sábado, 19 de marzo de 2011

"Ελληνικό Πάθος" Cap.7 HOT

—Estás preciosa, cara... —susurró él. Entonces, tomó de una silla una prenda que parecía de piel y se la colocó alrededor de los hombros—. Y ahora pareces una reina...
Había espejos por todas partes. Cuando Miley se miró, vio un hermoso y suave abrigo de piel sintética en color crema, que le llegaba hasta media pierna, y que proporcionaba un bellísimo contraste con el color de su cabello.
—¿Te ganas la vida haciendo que se cumplan los sueños de los demás? —le preguntó a Nick a través del espejo. Al verse junto a él, se echó a temblar y recordó que los sueños nunca duran—. Deberías hacerlo.
—Todavía no ha terminado el día.
En realidad, ya era bien entrada la tarde. Miley no se había dado cuenta de lo tarde que era hasta que salieron de la tienda y vio que ya había anochecido completamente.
—¿Está abierta esta tienda siempre hasta estas horas?
—No. Hoy ha estado abierto solo por nosotros. Ahora, iremos a cenar.

Ezio se incorporó al verlos llegar. Estaba apoyado sobre el capó de la limusina. Al mirar a Miley, su rostro se tensó y se dio la vuelta.
—¿Por qué me ha mirado Ezio de ese modo? —susurró ella, muy afectada.
—Ezio no debería mirarte de modo alguno —replicó Nick, con dureza.
La llevó a un restaurante que parecía ser de los más exclusivos de la ciudad. El maître se acercó rápidamente para saludar a Nick, por lo que Miley dedujo que era un cliente habitual. Mientras avanzaban entre las mesas, la suave conversación desapareció secamente, dejando una sensación incómoda. Todas las cabezas parecían estar pendientes de ellos.
—¿Por qué me da la sensación de que todos nos están mirando?
—Te estás mirando a ti —respondió Nick
—¿A mí? —replicó Miley, atónita.
—Están especulando con tu identidad. Estás muy hermosa con ese vestido...

Al oír aquellas palabras de apreciación, Miley sintió que el corazón le latía aún con más fuerza y sonrió. No creía que nadie tuviera el más mínimo interés por ella, pero aceptó el cumplido.
Cuando se hubieron sentado, se puso a estudiar el menú que el maítre le había entregado. A pesar de que todo parecía estar en inglés, no entendía ninguno de los términos que allí se mostraban.
Cuando llegó el camarero, Miley se sentía al borde del pánico. Todavía estaba buscando frenéticamente un plato que pudiera reconocer.
—Yo te recomendaría el sorbete —murmuró Nick.
—Oh, sí... creo que me gustaría —dijo Miley, aliviada.

Nick estaba charlando animadamente con ella cuando le colocaron enfrente algo que parecía un pudín en una copa muy alta. Trató de no parecer sorprendida y no le prestó atención. Sin embargo, no conseguía saber cuál de los cubiertos debía utilizar. Mientras tanto, Nick se estaba tomando tranquilamente una sopa.
—En realidad, no tengo mucha hambre —dijo, cuando el sorbete empezó a perder su consistencia, a pesar de que se sentía verdaderamente hambrienta.
Cuando llegó la hora de elegir el siguiente plato, decidió mostrarse más segura de sí misma.
—Tomaré una ensalada —afirmó, aunque enseguida lamentó haberlo hecho. Aquello parecía ser un plato especial y se produjo un gran revuelo para decidir el tipo de ensalada que quería tomar. Miley se moría por decir que simplemente le bastaba con un poco de lechuga.

Supo que había utilizado los cubiertos equivocados para tomarse la ensalada porque, cuando los agarró, el camarero se inclinó sobre ella para retirárselos. Sin embargo, decidió pretender que no se había dado cuenta. Al menos, pudo comer algo.
Cuando llegó al postre, se sintió mucho más tranquila. No había duda alguna de que chocolat querría decir chocolate. A los pocos minutos, el camarero le llevó lo que había pedido. Era algo parecido a una tela de araña, que cubría una especie de concha que contenía algo que no era capaz de tomar, y un montón de hojas y bayas que adornaban el plato. Estas últimas sabían a veneno puro y le quitaron las ganas de probar el resto.
—Deberías comer más —le dijo Nick, sin tocar las hojas y las bayas que había en su plato y tomando directamente una porción de merengue con un tenedor.
¿Un tenedor?

Miley apartó el plato y decidió que el hambre era mejor que la vergüenza pública. Decidió que, en cuanto todos se hubieran ido a la cama, iría a asaltar el frigorífico que había visto en la cocina.
En la puerta del restaurante, Nick le rodeó los hombros con el delicioso abrigo. Aquella atención tan personal la hizo sentirse muy importante, pero recordó que, solo dos noches antes, había estado vagando por las calles, hambrienta y asustada. Aquel pensamiento le ayudó a volver a poner los pies en el suelo. Aquel era el mundo de Nick, no el suyo.
Recordó que el beso que él le había dedicado antes solo había sido un coqueteo. Él era un hombre muy atractivo y solo había estado flirteando con ella. Al entrar en la limusina, pensó en su hijo. Timmie, que no era lo suficientemente sofisticado como para pertenecer a aquella clase y al que se le había llamado Timothy, era su verdadero mundo, junto con los pequeños estudios, los caseros, los trabajos interminables y aburridos...
A pesar de todo, contempló a Nick una vez más, tratando de almacenar imágenes para el futuro. No sólo era su atractivo, su innata elegancia; tenía un aura de seguridad en sí mismo que transmitía a ella también. Nada podía ir mal mientras estuviera a su lado. ¿Era posible enamorarse tan rápidamente? Tanto si lo era como si no, tendría que olvidarse de sus sueños de adolescente, de los lujos... Sin embargo, por mucho que se esforzaba, no conseguía dejar de mirarlo.
—No tienes por qué conformarte solo con mirar, cara —murmuró él de repente—. Puedes tocar también.
Atónita. Miley se quedó inmóvil. El rubor volvió a cubrirle el rostro. Con aquellas palabras, se sentía como si Nick la hubiera desnudado delante de una divertida audiencia. Sabía que meterse en la cama con Nick Jonas sería la mayor de las equivocaciones. No solo fracasaría a la hora de transmitirle la imagen que había querido darle de sí misma, sino que se sentiría humillada y barata después.

—¿Para eso me has dado un día de cuento de hadas? —replicó.
—Claro que no —respondió él, tensando el rostro.
—Me has vestido como si fuera una muñeca y me has hecho probar una muestra de lo que presumiblemente, a ti te gusta —prosiguió ella, tratando de aguantar los sollozos que se abrían paso en su interior—, pero yo sigo siendo la misma. Tal vez, no sea muy especial, pero si hubo algo que aprendí de Justin fue que tengo que respetarme más a mí misma.
—En estos momentos, no quiero oír hablar de ese novio tuyo —replicó él, lleno de mordacidad—. Sin embargo, puedes estar segura de que nunca he tenido que chantajear a una mujer para que se metiera en mi cama.

Miley creyó aquellas palabras. No obstante, sabía que si volvía a hablar, se echaría a llorar y quedaría todavía más en ridículo. Cuando la limusina llegó a la casa, se bajó de ella rápidamente y empezó a subir las escaleras antes de que Nick hubiera podido entrar en la casa. Se dirigió directamente a su habitación. Lo primero que hizo fue ir a ver a su hijo. El niño estaba profundamente dormido y Miley decidió que, al día siguiente, se iría directamente a los servicios sociales para buscar un trabajo. El día siguiente sería el comienzo de una nueva vida.

Bajo la ducha, dio rienda suelta a sus lágrimas. ¿Cómo podía haberse sentido tentada? Había sido un día mágico, pero Nick no era muy diferente del resto de los hombres que había conocido. Estaba programado por sus hormonas y siempre dispuesto a aprovecharse de las mujeres.
Se puso el camisón de seda blanco que había llevado la noche anterior. Le quedaba algo estrecho, sobre todo en el escote, pero no tenía intención alguna de bajar vestida de aquella guisa a la calle. Se metió en la cama, pero no consiguió dormir. Entonces, oyó un suave sollozo que procedía de la habitación de Timmie. Rápidamente, salió de la cama para ver cómo estaba su hijo.

El niño seguía dormido. Cuando comprobó que estaba bien y que dormía tranquilamente, decidió que, seguramente, solo había sido un mal sueño. Se dispuso a volver a su dormitorio, pero entonces, en la puerta que comunicaba la habitación con el pasillo, se quedó petrificada al ver a Nick, de pie en el umbral, vestido solo con un par de calzoncillos bóxer de color negro.
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Chica/os: Siento no subir ayer por que he tenido mucha mucha tarea hoy me levante a las 9 de la mañaan y termine a las 7 pm me fui a duchar y recien me termine de secar el pelo cenar y acostar es la primera parte de la maraton...si asi es una mataron por no haberles subido ayer.
            
     Varyy



1 comentario:

  1. Owwwwwwww Thankz qon la Maraton hahahha
    no te lo tomez a mal pero ezqe no ze qe maz dezir tengo pena x lo de no aver qomentado antez pero ezqe no me interezaba la nove ii tambien era el otro problema qe te ezqribi en el otro qap!!
    Pero aora qe lo leo me intereza muxixzimo xD_
    Ezpero me zepaz perdonaz en zerio la lamentoo!!
    Weno el qap eztuvo ermozo awwwww me imagino Nick Jonas en boxer negro o.O
    Me dezmaiio!!
    hahahha
    xD Zigoo..

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