jueves, 24 de marzo de 2011

"Ελληνικό Πάθος" Cap.12 HOT

Miley sintió un escalofrío por la espalda. Entonces, mientras estaba contra la pared, salieron dos mujeres del salón, inmersas en una animada conversación.

—Bueno, lo único que puedo decir es que si esa niña fue capaz de robarle el novio a Selena, hay esperanza para todas nosotras
—¿Has oído el acento que tiene? ¡Casi me morí de la risa cuando la oí hablar! Habla como una paleta...
—A mí me pareció que Nick hacía gestos de lo avergonzado que se sentía. Él es tan refinado. Además, resulta evidente que ella no debe de tener ningún pariente presentable porque yo conozco a todas las personas que han acudido a esta boda.
—Pobre Selena... Imagínate la agonía de ser tan hermosa y verse reemplazada por una criatura con ese pelo castaño, como una muñeca de trapo. ¿Qué te ha parecido el vestido?
—Si estás tan delgada, deberías ocultarlo un poco, no presumir de ello.
—Tenía pinta de ser muy barato. Seguro que lo ha comprado en un saldo. Se veía de lejos que Nick no lo había pagado.

Con la espalda pegada a la pared, Miley esperó hasta que las mujeres hubieron desaparecido. Entonces, comenzó a andar sin rumbo. Solo quería esconderse. Nick estaba recibiendo mensajes de amor en el teléfono móvil, todo el mundo se estaba riendo de ella... De repente, el vestido se le enganchó en el tacón del zapato y, al inclinarse para soltarlo, se dio cuenta de que estaba en el bar del hotel y de que todos los presentes no dejaban de observarla. Al ver que el tocador estaba en la dirección opuesta, se dirigió hacia él tan rápido como pudo.

—Te digo que es verdad... —exclamó a voz en grito un hombre con acento muy refinado—. Te apuesto lo que quieras a que tengo razón. La esposa de Nick está embarazada. Ha estado tonteando con ella a espaldas de Selena y entonces... ¡sorpresa! ¡La vida perfecta de Nick se convirtió en humo!
—Si es eso lo que cree, ¿por qué ha venido a nuestra boda? Se supone que los invitados deben desearle lo mejor a los recién casados —le espetó Miley, sin poder evitarlo—. ¡Las personas como usted son demasiado desagradables como para desearles nada bueno a nadie!
El hombre se dio la vuelta. Al ver a la novia, se sonrojó.
—¡Oh...! ¡Lo siento!
Miley lo recordaba vagamente de la larga procesión de invitados a los que se había visto obligada a saludar. Entonces, sin decir nada más, se dirigió al tocador. Se preguntó si podría emparedarse en uno de los cubículos y quedarse allí para siempre sin que nadie la descubriera. Estudió cuidadosamente su cabello de «muñeca de trapo» y su vestido «barato», que a ella le había parecido precioso. Entonces, no pudo contener las lágrimas durante más tiempo. Desde su punto de vista, el vestido había costado bastante dinero, pero aquella cantidad probablemente no era nada para aquellas personas tan ricas.

Sin embargo, lo que más la preocupaba eran los mensajes que había visto en el móvil de Nick. Una mujer llamada Selena. Recordó el nombre. Sly, la dueña de la peluquería, se lo había mencionado también. Evidentemente, aquella mujer era la que había sido prometida de NIck antes de que Miley lo conociera. Nick la había dejado, pero nadie parecía saber a ciencia cierta por qué.
Sabía que el suyo no era un matrimonio normal, que Nick se había casado con ella, pero que no la amaba. Iba siendo hora de que se acostumbrara a aquella realidad. ¿Cómo podía ella exigirle a su esposo lo mismo que otras mujeres? Se secó la cara, se retocó el maquillaje y decidió volver a la recepción.
Mientras atravesaba el bar, el hombre que había hablado sobre ella anteriormente se acercó a ella.

—Váyase.
—No creo que ni siquiera sepa quién soy. Me llamo lucas y soy de la rama inglesa del clan de los Lombardi.
—No sabía que había una rama inglesa.
—La madre de Nick, Alice, es inglesa. Es la hermana de mi madre —afirmó lucas, sorprendido de que Miley supiera tan poco.
Miley se apartó de él. Se sentía incapaz de regresar a la recepción hasta que hubiera conseguido serenarse un poco más, por lo que se sentó un rato en uno de los sofás que había en el vestíbulo. Se arrepintió al ver que disfrutaba de nuevo de la poco deseada compañía de lucas, que se sentó a su lado y la tomó de la mano.
—Mira, quiero disculparme contigo. Lo que he dicho ha sido una tontería y lo siento. Preferiría que me cortaran el brazo derecho que hacerte daño.
—Ya es demasiado tarde, así que adelante.
En aquel momento, Nick apareció ante ellos. Su repentina presencia sobresaltó a Miley. lucas apartó rápidamente la mano de la de ella. Los hermosos rasgos del rostro de Nick parecían de acero.
—¿Dónde has estado todo este tiempo? ¿Sentada aquí y flirteando con mi primo?
lucas se puso de pie inmediatamente al oír aquella acusación.
—Estaba intentando disculparme ante Miley.
—¿Por qué te estabas disculpando?
—¡Dejadlo, por favor! —exclamó Miley, tratando de reclamar un poco de dignidad—. Todavía no he llamado a Timothy.

Lucas había empezado a hablar con Nick en griego. Era como si Miley no estuviera presente, por lo que decidió marcharse en busca de un teléfono público.
Marcó el número, pero le dijeron que Timothy estaba echándose una siesta. Sarah le preguntó si quería que lo despertara, pero Miley le dijo que era mejor que lo dejara dormir. Tras colgar el teléfono, decidió que en el día de su boda se le negaba hasta el poder hablar con su hijo. Nunca se había sentido tan sola en toda su vida. Sintió que los ojos se le llenaban de lágrimas.

—Miley... lucas me ha contado lo que ha ocurrido.
Era Nick . Le había colocado una mano sobre el hombro. Antes de darse la vuelta, trató de recuperarla compostura.
—No importa.
—Claro que importa
—Justo antes —dijo Miley, dándose la vuelta en aquel momento—, oí a un par de invitadas hablando sobre lo barato que era mi vestido, sobre mi ridículo acento y sobre mi cabello de muñeca de trapo...
—¿Quién diablos...?
—No importa. ¡Todos son iguales! ¡Son horribles! ¿Sabes una cosa? Si hubiera invitado a mis amigos, tal vez habrían bebido más de la cuenta y se habrían reído más alto de lo aconsejable, pero te aseguro que no se habrían dedicado a despellejarte. De donde yo vengo, las bodas son momento de alegría. Además, no sé cómo deshacerme de ese estúpido mensaje —añadió, devolviéndole el teléfono—, pero o estás burlándote de mí o estás siendo demasiado refinado como para decirle a esa mujer dónde debe meterse.
Nick se puso muy serio mientras estudiaba la pantalla del teléfono. Con un dedo, apretó un botón y la pantalla quedó vacía.
—No deberías haber accedido a mis mensajes —le dijo Nick, con gran frialdad.
Miley no podía dar crédito a lo que estaba escuchando.
—Bueno, pues resulta que tu sencillo teléfono no lo era tanto y no pude deshacerse de ese maldito mensaje. Además, creo que estás tratando de evitar hablar del tema. ¡No soy tan estúpida como para no darme cuenta!
—Si levantas la voz una vez más, voy a meterte en la limusina como si fueras un saco de carbón —murmuró él, con la voz llena de amenazas.
Miley contuvo el aliento. Se sentía a punto de explotar por la furia que ardía dentro de ella.
—Ahora, sube a la habitación y cámbiate para que podamos despedirnos de nuestros invitados —añadió él.
—¿Con qué quieres que me cambie?
—En el traje que has traído para irnos de viaje...
—No he traído nada. Tú me dijiste que no nos íbamos a marchar hasta mañana. Eso ha sido la única cosa que sí me has dicho. Y con esto me refiero a que no mencionaste a los doscientos invitados, a la prensa ni el banquete de bodas.
—No me puedo creer que no hayas traído nada para cambiarte, pero supongo que querrás lanzar el ramo.
—Debes de estar de broma. ¿Quieres que desperdicie mis bonitas flores en esa gente?
Quince minutos más tarde estaban en el interior de la limusina, en un completo silencio. De hecho, la incomunicación siguió entre ellos durante largo tiempo, hasta que resultó imposible de soportar.
—Tu cabello es muy hermoso —dijo Nick, por fin—. Si has oído que alguien lo comparaba con el cabello de una muñeca de trapo, es envidia pura. Y tu vestido es maravilloso. Si fue barato, creo que hiciste la compra del siglo. Y a mí me parece que tu acento resulta muy mono. Tú no serías la misma sin él. Lucas estaba borracho, pero siente mucho lo que dijo —añadió—. Sin embargo, tienes que admitir que no podía esperar que la novia se presentara en el bar. No me gusta lo que dijo y estoy furioso con él por haberte hecho daño, pero francamente, no me importa lo que diga la gente...

—¿Como Rhett Butler?
—Él se marchó. Yo no pienso hacerlo... no en mi noche de bodas —ronroneó Nick—. En cuanto al mensaje que viste, era uno antiguo. No sabía que lo seguía teniendo en la memoria. Ahora ya está borrado.
—La gente cree que me has dejado embarazada y que por eso rompiste con tu prometida. No me gusta cargar con las culpas de nadie.
—Es ese sentido, no hay nada de lo que preocuparse.
—¿Era ella muy especial?
—Hubo un tiempo en el que así lo creí —respondió Nick, tras una larga pausa—. Entonces, comprendí que me había equivocado.
—Me gustaría saber lo que ocurrió entre vosotros —admitió Miley
—Eso es algo de lo que no quiero hablar. Ocurrió antes de que te conociera y no tiene nada que ver contigo.
—¿Adónde vamos? —preguntó. Se había dado cuenta de que Selena era un tema del que no se podía hablar.
—Vamos a pasar la noche en mi casa de campo y mañana nos marcharemos a las Maldivas.

Miley nunca había oído hablar de aquellas islas y se sintió avergonzada de su propia ignorancia. Recordó que nunca se había tomado sus estudios muy en serio y que, durante sus años en el colegio, había perdido el tiempo. Seguramente, Nick tendría un título universitario. Decidió que cada vez que abría la boca encontraba más motivos para avergonzarse.
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Chica/os: siento no subir antes todos estos dias me he quedado en la biblioteca haciendo trabajos y llego tardisimo a casa, luego millones de tareas y todo eso D: les subire una maraton de 2 capitulos mas antes de irme a domir y gracias por los 98 seguidores! OMJ! de verdad graciias

                 Varyy

1 comentario:

  1. Awwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww el qap eztuvo ermozoooooooooo!!
    En zerio lo ameeeeeeeee!!
    La parte qe maz me guzto fue:
    —Tu cabello es muy hermoso —dijo Nick, por fin—. Si has oído que alguien lo comparaba con el cabello de una muñeca de trapo, es envidia pura. Y tu vestido es maravilloso. Si fue barato, creo que hiciste la compra del siglo. Y a mí me parece que tu acento resulta muy mono. Tú no serías la misma sin él. Lucas estaba borracho, pero siente mucho lo que dijo —añadió—. Sin embargo, tienes que admitir que no podía esperar que la novia se presentara en el bar. No me gusta lo que dijo y estoy furioso con él por haberte hecho daño, pero francamente, no me importa lo que diga la gente...
    Awwwwwwwwwwwww Moriii qe Tiernooo!!
    Awwwwwwwwwwwww weno zigo qon el proximo qap!!
    xoxoxoxoxooxoxo

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