—Señorita Cyrus... Me llamo Ezio Farretti.
La limusina se detuvo frente a la entrada del hospital. Mientras el chófer salía del coche para abrirle la puerta, lo que solo era una artimaña para conseguir que su equipo de seguridad se preparara para su salida, Nick vio el reflejo de un cabello cobrizo entre los coches del aparcamiento. Rápidamente, abrió la puerta por sí mismo y salió corriendo en la misma dirección.
—¡Miley!
Al oír aquel grito justo cuando creía que estaba completamente a salvo, Miley sintió una fuerte opresión en el pecho. La sangre se le heló en las venas de puro miedo y, automáticamente, se aterró a su hijo.
—¿Dónde diablos te crees que ibas?
Nick era la última persona que ella habría esperado encontrar. Por primera vez, al estar frente a frente con él, comprendió lo alto que era. Tenía los hombros anchos, como un jugador de rugby, y un físico que ni su elegante traje oscuro lograba ocultar.
—Yo... Voy a encontrar un albergue para las personas sin hogar.
—¡Y un cuerno! —le espetó él—. ¿Dónde está su sillita?
—Yo... no pude encontrarla...
Miley estaba temblando. Su propio conflicto interior sobre lo acertado de su decisión se veía intensificado por la desaprobación que emanaba de Nick Jonas.
—Dame a Timmie...
Estaba tan aturdida y tan avergonzada que, instintivamente, obedeció lo que aquella voz tan autoritaria le había ordenado. Sin embargo, un segundo después, no pudo creerse que hubiera sido capaz de aquello y se enfrentó a Nick Jonas.
—¡Devuélvamelo!
—No hasta que accedas a volver al hospital y esperes a ver a la asistente social, que solo quiere ayudarte —le recordó Nick, reconociendo perfectamente la causa de tanto temor.
—¡No puedo hacerlo!
En aquel momento, Nick vio a Ezio. Estaba a pocos metros de ellos, observándolo completamente atónito.
—Debes mostrarte sensata —afirmó Nick.
En aquel momento, notó que el pequeño se ponía completamente rígido y que lanzaba un grito al notar la angustia de su madre. Timmie estaba a punto de explotar. En cualquier momento, una histeria colectiva iba a estallar entre madre e hijo.
—¡Por favor, devuélvamelo! —gritó la joven.
Un hombre, que acaba de abrir la puerta de su coche, los observaba como si se estuviera pensando si debía intervenir. Nick decidió tratar de calmar a la muchacha.
—Mi coche está muy cerca. Hablaremos de esto tranquilamente en privado.
Miley estaba completamente desconcertada, pero siguió a Nick. Cuando el chofer les abrió la puerta de la brillante limusina plateada, Nick entró rápidamente para evitar una escena en público. Miley lo siguió y sintió cómo la puerta se cerraba a sus espaldas. Nick Jonas tenía a su hijo en brazos mientras hablaba por teléfono en su idioma materno.
Fue entonces, cuando, asombrada, se dio cuenta de que su hijo estaba sonriendo. ¡Él, que nunca sonreía a nadie más que a ella! Aquello la confundió aún más. Se sentía enferma, mareada y asustada.
—Por favor, devuélvamelo...
—Mira, no tengo tiempo para esto en estos momentos. Tengo una reunión muy importante —le dijo Nick, mientras hacía algunos ajustes en el asiento que había enfrente del suyo. Para sorpresa de Miley , apareció un asiento infantil completo.
—Señor Jonas, yo...
—Puedes quedarte en mi casa durante unos días hasta que te sientas más fuerte —la interrumpió Nick—. No estás en condiciones de tomar decisión alguna en estos momentos. Te daré tiempo para que pienses en tu situación.
—¿Su casa? —preguntó Miley, atónita por lo que acababa de escuchar.
En aquellos momentos, Nick estaba colocando a Timmie en el asiento. Después de ajustarle todos los cinturones, se volvió a recostar en su asiento con un aire de satisfacción por su propia eficacia.
—¿En su casa? —repitió ella, incapaz de pensar en nada. Había dormido muy poco, esperando la oportunidad de poder escapar del hospital.
—¿Por qué no? —preguntó Nick, aunque algo en su interior le decía que no era propio de él reaccionar de un modo tan impulsivo.
Daba millones para causas humanitarias. ¿Por qué había tenido que implicarse personalmente en aquel asunto? A pesar de sus dudas, decidió que su intervención era más que necesaria. Sin ayuda, había una posibilidad real de que Miley Cyrus terminara vendiendo su cuerpo por el precio de la siguiente comida. Tenía la palabra «víctima» escrita sobre la frente...
—¿Que... por qué no? —Repitió Miley—. Porque la gente no hace cosas como esa por personas que no conocen.
—Tú decides.
Miley se tensó. Sabía que Nick Jonas le estaba ofreciendo un cable de salvación. Un tejado, una cama, no tener que preocuparse por lo que iba a comer en los próximos días. Era un hombre extraordinario. Era tan amable...
—De acuerdo.
—Lo prepararé todo.
Nick volvió a tomar el teléfono y habló con Ezio. Hubo un momento de la conversación en el que el hombre se volvió para mirarlo con el ceño fruncido, gesto al que Nick no prestó atención alguna.
A Miley le encantaba aquel acento tan dulce, a pesar de que no tenía ni idea de qué estaba diciendo. Al sorprenderse de nuevo con aquellos pensamientos, ella se sonrojó vivamente.
—En cuando me haya dejado en mi reunión, mi chófer te llevará a mi casa. Si tienes algún problema, habla con Ezio. Él sabe inglés, pero la mayoría de los empleados de mi casa no lo hacen.
Miley asintió y trató de imaginarse el mundo en el que una persona tendría empleados en la casa. Al observar de nuevo a Nick, sintió que el aliento se le helaba en la garganta. Tenía unos ojos tan hermosos...
Minutos después, él se bajó delante del edificio de Jonas Industries. Entonces, Ezio se aclaró la garganta.
—A la señorita Gomez no le gustará que haya otra mujer en la casa, jefe —le dijo.
—La boda se ha cancelado, Ezio —replicó Nick, con voz gélida.
Con eso, entró en el edificio, dejando al guardaespaldas completamente atónito. Entonces, el hombre volvió a meterse en la limusina y el vehículo arrancó rápidamente.
Asombrada, Miley miró a su alrededor. Solo la ligera molestia que tenía en la parte posterior de la cabeza logró convencerla de que no estaba soñando. De verdad estaba sentada en la lujosa limusina de Nick Jonas y, al menos durante algunos días, no tendría que preocuparse de nada.
En aquel momento, se dio cuenta de que aquel hombre debía haberse apiadado de ella. Miley solo era un caso más, una obra benéfica para un hombre como Nick Jonas. Decidió que trabajaría en su casa y trataría de devolverle su generosidad del único modo que sabía.
¿Cómo había llegado hasta aquella situación? Había ocurrido poco a poco. Todo había empezado el día en que se empezó a relacionar con Justin Gaston. Aquel había sido su peor error.
Miley había crecido en una granja en Exmoor, que su padre tenía en alquiler. Sus padres se habían casado tarde y su madre había entrado ya en la cuarentena cuando Miley nació. El hecho de que la madre no hubiera vuelto a concebir había sido una gran desilusión para sus padres, dado que aquello significaba que no habría un hijo que ayudara al padre cuando este fuera demasiado viejo para realizar algunas de las tareas más duras
Había tenido una infancia feliz, pero como era hija única, la habían mimado un poco. Sus padres la habían animado a estudiar en la universidad, pero Miley había preferido encontrar un trabajo para poder tener su propio dinero y poder pasar más tiempo con sus amigas, que vivían en una ciudad cercana.
Durante los dos primeros años, lo único que la había preocupado había sido tener dinero para poder comprarse la ropa de moda y encontrar un novio. Sin embargo, aunque los chicos se le habían insinuado abiertamente, todos lo habían hecho con la única pretensión de satisfacer un deseo sexual. Por mucho que le gustara mostrarse liberal delante de sus amigas, el hecho de haberse criado en una casa en la que aquella clase de comportamiento no era aceptable le había impedido hacer nada que disgustara a sus padres.
Entonces, en el día en que cumplió dieciocho años, Justin había aparecido en su vida. Justin, con su deportivo de segunda mano, una descarada sonrisa y una impresionante aura de sofisticación. Era uno de los socorristas en la piscina y siete años mayor que ella. Miley se había sentido muy emocionada cuando le pidió una cita y se sintió completamente enamorada de él al final de la primera semana, aunque no tanto como para meterse en la cama con él.
El lado sexual de una relación nunca la había atraído mucho. Siempre había preferido el romanticismo, el agarrarse de la mano... Le bastaba con escucharle hablar sobre sus planes de convertirse en instructor en un gimnasio de moda en Londres y admiraba el hecho de que tuviera una meta y una ambición.
—Es demasiado moderno —le había dicho su madre, cuando finalmente le conoció.
—Es un arrogante — había suspirado su padre—. Y es mucho mayor que tú. Estarías mejor con un muchacho de tu edad.
Justin la había dejado tirada en un par de ocasiones y se había ido con otras chicas. Cada vez que había regresado a ella, Miley no había podido evitar perdonarlo. Entonces, Justin consiguió por fin el trabajo con el que tanto había soñado. Miley, tratando de ocultar que aquella noticia le había roto el corazón, se fue con él y sus amigos a celebrar la última noche juntos.
El alcohol había desfilado delante de ella. Justin la había animado a beber y ella, por no ser menos, había obedecido. Justin había dicho que ella era su chica, que mandaría a buscarla cuando tuviera un apartamento... Al oírle hablar de aquel modo, ver que Justin la incluía en sus planes, Miley se había sentido llena de felicidad.
—Te quiero mucho, Miley —le había dicho—. Tú eres la chica con la que quiero casarme, así que puedes venir conmigo a mi casa esta noche...
Y lo había hecho. Miley había apretado los dientes en la oscuridad, había llorado ante tanta brusquedad, avergonzada y dolorida de la experiencia. Había querido agradarle, había querido demostrarle que no era la niñita que todavía seguía atada a los dictados paternos sino que era una mujer adulta, capaz de amar a un hombre y de ser amada.
Tal y como había prometido, Justin la había llamado por teléfono mientras la vida en Londres le había resultado extraña. Ella le había enviado largas y cariñosas cartas, pero antes de que se diera cuenta estaba embarazada de cuatro meses sin ni siquiera darse cuenta de que había concebido un hijo. Durante la última llamada por teléfono, ella le había suplicado que viniera a verla para poder darle la noticia cara a cara. Sin embargo, él se había quejado de lo mucho que costaba el viaje y no había vuelto a llamarla. Semanas después, cuando ella se subía por las paredes por su silencio, le habían devuelto la última carta con una nota del cartero en la que se la informaba de que aquel hombre ya no residía en aquella dirección. No había vuelto a ver a Justin hasta que por fin había logrado encontrarlo, meses después, en Londres.
Una brisa de aire fresco sacó a Miley de sus pensamientos. Entonces, se dio cuenta de que la puerta estaba abierta. Al salir, vio una enorme casa delante de ella.
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Chica/os: Espero que les aya gustado denuevo les publico en la mañana ayer la profesora de biologia nos dio una gigante tarea, es gigante y nos dieron mucho tiempo...yaya faltan unos pocos minutos antes de irme a clases, gracias por sus 4 comentarios, las quiero mucho <3 y porfavor rezen, u oren segun su creencia por Japon, ellos necesitan nuestros ruegos y que nos pongamos la mano al corazon y pidamos por su salud, por sus victimas, y por sus muertos, adememas de la radiacion que estan sufriendo...familias enteras murieron, creo que es tiempo de pedir, por sus corazones para que les den fuerza ha seguir adelante.
Que les valla muy bien en el cole y hagan sus tareas heee :D.
Las quiere
Varyy
holaaa!!! esta muy buena la novee :d je seguila pronto un beso grande... tkmmmmm ♥
ResponderEliminarme encanto♥
ResponderEliminary claro k estamos pidiendo
por japon u,u
espero el proximo...
amee laa Nove
ResponderEliminarjejeje!♥ es super Genialosa
bendiciones por japon
me encanta la novela
ResponderEliminarmuuy lindaa la novee
ResponderEliminaryo ya la lei completa
y esta supeer buenaa
genial!
ResponderEliminarotro, otro, otro!!
jaja en serio ¬¬
no puedo si no sigo leyendo la nove
jhejhe xP!
Muy Buena La nove
ResponderEliminarQe maldito eze tal Justin!!!
ResponderEliminarGrrrrrrrrrr :@
No lo mato xqe no ez real!!
Hahahhahahahah
Aiiishh Miley el amor noz ziega tanto
a mi me pazoo u.u ii me ezta pazando o.O
Vz iia me di cuenta!!!
Gran qoza eze tan Justin!!!
¬¬
Weno ire a ver el zigte qap!!
xD