sábado, 19 de marzo de 2011

"Ελληνικό Πάθος" Cap.10 HOT

De repente, una vocecita en el interior de la cabeza le recordó la posibilidad de que se hubiera vuelto a quedar embarazada. Adoraba a su hijo, pero en las circunstancias en las que estaba no podría con un segundo hijo. No obstante, suponía que Nick no la abandonaría como había hecho Justin. Ya le había dejado muy claro minutos antes que él no trataría a la madre de su hijo del modo en que su ex novio la había tratado a ella.
Sin embargo, había tanta tensión entre ellos... Sabía que ya no se sentía relajado cuando estaba junto a ella y todo era consecuencia de una noche de pasión. Lo había estropeado todo. Desde aquel momento, no había podido mirar a Nick a los ojos. La noche anterior, había sollozado y le había suplicado que le hiciera el amor. No podía olvidar aquel detalle. Había estado fuera de control, aunque sabía que aquello era algo que gustaba a la mayoría de los hombres.
Tras acostar a su hijo volvió de nuevo al salón. Se sentía como una gata sobre un tejado caliente. En cuando entró, Nick se volvió inmediatamente para mirarla.

—Cuando dije que nos íbamos a casar, no me estaba inventando ninguna historia, cara.
Miley no entendió lo que él le quería decir.
—Entonces... ¿qué era?
—La verdad de lo que vamos a hacer. No puedo decir que me sienta muy halagado de que hayas creído que yo mentiría sobre algo tan importante —añadió él, en un tono frío que hizo que el asombro de Miley fuera aún mayor—. Nos casaremos en cuanto pueda sacar la licencia.
Ella sintió como si las rodillas se le fueran a doblar. A continuación, lo miró a los ojos por primera vez aquel día. Tenía los ojos muy abiertos, sin entender qué era lo que estaba pasando.
—¿Me estás tomando el pelo?
—Tal vez, te haya dejado embarazada. Anoche me aproveché de ti —susurró Nick—. Eras muy vulnerable y debería haber guardado las distancias. Te llevé a mi cama porque quería...
—¡Eso no importa! ¡Y no te aprovechaste de mí! —protestó Miley, creyendo saber lo que él estaba a punto de decirle.
—Sexo. Solo quería sexo. Lo que sentía era algo tan primitivo como eso —confesó él.

Aquella afirmación destrozó a Miley. Había tratado de interrumpirlo porque había creído que iba a decir que era ella, personalmente, lo que había querido, pero no se había tratado de eso. La verdad era mucho más dolorosa. Cuando un hombre decía que solo buscaba sexo, era como decirle a una mujer que solo había sido el cuerpo que había encontrado más a mano.
Se sentía muy herida por aquellas palabras y deseó que Nick se lo hubiera pensado dos veces antes de decirle lo que sentía.
—Yo te deseaba a ti... solo a ti —confesó ella, desplomándose en el sofá más cercano.
Muy tarde, comprendió que aquellas palabras sólo hacían que su vergüenza fuera aún mayor.
—Lo sé —dijo él, dejando que aquellas palabras la atravesaran como crueles cuchillos—, pero debo ser sincero contigo, cara,
—No me llames así... sea lo que sea, se que significa. Utilizas esa palabra como si tuviera algún significado, pero no es así... Si es eso lo que piensas, ¿por qué has empezado a hablar sobre casarte conmigo?
—Me gustas, Miley , También me gusta Timothy. Creo que podría terminar sintiendo cariño por ti.
Miley quiso morirse en aquel mismo instante. ¿Cariño? El dolor que Nick le estaba ocasionando con aquellas palabras era muy superior al que Justin le había infligido. Tras oír todo aquello, se sentía más patética.
—Hasta hace relativamente poco tiempo, yo estaba prometido a otra mujer.

Aquella afirmación supuso otra bofetada en el rostro de Miley. Sin embargo, algo más fuerte que ella misma, la más poderosa curiosidad, la obligó a levantar la cabeza. En el rostro de Nick, no vio ninguna de las emociones que había esperado ver. De hecho, sus hermosos rasgos parecían estar grabados en piedra
— ¿Prometido?
—Yo terminé con la relación. Todo está terminado y forma ya parte del pasado —murmuró él—. Solo lo he mencionado porque, mientras estaba comprometido, me acostumbré a la idea de estar casado y sigo necesitando una esposa.
—¿Para qué? —preguntó Miley, sin poder evitarlo.
—Algún día, quiero tener una familia.
—Oh...
—También necesito una esposa para que se ocupe de los asuntos domésticos y reciba a familiares y amigos. Una esposa que trate de ser una hija para mi madre, que está muy enferma —dijo Nick, mucho más relajado hablando de cosas más prácticas—. Una esposa que me haga la vida más cómoda, porque ya he pasado la época de mi vida en la que me gusta pasar el tiempo, mejor dicho, desperdiciarlo con una gran variedad de mujeres.

Esperaba mucho de la mujer que se convirtiera en su esposa. Miley estaba segura de que ella nunca podría estar a la altura de tales requerimientos y se sorprendió de que él no se hubiera dado cuenta.
—Tú podrías aprender a ser la esposa que yo quiero —concluyó él—. Debes saber que tengo buenas razones aparte del riesgo de que te hayas quedado embarazada para hablarte de matrimonio.
—Seguramente nos estamos preocupando sobre una tontería...
—¿Tú crees? Eres joven y fértil y yo preferiría no tener que esperar a que haya pruebas de una cosa u otra —afirmó él—. Si esperamos y al final resulta que nace un nuevo niño, habrá personas que creerán que me vi obligado a casarme contigo. Eso sería muy humillante para ti.

La seguridad que Nick parecía tener de que la hubiera dejado embarazada asustó a Miley. Sin embargo, ¿cómo podría casarse con un hombre que no sentía nada por ella? ¿Significaba esa pregunta que estaba considerando su oferta? Por supuesto. Sabía que ni siquiera tenía que echar mano a los sentimientos que tenía por él para tomar aquella decisión. No tenía nada que ofrecerle a Timmie, pero como «Timothy» tendría una vida llena de oportunidades. Si se casaba con Nick a su hijo no le faltaría de nada. Tendría un hogar, amor, seguridad y un hombre dispuesto a ser su padre. A Nick le gustaban los niños. De hecho, tenía que reconocer que se había topado con la suerte el día en que se cayó delante de la limusina de Nick.

—¿Cuándo empezaste a pensar en todo esto? —preguntó ella, tratando de mostrarse tan lógica y tranquila como él.
—Diez minutos después de que te marcharas de mi dormitorio anoche —admitió Nick—, Nunca me he sentido tan culpable en toda mi vida.
—Gracias —susurró ella, con voz temblorosa.
Por primera vez, tuvo que esforzarse para evitar que las lágrimas se le derramaran.

—Yo cuidaré de ti y de tu hijo. Tú me necesitas y a mí me gusta sentirme necesitado. De hecho, estoy acostumbrado a sentirme necesitado.
—Podrías enamorarte locamente de otra mujer...
—Debes de estar bromeando —dijo Nick, con un tono de gélida repulsión.

Estaba muy seguro de sí mismo, confiado de que sabía todo lo que había que saber. Recordó la ansiedad constante que había sentido cuando luchaba por sobrevivir y se sintió reconfortada por la aplastante seguridad que él demostraba. ¿Cómo podía estar tan seguro de que ella no iba a rechazar aquella oferta?
Miley sentía algo muy especial por él y era incapaz de ocultarlo, por no mencionar también que no tenía ni casa ni dinero. Él era muy guapo y rico, un buen partido para alguien como ella. Su corazón le decía que debía rechazar de plano aquella oferta. ¿Acaso no estaba mal dejar que cometiera un error tan garrafal? No la amaba, casi no la conocía y, con el tiempo, tal vez llegaría a despreciarla por los errores que ella haría irremediablemente al tratar de adaptarse a su mundo. Sin embargo, Nick tenía razón en que podía aprender. Una parte de ella, de la que no estaba muy orgullosa, quería desesperadamente aceptar aquella oportunidad.

—No debería aceptar lo que me ofreces.
—Pero lo harás —dijo Nick, tomándola de las manos para que se levantara.
La repentina sonrisa que él le dedicó hizo que algo en su interior despertara lleno de excitación. El olor tan agradable, tan familiar que él desprendía le recordó sus anhelos pasados. El simple hecho de que estaba a pocos centímetros de ella la hacía temblar.
Nick la besó brevemente, del modo en que era un maestro. Entonces la soltó, a pesar de que Miley se había sentido dispuesta a aferrarse a él.
—Seremos muy convencionales y esperaremos a nuestra noche de bodas —decretó Nick, con voz firme.
Entonces, por primera vez, Miley se dio cuenta de que podía ansiar sus caricias como si fuera adicta a él y, al mismo, tiempo, querer rebelarse.
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Chic/os: Fin de la maraton subi 4 capitulos que conste mañana subo otro, espero que me comenten al menos dos personitas asi mi animo subita oh si mañana ams tareas y cosas por hacer uff terminare sacandome un ojo -literalmente- ahaha bueno ya es tarde y se me cierran los ojos solos D: estoy casanda y tengo el cuepro relajado, mi leche calientita me espera :B.
Los adoro y extraño los comentarios de mis lectoras que antes comentaban D,: diganme que estan ahi...que aun les gusta el blog :'(...no sean fantasmas, por que me siento NO querida...buh buh buh yayay yas quiero..

                Varyy

6 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Muy linda la nove... estrañava tus noves!!! y ahora me puse al dia.. jajaja espero el otro capi pronto!!!un beso y cdt!!


    ♥Pry♥

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  3. me encantooooo♥
    el maraton los 4 k subiste
    muuy padresss
    espero el k sigue ya sabes me facina como escribess ;D

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  4. Me encantó el cap ^^
    porfavor siguela pronto, amo tu nove (:!

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  5. Wau m encanto el cap... ♥ y cada cap se pone mas lindo ... Espero q Nick se enamore d Miley y no la haga sufrir...:( buen un besho grande.. y espero q te ayamos subido el animo.. y tu blog es muy lindo asi q no te preocuper q seguimos y seguiremos leyendo tus noves... un beso inmenso... :D cuidate... tkmmmm ;)

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  6. Ez zierto puede qe algunaz noz dezaparezqamoz un tiempo pero ziempre vamoz a volver ezpero leez loz qmentarioz qe te eztoii dejando
    u.u
    ii me enqantaria volver a eztar en una aunqe zea minuzqula parte de tu corazon iia qe me ziento la peor perzona del mundo x aver dezaparezido de eza forma u.u
    Eztuvieron ermozoz loz 4 qapz de la maraton!!
    Zigooo...

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