta que, finalmente, llegó al borde de la excitación y una ola de paroxismo la liberó.
-Deberías de haberme dicho que era la primera vez, pethi mou -pronunció nick apenas sin aliento.

-No me pareció importante -musitó miley evasiva, disfrutando del modo en que él la abrazaba contra su cuerpo ardiente, cálido y húmedo, llorando contenta de que él no pudiera verlo. ¿Acaso era posible enamorarse en el plazo de veinticuatro horas?, se preguntó miley ensoñadora, luchando por reconocer a la nueva persona que sentía nacer en su interior, pero demasiado contenta y satisfecha como para sentir como una amenaza aquel cambio. ¿Algo especial? ¿Pero cómo de especial? miley sabía perfectamente cuánto de especial era nick para ella. Hubiera deseado poder envolverlo en una sábana de amor y abrazarlo hasta la muerte, nunca había sentido nada igual.

-Para mí sí lo era -le confió Nick en voz baja-.
- ¿Tienes hambre?
-No, en realidad no.
-Pues yo no recuerdo cuándo comí por última vez -musitó él reflexivo.
-¡Qué sensible!
nick la soltó y rodó por la cama hasta alcanzar un teléfono interno por el que ordenó que les llevaran comida. Luego, tomando su mano, la arrastró fuera de la cama junto a él. Con los brazos envueltos sobre sí misma, como si tuviera frío, miley caminó hasta el baño y lo observó abrir el grifo de la ducha. De pronto se sintió tremendamente tímida. Se veía arrastrada hacia la más profunda intimidad sexual. nick la metió en la ducha con él ignorando su vergüenza deliberadamente, o quizá sin darse cuenta.

-Eres menudita de verdad -suspiró.
-Mido uno cincuenta y uno -musitó miley añadiendo un centímetro más, sintiendo que nick la contemplaba de arriba abajo.
-Estabas tan graciosa en el aeropuerto con aquel abrigo tan largo... eras como una niña pequeña toda vestidita - miley no supo qué responder-. ¿Por qué te has quedado tan callada?
-No llevo nada de ropa, y no tengo por costumbre mantener conversaciones en la ducha.
nick rió. Luego la abrazó y la levantó como si fuera una muñeca, enlazándole los brazos a su cuello. La sujetó a su altura y la miró a los ojos, intensamente.
-¿Estás tomando la píldora anticonceptiva?
miley frunció el ceño y se ruborizó. No entendía por qué le hacía semejante pregunta cuando era él quien había tomado precauciones en aquella ocasión.
-No.
-Eso pensé. El preservativo se ha roto -la informó nick sin parpadear, escueto.
-¡No...! -exclamó miley perdiendo el color al comprender las consecuencias que ello le podría acarrear.
-Si ocurre algo... lo cual, creo, es poco probable lo solucionaremos entre los dos, juntos -añadió nick admirando sus labios abiertos y besándola lenta, dulcemente y con boca experta
Asustada por un instante ante la pesimista imagen de una vida arruinada por un embarazo no deseado miley trató de pensar en algo más alegre. Llevaba veinticuatro horas viviendo fuera de la realidad, y no tenía ninguna prisa por volver a ella.
-Tengo planes para ti -admitió nick entre beso y beso, mientras ella temblaba -. Vas a disfrutar de estar conmigo.

Juntos hicieron un pícnic sobre la cama. Comieron langosta y ensalada griega. miley no había probado nunca la langosta, y estuvo a punto de desmayarse cuando la vio sobre el plato. No dejó de dar pequeños sorbos de vino hasta que nick tomó su vaso, y entonces ella lo imitó. Su ignorancia la hacía sentirse violenta y le recordaba lo diferentes que eran los mundos de ambos.
-Gracias por lo que me dijiste antes en la playa - murmuró nick -. Me ha ayudado a ver las cosas con más perspectiva.
Si mi padre o yo hubiéramos sospechado en algún momento el poco tiempo que nos quedaba habríamos corrido a reconciliamos. La gran ironía de la vida es que en realidad yo ya estaba trabajando en esa dirección. Mi padre era una persona fuerte, vital. Vivía la vida plenamente. Y no hubiera querido que lo recordara con tristeza.
-Explícame la importancia de esa conversación que escuché -lo invitó miley tratando de evitar la tristeza y la oscura vulnerabilidad de sus ojos y de distraerlo. -Digamos que tenemos dos empresas, A y B -comenzó a explicar nick -. Primero compras el stock de la empresa A, y después dejas correr el rumor de que estás interesado en adquirirla. Los precios de ese stock suben. Entonces vendes el stock a un precio más alto. Y luego, sin previo aviso, te lanzas sobre la empresa B, en la que los valores del stock no se han incrementado, y te sitúas como propietario de una empresa a un buen precio.

-Es enrevesado.
-Sí, así es como me consideran en los negocios - confirmó nick sin ofenderse lo más mínimo
 - Pero si mis verdaderas intenciones salieran a la luz el precio del stock de la compañía B se dispararía y no compraría. miley apartó los platos de la cama. Cuando volvió al dormitorio nick estaba dormido. Su corazón, que se había derretido como el caramelo, volvió a agarrotarse al verlo. Parecía exhausto, pero mucho más en paz de lo que lo había estado a lo largo de todo aquel día. Por una vez en su vida miley se iba a dejar llevar. Por norma era muy precavida, prefería verlo todo en nítidos tonos blancos y negros antes de arriesgarse. Pero en esa ocasión era demasiado tarde... miley no abrió los ojos hasta las ocho de la mañana del día siguiente.

nick estaba aún profundamente dormido. Y aún así era guapo, pensó miley contenta de que no la viera echa un desastre. nick, en cambio, era la versión masculina de la perfección. Hasta su piel aceitunada brillaba contra el blanco de la sábana. miley salió de la cama con menos valentía de la que había entrado la noche anterior. A la clara luz de aquella mañana griega era perfectamente consciente de que se había decidido por un camino del que no había marcha atrás. Sus sentimientos habían llegado a un nivel muy alto, y eso le asustaba. Se puso el pantalón corto y se asombró al ver que era su talla exacta. Se sirvió un vaso de agua y picó un trozo de naranja y de manzana. Necesitaba aire fresco, distanciarse de nick, de modo que fue a dar un paseo por la playa. Un hombre que confesaba tener planes para una mujer desde el principio resultaba digno de confianza. nick parecía una persona honesta y abierta. Bien, no le hacía feliz haberse rendido y caído en su cama tan deprisa, pero sí le gustaba el hecho de que él hubiera sido su primer amor. Al menos no tendría la sensación de que era una mujer fácil.
Más aún, imaginar que ellos dos hubieran podido mantener esa relación teniendo en cuenta que ella era la mujer de la limpieza de su edificio de oficinas rayaba casi en el snobismo. Pero eso a él no parecía importarle. Además ella era la encargada de la librería del señor Barry, aunque no ganara mucho. En cuanto volviera a casa iría al banco y solicitaría el préstamo. Sólo el miedo a que no se lo concedieran la había estado reprimiendo. miley miró el reloj y se dio cuenta de que llevaba dos horas paseando. Caminó de vuelta a la casa y vio a nick apoyado sobre la barandilla, aparentemente esperándola. De pronto se le quedó la boca seca. Cuanto más se acercaba y lo miraba más la absorbía él.
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Chicas: Hola! aqui les deje dos capitulos para que se entretengan ahaha, hoy en biologia con la Vale empesamos a ver lo que habia para estas semanas en el cole y es muchisimo :| tengo trauma emocional por eso! es tanto..que morire, asdasd mañana cumple de mi chica Vale que cumplee forteen c: & que más...capi dedicado a @Yaz & @Ana_Isa_Miller c:
Mañana tengo prueba de ingles y estoy muy nerviosa porque desgraciadamente me estoy jugando la vida, yo soy buena para ingles, voy en taller intensivo pero me ha ido mal en ingles en la clase hacia años que no me hacian prueba de ingles :c asi que ojala y me valla bien c:

Ya las quiero mucho mucho >.<

            Varyy




"La petite amie enceinte" Cap.9 HOT

Un miedo helado agarrotó a miley, que levantó la cabeza para encontrarse con aquellos ojos oscuros y aquel rostro firme y anhelante. Apartarse o quedarse. No había término medio. Y si él se marchaba quizá nunca volviera a pedirle nada. Quizá pensara incluso que ella lo había provocado en vano. .
Por fin miley pensó que si nick no veía razón alguna para no disfrutar el uno del otro era porque no la había.

-Pero es que yo... -comenzó ella a decir sin saber muy bien cómo terminar, atemorizada pensando en que iba a parecer una virgen puritana y lo iba a echar todo a perder.
-Decídete -insistió nick con urgencia, lleno de necesidad-. No soy de piedra, y ahora mismo me muero por ti...
Las manos de miley temblaron bajo las de él. No podía apartar los ojos de Nick. La intensidad de su mirada la derretía en su interior.
-Yo también te deseo... tanto.
nick la posó con cuidado de nuevo sobre la cama.
-No te haré nada que tú no quieras que te haga, pethi mou.
-Por supuesto, pero...
-Abre tu boca para mí -la urgió él con voz rota.
Y miley lo hizo, captando de inmediato su fuego ardiente. No notó, en cambio, cuando él le deslizó los tirantes del camisón por los brazos. De pronto nick se apartó para seguir bajando la prenda por sus caderas, y miley vio con asombro sus pechos desnudos y llenos, sus pezones rosas tensos.

-Eres exquisita -jadeó él. nick volvió a ella y dejó que su dedo pulgar acariciara el hinchado pecho, que la palma de su mano lo abrazara con firmeza por debajo y, por fin, que su boca se cerrara sobre él. Y le causó tal cúmulo de sensaciones que miley gritó. Su cabeza cayó sobre la almohada, todo pensamiento se suspendió. Las manos de miley agarraron a nick de los hombros mientras él acariciaba su sensible carne con la lengua, los dientes y los labios. De pronto era ella la que se moría por él, la que ardía como una loca por cada caricia certera, llevada por la más urgente necesidad, dejándose consumir por el fuego.
nick rodó por la cama sin previo aviso y deslizó las sábanas hasta abajo, con los ojos dorados fijos en la pálida y rosada piel del cuerpo de miley . Era como ser consumida visualmente. miley estaba excitada, apenas podía respirar, y sentía tal necesidad como nunca en la vida la hubiera podido imaginar. Los ojos de miley observaron a nick , siguieron cada uno de sus movimientos. No podía soportar que se alejara de ella.

-¿nick...? -musitó insegura.
-Respondes como si te murieras por mí -dijo él con orgullosa satisfacción.

miley lo observó bajarse la cremallera del pantalón. Sus ojos se abrieron inmensamente, sintiéndose de pronto cohibida. Segundos más tarde unos calzoncillos negros se deslizaron por las estrechas caderas, y miley vio por primera vez un sexo masculino excitado y completamente erecto. Y aunque nick era aún más bello de lo que jamás hubiera imaginado también le resultó amenazador. Tardíamente consciente de su propia desnudez, miley se sentó y tiró de la sábana para ocultarse bajo ella. Su corazón latía acelerado. Saber que no era sino una inexperta le producía pánico. nick volvió a la cama con movimientos naturales, sin ninguna inhibición. En realidad miley dudó de que él, en alguna ocasión, hubiera necesitado de un dormitorio en el que esconderse.

-Eres tímida -murmuró nick casi con ternura, quitándole la sábana para unirse a ella, concediéndole poca importancia a ese sentimiento.
-Sí... nick...
-Quiero verte -confesó él estrechándola contra su cuerpo duro, poderoso y abrasivo, con un brazo posesivo-. Estás temblando...
-Me pones nerviosa.
nick enredó los dedos en el espeso cabello de miley y atrajo su boca hacia sí saboreándola en profundidad hasta que la cabeza de ella se inclinó llena de pasión y todos sus nervios desaparecieron. Y entonces él elevó la mirada y sus ojos dorados quedaron prendados en los de ella.
-Esto no es simplemente una noche de locura, es algo excepcional, algo especial. Yo no tengo por costumbre acostarme con las mujeres así -aseguró él con ronca sinceridad.

miley levantó una mano temblorosa y le apartó el cabello de la sien. Tenía el corazón en un puño. No podía creer que él pudiera tener tanto poder sobre ella, que al fin un hombre la tuviera pendiente de cada una de sus palabras, esperando y rezando para que fuera digno de su confianza. Saberlo resultaba aterrador, pero cuando él sostenía su mirada o la acariciaba ni una sola fibra de su cuerpo podía resistírsele
nick recorrió con una mano todo su cuerpo tembloroso. Ella se estremeció y jadeó. Su cuerpo estaba tan completamente preparado que una sola caricia bastaba para despertarlo. Cuando él jugueteó con el triángulo de plata que formaban sus piernas ella gimió y dejó que su rostro se hundiera sobre el hombro de él. nick siguió el rastro hasta el mismo centro de su ser, cálido e hinchado, con devastadora experiencia, llegando al punto más sensible. Y en ese momento miley se vio perdida sin remedio, atormentada por un cúmulo interminable de sensaciones que pronto se convirtieron en una tortura sin fin.

-Estás tan cerrada - musitó nick con un gemido sensual y gozoso. La urgencia de aquel deseo resultaba insoportable. miley estaba completamente fuera de sí, con la respiración entrecortada, sujetándose a cualquier parte de él que lograba agarrar.
-nick, por favor... -gimió desesperada. nick se deslizó sobre ella colocándola sobre la cama. miley se debatió con ojos brillantes, exultante de feminidad, sintiendo el férreo control de nick y su rendición. Un hambre fiera la abrumaba en ese instante sin vergüenza. Y entonces él la penetró y el punzante y apasionado dolor de aquella invasión la hizo llorar de sorpresa. nick se quedó muy quieto. Unos ojos negros atónitos la miraron de lleno.

-¡Cristos... es imposible que seas...!
-Ya no...
-Te gusta sorprenderme, ¿verdad? -preguntó él con una llama de fuego primitivo en la intensa mirada.
miley estaba ruborizada al máximo, era completamente consciente de cada uno de los pequeños movimientos que él hacía abriéndose paso hambriento por su interior.
-Ahora no puedo hablar -musitó atenta por completo a cada uno de los detalles de aquella nueva experiencia fascinante.

domingo, 22 de mayo de 2011

"La petite amie enceinte" Cap.8 HOT

-Deja de hablar así -lo urgió miley evitando su mirada-. No sabes lo que dices. Fingiré que no te he oído, sé que no puedes evitar ser como eres, así que no voy a ofenderme...

-Quizá no sea éste el momento más apropiado para decirte que tú eres la única luz que ha brillado para mí en un día oscuro como éste - respiró nick mientras se alejaba de ella
 -Eso es porque soy una extraña para ti... ¿es que no te das cuenta? -continuó miley con voz temblorosa, emocionada a su pesar por la sinceridad del comentario-. No tengo ninguna expectativa sobre ti, no conozco tu vida. No te pido nada, ni hago juicios.
-Al contrario, no dejas de hacer juicios arbitrarios sobre mí -la contradijo nick.
-Me voy a dar un paseo por la playa -declaró miley sintiéndose embargada por la tormenta emocional que comenzaba a desarrollarse en su interior.

miley abrió la puerta y salió. La luz de la luna se reflejaba en la superficie del agua susurrante de la playa. Era una noche clara, cálida y sin brisa. Caminó descalza por la arena y trató de luchar contra el tumulto interior que él había desatado. Era plenamente consciente de lo que él sentía y por lo que estaba pasando.
La forma en que nick la miraba era como para quedarse helada, como para asustarse. Pero era también como para quedarse electrificada. La hacía sentirse como borracha incluso cuando no estaba presente. Era como si un loco y fatuo pensamiento se hubiera apoderado de ella hasta robarle el sentido común. En el plazo de veinticuatro horas nick había vuelto todo su mundo del revés, había derribado todas sus defensas, había sacado de ella todo un mundo de vulnerable emociones que por lo general guardaba bajo llave en su interior.
Y, para ser sinceros, miley sabía que no podía confiar en sí misma estando junto a él. Deseaba a nick jonas, lo deseaba como jamás había deseado a ningún hombre, y sólo darse cuenta de ello resultaba aterrador. Pero mucho más peligroso era aún pensar que se moría de ganas de hablar con él, de escucharlo, de estar con él...

Todo en su interior la advertía del peligro. nick era incapaz de enfrentarse a sus propios sentimientos en aquel momento, y por eso centraba su atención sobre ella. Ésa era la cruda realidad, la verdad sobre su supuesto deseo hacia ella. Era la técnica masculina habitual para evitar la verdad. nick jonas hubiera bailado sobre cristales antes de admitir que deseaba hablar sobre las relaciones que había mantenido con su padre.
miley volvió de pronto sobre sus pasos tomando una decisión. nick estaba mirando al mar con las manos en los bolsillos del pantalón.

-Apuesto a que nunca te ha ocurrido realmente nada malo -respiró miley.
-¿De qué diablos estás hablando? -preguntó nick volviéndose.
-¿Tuviste una infancia feliz?
-Sí.
-¿Y tuviste una relación íntima con tu padre antes de alejaros el uno del otro?
-Por supuesto -confirmó nick desalentándola que preguntara más.
-Entonces, ¿por qué no puedes concentrarte en los buenos momentos que pasaste con él?
-¿Qué sabes tú de cómo me siento? -preguntó él agresivo.
-Sé cómo te sientes, pero sencillamente no comprendo cómo no aprecias más la suerte que tuviste al disfrutar de todos aquellos años de felicidad con tu padre -nick se volvió, incapaz de pronunciar palabra, con expresión de ira
-. Yo... tuve un padre que ni siquiera le dejó a mi madre inscribirme en el registro con su apellido, un padre con el que me crucé en una ocasión por la calle y que fingió no conocerme -confesó miley
-. Y sin embargo mi madre nunca dejó de venerar la tierra que él pisaba -nick la miró frunciendo el ceño, lleno de incredulidad
-.Tuve una riña muy fuerte con mi madre el día antes de morir -continuó miley estremeciéndose por las lágrimas
-.Yo tenía dieciséis años, y la quería tanto que me moría de preocupación por ella. Pretendía sacarla de su estado de depresión, persuadirla de que merecía la pena vivir aunque fuera sin mi padre...

nick se había acercado sin que miley lo advirtiera. Cerró los brazos en torno a ella y la estrechó con fuerza. miley pensó fugazmente en que nada estaba ocurriendo como había imaginado. La cálida e íntima fragancia de él inundaba sus sentidos al respirar. La tranquilidad, el apoyo que significaba su poderoso cuerpo resultaba embriagador
miley tenía la mente en blanco, los ojos cautivos en las pupilas negras de él. Su corazón zozobraba, tenía el pulso acelerado. El mareo y la euforia se apoderaron de ella. Levantó una mano insegura y la posó sobre la mejilla de nick con un vergonzoso sentido de la posesión por completo nuevo para ella. Sus dedos extendidos celebraron la dura tersura de su piel, sus pupilas dilatadas buscaron cada uno de los detalles de él que podían apreciarse a aquella distancia.
Las largas y negras pestañas, la expresión dramática de sus cejas, oscuras y bien definidas, la belleza masculina de su cráneo y de su estructura ósea, la perfección, recta y arrogante, de su nariz. miley acarició el mentón agresivo con una ternura asombrosa, absorbida por entero en la tarea. Nunca nada le había parecido tan natural. .

-Eres realmente guapo -dijo sin poder evitarlo. .
nick la puso encima de algo firme y deliciosamente confortable y luego se tumbó sobre ella. Se quedó contemplando su mirada perdida con ojos ardientes y, gimiendo, dijo: .
-Cuando te quité ese pañuelo de la cabeza pensé que eras la cosa más perfecta que jamás hubiera visto en mi vida. Tu pelo, tu piel, tus ojos. Me dejaste completamente fascinado... .
-Pues supongo que tú me estás dejando fascinada a mí ahora- tartamudeó miley comprendiendo de pronto que estaba tumbada sobre una cama en una habitación en penumbras y sintiendo un desmayo. .
-Bajo esa superficie dura eres muy dulce... -continuó miley inclinando la cabeza orgullosa. .
miley hubiera podido perderse en aquellos ojos topacio, hubiera podido sentir la debilidad que la clavaba a una hipnótica quietud. nick tomó de nuevo sus labios abriéndoselos con la punta de la lengua. El corazón de miley retumbó y toda ella tembló, incapaz de respirar. Su sumisión fue absoluta, instintiva. No hubiera podido resistirse a la tentación de aquel beso ni aunque su vida hubiera dependido de ello. Era como volver a nacer, y cada nueva sensación le resultaba tan fresca e intensa que se sentía atada sin remedio, esperando deseosa la siguiente. .
-Tan dulce -jadeó él en voz baja mientras miley gemía y respiraba sofocadamente bajo su experta boca, con respuestas temblorosas.

nick se quitó la camisa y elevó a miley hacia él, haciéndola sentarse. Ella se puso tensa. Todo su campo de visión estaba lleno con aquel pecho ancho y bronceado y aquel espeso y oscuro vello rizado que marcaba cada músculo antes de serpentear para convertirse en una fina línea sedosa sobre el estómago plano. nick levantó sus manos y las puso sobre su pecho como si el hecho de que ella lo tocara fuera lo más natural del mundo. .
-nick... -dijo ella temblorosa mientras asombrosas olas de excitación la recorrían al conocer su calor con los dedos. .
Había tanto por conocer, pensó miley sintiendo de pronto que todo aquello se le escapaba, que él la alentaba y esperaba a una amante experta. .
-Tócame -la invitó él. miley se examinó las manos como si esperara que ellas solas, sin ninguna orden consciente, se apartaran de él. Pero nick era tan fascinante, la hacía sentirse tan bien que fue incapaz. .
-Vas... vas demasiado rápido para mí -musitó seria, sin comprender cómo podía ser que estuvieran casi desnudos en la cama. .
-Si quieres que me vaya me iré -dijo él poniendo una mano sobre las de ella. .
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Chicas: Les deje dos capitulos seguidos c: espero que els guste yo ya estoy trabajando en la proxima -adaptandola- y bueno...hoy ha sido un dia muy extraño y a la vez muy feliz...este capitulo quiero dedicarselo a 3 personitas c:

-Vale: que me comento que tenia muchos examenes y eso la estaba teniendo loca, y bueno ojala y te alcanse el tiempo para estudiar todito *.* yo se que te ira muy bien, de seguro eres sequisima -como decimos aca en Chile- y te ira muy bien si pones lo mejor de ti c:

-Alba: OMG mi chica me ha dado la mejor noticia de la vida! y bueno...me siento muy orgullosa de ti, porque yo se que sus sueños estan muy cerca y que ya los puedes empesar a tocar, tu talento, basta y sobra para todo este mundo y las cosas que llegan a  tu camino es porque tu irradiaste la positividad y la atragiste a ti...FELICITACIONES! por que te lo mereces

-IsySmile: Para ti, podria escribir horas y horas, dias tras dias proque te consco hace tantos años y te quiero tanto amiga...ahora solo espero que este mensajito te suba el animo y te anime ha realizar tu tarea de quimica para mañana c: y si no bueno te la doy yo .-. c:, eres tan importante, sin ti nose que aria, apesar de todo siempre estas ahi: el concierto, una tarea o siemplemente subirme el animo,  quiero hacer eso con tigo subirte el animo y que sonrias y te pongas rudamente ruda a bailar con canciones de Avril c:, escucharte cantar con tu dulce voz. BFF te adoro muchoo <3

             Buenos mis chicas lectoras que me hacen tan tan feliz, las adoro muchisimo, gracias por sus comentarios, dejen aca mas y comentenme las nuevas encuentas que coloque c:

          Vary c:

"La petite amie enceinte" Cap.7 HOT

La sirvienta la llevó hasta un ascensor que había en el vestíbulo. Bajaron en él y luego atravesaron un corredor que las llevó directas al jardín. Intrigada, miley siguió a la chica por un sendero en pendiente hasta un pequeño edificio justo a la derecha de una franja de arena dorada. Era un lugar de ensueño. El interior estaba maravillosamente fresco. Era una especie de casa de invitados, pensó miley mirando el espacioso salón. Con grandes ventanas y contraventanas que la protegían del sol, cómodos sofás y suelo de mármol. No había cocina, sólo un frigorífico escondido y bien surtido.
Y dos dormitorios con baño tipo suite. Sus paquetes estaban de hecho ya en uno de ellos. miley aprobechó la oportunidad para tomar una ducha y tratar de olvidarse de todo. Sin embargo nick venia a su mente una y otra vez. Su imagen se mantenía ahí, negándose a desaparecer. De pronto recordó la forma en que se había acercado a pasos agigantados hasta ella y se echó a temblar negándose a analizar su propia respuesta. «¿Por qué quiero estar contigo justo ahora?», había preguntado él incrédulo. ¿Y por qué lo había esperado ella conteniendo el aliento?
Aquélla no era la forma en que tenía por costumbre comportarse con el sexo opuesto. De hecho nick jonas debería de haberse hundido como una piedra bajo el peso de sus prejuicios. miley siempre desconfiaba de los hombres atractivos, y era muy consciente de que los hombres ricos veían a las mujeres como trofeos. Su propio padre había sido uno de ellos. Sin embargo de pronto se veía forzada a admitir que ni siquiera sus más fuertes convicciones tenían porqué influir sobre su comportamiento. nick irradiaba magnetismo, aunque eso no excusara el hecho de que se hubiera comportado como una colegiala. En la vida real Cenicienta hubiera contemplado a su príncipe de lejos, fuera de su alcance, bailando con una princesa.

No, nick jonas no era un ser superior para ella, pero era una persona tan fría, despiadada, dura y con tan alto estatus que resultaba completamente fuera de su alcance. Se sentía atraída hacia él, eso era todo. miley se puso el camisón de tirantes y salió fuera. La sirvienta volvió a aparecer con apetito y luego se acurrucó en el sofá para caer dormida

La llegada de otra bandeja de comida fue lo que la despertó. No tenía hambre. El sol comenzaba a ponerse, no podía creer que hubiera estado durmiendo toda la tarde. No iba a poder dormir durante la noche, y era una lástima no haber aprovechado para salir a pasear y ver la playa. miley rebuscó por entre los CDs almacenados junto al equipo de música. Sonrió para sí misma y puso uno de flamenco recordando las interminables clases que su madre le había obligado a tomar. Bailar era el mejor modo de exteriorizar las emociones. Dejó que el ritmo invadiera su cuerpo y fluyera por él creando una serie de movimientos experimentales y después relajó los músculos. Entonces, justo con el ritmo más rápido, se dejó llevar por la pasión de la música. Su respiración era entrecortada y rápida, tenía los músculos tensos y la piel sudorosa. De pronto, al terminar la música, miley se detuvo. Dejó que su cabeza cayera y arqueó la espalda en una curva perfecta.

-Eso ha sido increíble... -comentó nick jonas en un murmullo lleno de énfasis, con voz ronca. miley giró sobre sus talones mientras su mirada ausente desaparecía para adquirir una expresión de desconcierto. nick estaba de pie, entre sombras, cerca de la puerta. Se había quitado la chaqueta y la corbata, pero aún parecía una estatua de bronce-. Ha sido extraordinario, con tanta pasión en cada movimiento... cada gesto cuenta una historia. Un ligero rubor subió a las mejillas de miley, que se enfadó.
-Deberías de haberme dicho que estabas aquí... ¡no tenías derecho a observarme en silencio!
-No quería interrumpirte... -contestó nick con un brillo en la mirada, que quedó fija sobre los labios rosas de ella.
miley abrió la boca. Una tensión comenzaba a apoderarse de su cuerpo y del aire.
-Ésa no es excusa... -protestó ella.
-Cristo, ¿hay algún hombre que te haya interrumpido y siga vivo? -preguntó nick jonas echando atrás la cabeza sin dejar de contemplarla. miley estaba tan tensa y tan quieta que podía sentir cada uno de los latidos de su corazón. Su mirada colisionó con la de él y sintió que la intoxicaba. Mareada y desorientada, fue incapaz de pronunciar ninguna frase con sentido como respuesta. De hecho le resultaba tan difícil seguir pensando que sencillamente se quedó mirándolo.

Pero su cuerpo sí que respondía. Sus pulmones respiraron hondo arriba y abajo, y sus pezones se tensaron prominentes. nick dejó que sus ojos vagaran hambrientos por aquel bello rostro y después, a paso lento, por la esbelta figura. La tela del camisón colgaba de los tirantes como una segunda piel, trasparentando la lujuriosa figura, moldeando sus pechos y pezones, ajustando las caderas y la línea de sus muslos. La sexualidad de aquella mirada fija cautivó a miley que, llena de excitación, se sintió incapaz de resistir.

-Verte bailar ha sido la experiencia más erótica que jamás haya vivido fuera de una alcoba -confesó nick
-. Nunca he sentido una necesidad como ésta de poseer a ninguna mujer. En este preciso instante estoy disfrutando como un loco adolescente ante la maravilla de sentir algo tan intenso.

miley se echó a temblar, atónita ante lo directo de aquella declaración, incapaz de pensar. ¿Adolescente? ¿ nick jonas un adolescente? ¿Qué clase de acercamiento era ése? miley miró involuntariamente para abajo y se quedó helada. Apenas llevaba nada, y sin embargo no había sentido ninguna necesidad de taparse nada más verlo.
De pronto, precipitadamente y con el rostro todo colorado, miley tomó lo primero que encontró en el sofá y se envolvió como si fuera una sábana. No era de extrañar que nick se acercara a ella a pasos agigantados. Los hombres apenas distinguían o pensaban nada cuando una mujer se vestía para provocar. De hecho miley estaba convencida de que la mayor parte de los hombres vivían constantemente al borde de la tentación. nick dejó escapar una risa suave, irónica. Sus fuertes rasgos ya no mostraban tensión alguna. Observaba a miley, de pie con aquellos ojos azules y el rostro ruborizado.

-Medio niña, medio mujer. ¡Qué combinación más confusa!

sábado, 21 de mayo de 2011

"La petite amie enceinte" Cap.6 HOT

-¡Ningún hombre habla así de mí! -la mejilla de nick quedó marcada. Él la miró con atónitos ojos negros. Ella sabía que había ido muy lejos, pero estaba demasiado enfadada como para reconocerlo.
-. ¡Y tu vanidoso primo se merece otra! ¿Quién diablos se ha creído que es? ¡Llamarme muñeca y acariciarme el pelo como si yo fuera un juguete! ¿Y cómo te has atrevido tú a comportarte así, haciéndole creer me rebajaría a ser tu chica? .-¿Rebajarte...? -repitió nick nervioso, con ojos brillantes.
-¡Sí, rebajarme! -confirmó miley emblando-. Las mujeres no somos objetos que los hombres puedan poseer...
-Yo podría persuadirte de que me pertenecieras si quisiera -declaró nick medio gritando.

miley respiró hondo al escuchar aquello. Lo escrutó con ojos irritados y contestó:
-¿Con qué? ¿Con un hacha primitiva? Porque déjame que te diga una cosa: sólo conseguirías que entrara en la cueva familiar no critandome y arrastrándome de los pelos. nick la atrajo entonces a sus brazos sin previo aviso, sin aceptar un no por respuesta, y apretó sus labios contra los de ella. El shock paralizó a miley, pero otra sorpresa aún más grande la esperaba. Cuando aquella sensual boca la poseyó hambrienta fue como si el mundo se hubiera detenido y ella estuviera volando por el cielo, directa hacia el sol. Porque el ardor y el ansia que nick hizo surgir en ella hubiera podido hacer arder todo el planeta. La cabeza le daba vueltas, todo razonamiento fue suspendido durante aquel instante de pura sensación. nick la estrechó con más fuerza aún, y miley sintió que la sangre le hervía por las venas. nick se apartó de ella con respiración entrecortada y ojos brillantes, con una sonrisa de satisfacción que fue incapaz de ocultar.

-No necesitaría usar la fuerza contigo, miley. Vendrías a la cueva familiar como un corderito -comentó contento, con voz espesa. Mientras las brumas de la intoxicación se despejaban miley miró aquellos bellos y oscuros rasgos. nick se puso tenso, entrecerró los ojos y trató de apartarla de sí. Una ola de rubor invadía a miley, que jamás se había sentido más violenta. No podía creer que hubiera sucedido lo que había sucedido. No podía creer que él la hubiera hecho sentirse así. El silencio reinaba tenso, espeso, como una trampa en la que ninguno de los dos quisiera arriesgarse a caer.
-Yo... yo -comenzó a decir miley, tratando de buscar una excusa que pudiera justificarlos a los dos- ... no debería de haberte dado una bofetada, te has puesto furioso y...
-A los hombres griegos no les gusta que se ponga en entredicho su masculinidad -dijo nick dejando que una risa irónica escapara de sus labios -.Pero la verdad es que te he besado porque he querido. Tal y como tú acabas de decir, hay que llamar a las cosas por su nombre.

Perpleja ante aquella admisión, miley se quedó mirándolo para volverse luego hacia la ventana. miley confesaba sentir la misma atracción que la estaba volviendo loca a ella.

-Naturalmente no repetiremos la experiencia - añadió nick con sencillez, poniendo punto final a la conversación. miley, de perfil, se puso tensa. nick sólo había afirmado algo evidente, algo que ella misma hubiera podido decir, pero a pesar de todo se sintió mortificada. Aquello era una advertencia, y se sentía humillada. Al fin y al cabo era él quien la había besado, y sin embargo se sentía en la obligación de reprimir cualquier idea estúpida que ella pudiera concebir. ¿Quién diablos se había creído que era? ¿EI hombre más irresistible del mundo? Sí, pensó. Y toda aquella seguridad en sí mismo no era vanidad. nick lo tenía todo. Era atractivo, tenía dinero, poder. ¿Cuántas veces lo había rechazado una mujer? ¿Y cuántas alentado? A pesar de todo tenía que defenderse.
-He dejado que me besaras porque te has mostrado terriblemente... -No quiero seguir discutiendo sobre esto -la interrumpió nick-. Hoy no estoy muy centrado, me enfado enseguida.

Sin embargo nick había cambiado las ideas de miley acerca de su propia sexualidad. En un santiamén. Ante el deseo de volver a estrecharlo entre sus brazos lo único que podía hacer era resistir. Nunca hubiera soñado que ningún hombre la excitara tanto, la dejara tan hambrienta. Y el hecho de que nick jonas tuviera ese poder sobre ella la tenía perpleja. La limusina subió por una calle empinada. Sobre un acantilado de altura espectacular surgió un enorme tejado. La casa parecía más grande cuanto más se acercaban. No era un villa, era todo un palacio.

-¿Es ésta tu casa? -preguntó miley. nick asintió mientras la limusina paraba delante de la gigantesca edificación -. Si vas a estar con tus amigos y tu familia será mejor que busques una habitación donde encerrarme, no quiero inmiscuirme en tus...
-Tú te quedas conmigo -la interrumpió él tranquilo.
-¿Y qué se supone que debo decir cuando la gente me pregunte? ¡Ni siquiera sé cómo se llamaba tu padre! -respondió miley sin disimular su incomodidad.
-Se llamaba Leon, tenía setenta y un años y yo era su único hijo -informó nick con voz espesa-Era una de esas buenas personas que tú has mencionado antes, y su muerte ha sido repentina e inesperada.
-No tuviste la oportunidad de decirle adiós. Eso es, difícil de asimilar -comentó miley recordando sus propias penas. nick la miró de reojo, con desdén.
-Ahórrate los tópicos, mi padre y yo llevábamos tiempo separados.
-No era un tópico. ¿De quién era la culpa de que estuvierais... separados? -se atrevió miley a preguntar.
-Miley...
-Pero tú no podías saber que...
-¡Eso no es asunto tuyo! -gritó nick.

Ambos salieron del coche. miley miró de reojo a nick que, tenso, reprimió un suspiro. Estaba decidido a contener sus emociones tal y como, supuestamente, todo hombre debía hacer. Hubiera sido mucho más fácil para una mujer. En aquel momento nick jonas era como un volcán, luchando por tragar toda la lava emergente, a punto de estallar. miley dejó que la adelantara. Un montón de sirvientes se alineaban esperándolos en el opulento vestíbulo. nick dijo unas palabras. miley vaciló y miró a su alrededor. De pronto una morena apareció inesperadamente en el dintel de una puerta. nick, que no la había visto, miró para atrás con gesto imperioso.

-¡miley! -la llamó impaciente. Ruborizada ante las miradas curiosas, miley aceleró el paso. Justo cuando nick alargó una mano para tomar prisionera la de ella, la morena se acercó caminando. No debía de tener ni treinta años. Tenía el pelo corto y negro, y los ojos oscuros y exóticos. Y llevaba una ropa y unas joyas impresionantes.
-Sabrina... -la llamó nick apretándole la mano a miley.

Sabrina plantó un frío beso sobre la mejilla de nick y ambos comenzaron a hablar en griego. La morena ignoró a miley que, lejos de molestarse, estaba irritada por la cabezonería de nick al mantenerla a su lado. Él continuó hablando con la griega, que miley supuso sería una pariente cercana, mientras las guiaba a ambas hacia un salón. Entonces comenzó a llegar más gente y Sabrina asumió el papel de anfitriona. nick había soltado ligeramente la mano de miley, que trataba de escabullirse hacia un rincón. Pero nick no solo la retenía, sino que de pronto la hizo adelantarse y comenzó a presentarle a gente. No obstante miley no pudo mantener ninguna conversación con nadie. Muchas miradas recaían sobre ella, pero
nick no dejaba de llevarla de un lado a otro. Intercambiaba unas palabras aquí, una frase allá... estaba tan tenso que era incapaz de dialogar con nadie.

-¡Cristos, odio esto! -murmuró nick entre dientes, de pronto.
Unos minutos más tarde un hombre mayor lo abrazó forzándolo a soltar a miley. Ella dio un paso atrás y después comenzó a caminar hacia el balcón, que parecía recorrer toda la fachada de la casa. Salió y respiró hondo aquel aire cálido. Las vistas sobre el valle eran increíbles. Un interminable cielo azul abovedado cubría las crestas de los pinos sobre los que había flores que salpicaban color. Al fondo, mucho más abajo, majestuosas formaciones rocosas se internaban en el brillante azul turquesa del mar. Era tan hermoso que casi producía dolor. miley estuvo admirando las vistas durante un rato. Después, consciente de su cansancio, se dio la vuelta y vio a nick. Era tan alto que era imposible no verlo. Tenía el ceño fruncido y miraba a su alrededor sin descanso, prestando escasa atención a lo que le decían. De pronto su mirada se posó sobre miley, iluminándose como una estrella, y su rostro se relajó. miley colisionó contra aquellos ojos negros brillantes. Su corazón comenzó a latir y se le secó la boca. Observó a nick caminar a grandes pasos hacia ella. Tenía centrada en él toda su atención, y era tan incapaz como él de apartar la mirada. Ambos parecían ciegos a los murmullos y a la especulación que aquella escena estaba suscitando.

-¿Dónde diablos te habías metido? -preguntó él con la respiración entrecortada, fuera de tono, a dos pasos de ella. Emanaba de él tensión a manos llenas. Escrutó el rostro de miley con ojos negros intensos y feroces y preguntó-: ¿Pero por qué quiero estar contigo justo ahora?
-¿Será que se ha convertido en una mala costumbre eso de vigilarme para que no llame por teléfono? -preguntó miley.

En ese instante Sabrina Teriakos se acercó a ellos a paso lento. miley se ruborizó bajo su atenta mirada, inquisitiva y fría. Se sentía incómoda en presencia de aquella mujer, aunque no sabía por qué.
-La señorita cyrus parece exhausta, nick. Estoy segura de que apreciaría mucho si pudiera retirarse a descansar.
-Sí, sí... me gustaría -intervino miley. La bella morena sonrió y miró a miley con aprobación. nick llamó a una criada con un imperioso gesto de los dedos.
-Te veré más tarde -dijo nick volviendo a entrar en el salón.

¿Por qué sentía como si lo estuviera abandonando?, se preguntó miley inquieta y molesta mientras seguía a la sirvienta. Apenas lo conocía, ¿qué estaba pasando?
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Chicas: Hasta aqui la dejo por hoy porque ya es tarde y me queman los ojos, me levante temprano para hacer mis tareas y me declaro anti-fan de Quimica, es lo peor :c y la Isy dice que es facil -.- que de jodan ahahaha, bueno mañana subire mas trare de no perdeme por que extraño mucho sus comentarios y estar en permante contacto con ustedes c: tranquilas que sigo viva..con muchas tareas...pero viva c:
Quiero agradecerle a la IsySmile c: que me iso el diseño de la banner de arriba que -depende si ven esto antes o depsues- peuden apresiar c: esta chica sabe usar esa cosa de photshop mucho mucho mejor que yo c: ahaha tengo que contarles tantas cosas y aventuras que he pasado este tiempo uff, que escribiria por horas, pero tengo que tener presente que mis amigas comen helado en cono, esepto la Vale que el otro dia se le cayeron dos en menos de 5 minutos ahah esa chica si que nos hace reir..pero bueno, me alegran la vida al igual que ustedes, quiero que me comenten c:, quiero sentirlas cerquita mio y quiero que me cuenten un poco como han estado sus dias y que han estado haciendo en mi ausencia c:, tambien las que fueron al concierto de Miley, cuentenme su experiencia c:

[Pd: Dejenle ls gracias a IsySmile c: ahaha ella arreglo el diseño es importante y no le digan que le dije ahaha no ya si me volvi loca, tranquilas es el sueño, aun no me han perdido]

              Las quiere muchoo Varyy

- Ah se me olvidaba pronto les subire una nove hermosa que no esta en la web...y les encantara c:

"La petite amie enceinte" Cap.5 HOT

-Espero que hayas dejado mi casa en orden -recalcó entonces miley en voz alta-. Y que la hayas dejado bien cerrada -añadió sin poder evitar que un gemido saliera de su boca-. ¡Por el amor de dios! ¿Cómo diablos has entrado con la alarma conectada? ¿Has vuelto a conectarla...?
-Mis empleados de seguridad no son estúpidos -alegó nick ofendido-. Lo han dejado todo en orden.
-Debe de ser reconfortante saber que cuentas con empleados tan eficientes como ladrones -comentó miley. nick le lanzó una mirada tormentosa
- Es de mala educación ignorar a las personas - añadió ella dándose la vuelta.

Lo cierto era que no era más que una mujer de la limpieza, se dijo miley exasperada. El escalafón más bajo de todo el personal. Y estaba tratando con un hombre acostumbrado a ser servido a todas horas. El hecho de que se comportara desde ese momento como si fuera invisible no abrumó a nick, que evidentemente esperaba que se mantuviera en un respetuoso silencio y que no hablara a menos que le preguntaran. Sin embargo miley nunca había sido una persona callada. De pronto sintió frío, así que sacó el abrigo de la bolsa, le quitó la etiqueta y se lo puso. Le llegaba hasta el suelo. Si se subía el cuello parecería un fantasma.
-Toma -dijo nick jonas tendiéndole su móvil. miley parpadeó confusa-. Tu historia encaja. Demitrios, el que ha ido a tu casa a por el pasaporte, lo confirma. Puedes llamar al propietario de la librería.
miley marcó el teléfono. En cuanto escuchó la voz del señor Barry le explicó que faltaría al trabajo un par de días y se disculpó por no haber avisado con más tiempo. Puso de excusa la enfermedad de un amigo. Luego colgó el teléfono. nick la miró de reojo.

-Eres una buena mentirosa, resultas muy convincente.
Unas cuantas horas más tarde nick había cambiado de estado de ánimo. Miraba a su alrededor con curiosidad. En el interior del jet los asientos eran de piel de color crema y la decoración elegante. El espacio destinado a los pasajeros parecía más un salón de lujo que un avión. ¿Acaso nick jonas se daba cuenta de la suerte que tenía? ¡En absoluto! miley observó a su anfitrión. Habían estado esperando a que el aeropuerto les concediera permiso para despegar, y mientras tanto él había recorrido la habitación de un lado a otro rebosante de frustración e impaciencia. Por fin habían despegado, pero él seguía exactamente igual. miley estuvo contemplándolo. Tenía el cabello negro azulado, perfectamente peinado, con un estilo que encajaba con la forma de su cabeza. Los ojos, espectaculares, estaban enmarcados por largas pestañas negras. Las pupilas eran del color de la noche, capaces de brillar como las estrellas. Y los fuertes pómulos le añadían carácter. La nariz, arrogante, parecía advertir de ello. ¿Y aquella boca, generosa y perfecta? Inspiraba pasión y sensualidad. miley no pudo dejar de preguntarse cómo tal conjunto de rasgos podían dar lugar a un rostro tan devastador. Para cuando llegó a ese punto de la reflexión se dio cuenta de que estaba excitada, y tuvo que admitir algo que hubiera estado perfectamente dispuesta a negar. ¿A quién había querido engañar al decir que nick jonas le producía repulsión? Aquella revelación dejó atónita a miley, que hacía años que no se sentía atraída por ningún hombre.
Pero tenía que tratarse simplemente de unas pocas hormonas que, mediante trampas, pretendían recordarle que podía ser tan estúpida como cualquier otra mujer.

nick jonas resultaba increíblemente sexy aún de mal humor, y si era ella quien se había dado cuenta entonces es que era verdaderamente sexy. Poseía esa extraña fluidez en los movimientos que tenían los hombres con perfecta conciencia de su propio cuerpo, se movía como un enorme gato sobre patas almohadilladas. Y su cuerpo era perfecto. Hombros anchos, estómago plano y tenso, caderas estrechas, muslos largos y poderosos... miley iba tomando buena nota de todos los detalles. Un hombre de ensueño... hasta que abría la boca. O mientras no la dejara cargar con las bolsas o la mirara con aquel infinito desdén sin ocurrírsele preguntar siquiera si tenía hambre o sed. nick jonas no era un hombre de sentimientos. Era duro, egoísta, de mente cuadrada y por completo centrado en sus propios deseos... De pronto nick la pilló mirándolo y frunció el ceño. miley se encogió asustada. Los ojos de él iban del dorado intenso al topacio, observó miley sintiendo de pronto que le faltaba el aliento. Sin embargo aquella era uná sensación nueva para ella, como si estuviera al borde de la más pura excitación, incapaz de apartar los ojos de él. Era una excitación enfebrecida. El corazón le latía acelerado en los oídos mientras la boca se le quedaba de pronto seca. Una llama ardiente se retorció en su interior dándole color a su semblante.

-Son las tres de la madrugada en Grecia, deberías tratar de dormir -murmuró nick con voz espesa.
El mero sonido de aquella voz profunda y masculina fue como miel para los oídos de miley, la hizo estremecerse. Parpadeó y se puso en pie.
-¿Dormir?

nick alargó una mano y pulsó un botón. Sus alucinantes ojos estaban semiocultos por las espesas pestañas. miley se sintió intensamente violenta. Mientras se ponía en pie, mirando a todas partes menos a él, apareció una azafata que la guió hasta un compartimento con una cama. miley se dejó caer al borde de ella, desconcertada ante la poderosa reacción de sus pechos y de sus pezones, completamente tensos. Nunca en la vida la había mirado ningún hombre haciéndola sentir una excitación y una urgencia tan fuertes y poderosas. Pero nick jonas lo había conseguido. miley estaba perpleja ante aquel descubrimiento, y tan avergonzada de su reacción física que había sido incapaz de controlarse. ¿Acaso se había dado cuenta él de lo sucedido? Cerró los ojos con fuerza. Estaba asustada ante la sospecha de que nick no sólo lo había notado, sino que además había querido perderla de vista precisamente por eso.
Un par de horas más tarde una voz insistente y suave despertó a miley de un sueño poco reparador.

-¿Señorita cyrus...?
miley se incorporó y se apoyó lentamente sobre los codos. La azafata asomaba la cabeza por la puerta con expresión insegura y una bandeja en las manos. miley se incorporó otro poco más y sonrió aceptando el ofrecimiento.
-Gracias...¿sí?
-Nosotros... bueno, el personal de vuelo y yo nos preguntábamos si querría usted quizá despertar al señor jonas -señaló la azafata-. Aterrizaremos dentro de quince minutos, y naturalmente ninguno de nosotros quiere molestarlo...
-¿Molestarlo? -inquirió miley preguntándose por qué le hacía aquel extraño ruego. -Alguien tiene que despertar al señor jonas para que se vista para el funeral.
-¿El funeral? -repitió miley.
-Me temo que este vuelo va muy retrasado, señorita cyrus. Entre el retraso sufrido en Londres y el de aquí, a la hora de aterrizar, no queda tiempo. El señor jonas tendrá que asistir al funeral directamente desde el aeropuerto. Espero que no lo considere una intromisión, pero quería decirle que todos nos alegramos mucho de que el señor jonas tenga a alguien en quien apoyarse en estos momentos -añadió volviendo a salir.

Miley se quedó mirando al vacío, completamente despierta. De modo que nik jonas viajaba a Grecia para asistir a un funeral. Y ésa era la razón por la que le había comprado tanta ropa negra. El personal de vuelo debía de haber llegado a la conclusión de que ella era una persona importante para nick simplemente por el hecho de que lo acompañaba. Y recordaba haberle oído decir que, precisamente en ese viaje, no deseaba tener compañía. miley no podía dejar de preguntarse de quién sería el funeral.
Tras dejar la bandeja del desayuno a un lado miley se levantó y se apresuró a entrar en el baño. Le hubiera encantado tomar una ducha, pero no había tiempo. Sacó el traje sastre negro y se lo puso. El aspecto que adquirió con él la dejó atónita. La chaqueta se le ajustaba como un guante, marcándole la cintura, destacándole los pechos. Y la estrecha falda se le pegaba a cada curva. Estaba fantástica. miley se ruborizó mientras se miraba al espejo. Aquello era vanidad y superficialidad. Volvió a la zona de pasajeros y vio a nick dormido en una posición imposible en el sillón. Apenas cabía con aquellas largas piernas. Su corazón se enterneció. Él se había quitado la corbata y la chaqueta, y llevaba la camisa de seda abierta. El escote moreno y el mentón, con la sombra de una barba naciente, le hacían parecer más joven, más accesible. Y además parecía exhausto. Le hubiera ido bien la cama de no haber estado ella.
miley se puso tensa. Todo el personal de vuelo temía molestarlo e inmiscuirse en su dolor, y ella no había hecho otra cosa desde el momento de conocerlo. Se sentía culpable. Era natural que no hubiera estado de humor. Puso una mano sobre su hombro y lo sacudió. Sus largas pestañas se levantaron lentamente. nick suspiró y miró el reloj. Se puso en pie y se dirigió al compartimento en el que estaba la cama.

-¿Señor jonas? -lo llamó miley. nick se quedó quieto, pero no contestó-. No sabía que ibas a un funeral.
-¿Es que no lees los periódicos? -preguntó él dándose la vuelta con el ceño fruncido.
-No, no tengo tiempo.
-Es el funeral de mi padre.
miley respiró hondo, pero eso no la hizo sentirse mejor. La circunstancia no podía ser peor. Era natural que hubiera deseado estar solo, pero entonces, ¿por qué había insistido en que lo acompañara? Hubiera deseado comprender por qué aquella información que había oído era tan importante. nicck había estado trabajando hasta la noche antes del funeral de su padre. ¿Acaso su muerte había sido repentina? ¿No hubiera debido de estar antes con él?

Eran más de las siete de la mañana cuando nick y miley aterrizaron en el aeropuerto de Atenas. El sol lucía brillante. Los guardias los saludaron con gesto grave al pasar la aduana, y pronto una ola de periodistas con cámaras, gritando, se acercó a ellos. Sólo unos cuantos guardias los contenían. miley se quedó helada al sentir los flashes de las cámaras. nick puso un brazo alrededor de sus hombros y la guió por el aeropuerto imperturbable, sin contestar a una sola de las preguntas que le dirigían en todos los idiomas.
-¿Quién es la mujer que lo acompaña? -oyó miley que preguntaba un hombre en inglés.
miley estaba escandalizada ante el comportamiento de los paparazzi. ¿Qué había sido de la intimidad? nick jonas se dirigía al funeral de su padre, ¿acaso lo seguían fuera a donde fuera?
Con frecuencia en el trabajo, durante los descansos, miley había oído hablar a sus compañeras sobre la vida privada de nick. Era la comidilla interminable de los titulares y de la prensa amarilla. Había tenido aventuras con las mujeres más atractivas, y se le consideraba todo un dios del sexo. Pero miley siempre se había considerado por encima de todo eso. No le inspiraba el menor interés un hombre al que ni conocía ni podía conocer, así que no había prestado atención. nick y miley cambiaron de terminal y entraron en una pequeña sala de espera.

-¿Es siempre así con los periodistas? -preguntó ella.
-Sí, bueno, me temo que hoy tu presencia ha causado más excitación de lo habitual -contestó nick encogiéndose de hombros.
-Pues espero que nadie me reconozca. ¿A qué estamos esperando?
-A un avión que nos llevará a la isla en la que se celebra el funeral. Otro vuelo, pensó miley reprimiendo un suspiro. El viaje parecía interminable.
-¿Otra isla?
-Chindos. ¿Pero será posible que no sepas nada de mí? ¡Es que no sabes nada! -comentó nick sorprendido-. No estoy acostumbrado.
-Pero apuesto a que es bueno para ti... es la prueba de que no eres el centro del universo - musitó miley haciendo una mueca-. Lo siento, lo siento, sólo estaba pensando en voz alta.
-Tienes una desastrosa falta de tacto que debe de causarte graves problemas -comentó nick escrutándola con una sonrisa. -La gente ya me conoce -contestó miley tragando, agradecida de que él no hubiera explotado.
-¿Y por qué siempre buscas pelea? Pareces tan delicada y femenina... -continuó nick sin dejar de observarIa.
-¡No, por favor, delicada no...!
-¿Bonita?
-¡Eso es peor! -lo censuró ella-. Los hombres se niegan a tomarme en serio, es el problema de ser castaña y bajita...
-Pero si tú no eres castaña, tienes un pelo muy llamativo -comentó nick con desdén-. Si de verdad no quieres provocar esa actitud en los hombres no te tiñas de ese color.
-Es mi pelo, es natural. Mi abuela era holandesa, y muy castaña -explicó miley acostumbrada a las sospechas.
-¿Natural? No te creo. Quítate el sombrero.

Tras unos segundos de vacilación miley lo hizo. El color de su pelo brillaba contrastando con el negro del abrigo.
-¿Lo ves? Es natural.

nick miró fijamente aquel cabello. El silencio era tan espeso que podía cortarse. miley lo observó con los ojos entrecerrados. nick era alto y reservado, resultaba exótico. Y el elegante traje le sentaba de un modo impresionante. Pero no podía seguir así. miley se echó a temblar, se daba cuenta de que era incapaz de mantener el control. Cada vez que miraba nick jonas sentía una desesperada e inmensa excitación sexual. No podía soportar que le ocurriera eso con ningún hombre. Era una debilidad, algo irracional, humillante...
-¿Cómo es ser una mujer de la limpieza? -preguntó nick de pronto, medio tartamudeando.
-Escucha, no hace falta que me des conversación.
-Ha sido una pregunta sincera.
-Bueno, bien, pues es... aburrido, repetitivo y además está mal pagado -explicó miley con insolencia-. Así que si esperabas otra cosa siento decepcionarte.
-Y entonces, ¿por qué lo haces?
-Tengo un buen horario, y además no tengo a ningún jefe pelmazo detrás. No me gusta que me controlen.
-Ya me he dado cuenta. Deberías de solucionar ese problema y tratar de buscar un empleo mejor. Aunque quizá no tengas ninguna preparación ni experiencia en ninguna otra cosa.
-Ya tengo planes, gracias. Soy una mujer ambiciosa, dentro de lo que cabe. No estaré abrillantando suelos mucho tiempo -explicó miley burlona.
--No es muy buena idea contarme eso precisamente a mí -comentó nick escrutándola con duros ojos negros-. Yo nunca bromeo con los negocios, miley
-Ni yo. Los negocios son lo primero en mi vida. Y lo último. Lo son todo.
-¿En serio?
-Sí, y te advierto que ya me debes bastante dinero -informó miley amable-. ¿Te has dado cuenta de que espero que me pagues por cada una de las horas que he perdido? -Naturalmente.
-Con horas extra incluidas -especificó mil dispuesta a luchar-. Me tomo muy en serio eso de que me hagan pasar hambre, no me den tiempo para descansar y me tengan despierta hasta las tres de la mañana.
-Eres tu peor enemigo, miley -murmuró nick con ojos sonrientes-. Te hubiera pagado mil veces más si te hubieras quedado calladita.
-Bueno, no soy una avara. Y a propósito, cuando dije que no iba a seguir abrillantando suelos durante mucho tiempo no estaba pensando en lo que oí, eso ya lo he olvidado.
-¿Y cómo has podido olvidarlo? -preguntó él incrédulo.
-Aunque hubiera comprendido la importancia de ese comentario, cosa que no es así, soy una persona honesta. Nunca hubiera tratado de aprovecharme de esa información.
-Los peores son los que se pasan la vida diciéndote lo honestos que son.
-¡Es evidente que creerás lo que se te antoje, así que adelante! -exclamó miley ofendida.
-No puedes culparme por tomar precauciones.

Aquella confiada afirmación llenó a miley de resentimiento. ¿A quién se creía que estaba engañando? Él no había vacilado en utilizar su poder como arma, y el hecho de que ella hubiera tratado de ver el lado positivo de la situación no lo alteraba en nada.
-No te atrevas a justificarte, llama a las cosas por su nombre -advirtió miley-. Si tú y yo no fuéramos quienes somos yo no estaría aquí. Y si emili y yo no necesitáramos nuestros empleos te habría mandado a donde te mereces.
-Me lo imagino -soltó él con voz de seda.
-Y sabes muy bien que arrastrarme de este modo... bueno, no es precisamente un trato de ensueño, ¿no crees? No quisiera ser irrespetuosa, pero no me gustan los funerales.
-¡Pues a mi padre le hubieras encantado! -exclamó nick con un brillo en los ojos.
-¿Es que él era de los buenos?

nick volvió a ponerse tenso. Toda la expresión divertida de su rostro desapareció. En silencio, asintió con gesto duro. Luego le dio la espalda a miley, que hubiera deseado mantener la boca cerrada. Entonces alguien llamó a la puerta. Era hora de marcharse. Ambos salieron al creciente calor del sol y caminaron hasta embarcar en un pequeño avión. ¿Cómo había podido tener tan poco tacto? El avión sobrevoló las aguas del Adriático. Sólo el ruido del motor llenaba el silencio. miley sintió que los párpados le pesaban. Se hundió en el asiento y se durmió.
miley, que tenía temperamento y que de hecho estaba ya alterada, estalló. Reaccionó instintivamente, levantando una mano y abofeteando el rostro de nick con fuerza..