sábado, 26 de marzo de 2011

"Ελληνικό Πάθος" Cap.16 HOT

Cuando fue a la habitación de su hijo, este estaba durmiendo. Estaba charlando con Sarah cuando el teléfono empezó a sonar. Era Ezio, para informarla de que la esperaba una visita. Un tal señor Justin Danby.
Miley palideció. ¿Justin? ¿Que Justin había ido a verla? ¿Cómo había sabido dónde se encontraba?
Efectivamente, Justin estaba en el salón. Alto y tostado, estaba más elegantemente vestido de lo que nunca lo había visto, aunque se había dejado crecer una perilla

—¡Vaya! ¡Si estás estupenda! —exclamó, estudiando la elegante tala y el jersey de cachemir que ella llevaba puestos—. ¿Y por qué no ibas a estarlo? Supongo que ahora tienes una buena serie de tarjetas de crédito...
—¿Cómo has descubierto dónde vivo? —la interrumpió Miley.
—Después de ver las fotos de tu boda, no tuve que contratar a un detective. Te has establecido muy bien, ¿verdad? —dijo Justin mirando a su alrededor—. Bueno, me alegro de que te haya ido tan bien.
—¿Qué estás haciendo aquí?
—Evidentemente, quiero ver a mi hijo —la informó Justin.
—¿Y por qué quieres hacer eso de repente?
—Un niño debería conocer a su padre.
—Tú me dijiste que lamentaría haber nacido si le decía a alguien que Timothy era hijo tuyo. Cuando más te necesitábamos, ¿dónde estabas? No quisiste ni...
—Aquel día la situación estaba un poco tensa.
—¿Tensa? Timothy y yo acabamos en la calle, sin tener un sitio en el que refugiarnos. ¡A ti no te importó nada! Si quieres ver al niño que tienes la caradura de llamar «tu hijo», ¿cuándo estás pensando pasarle dinero para su manutención? ¿Crees que puedes venir aquí y...?

En aquel momento, Miley sintió que un fuerte brazo la rodeaba. Aquel gesto la sorprendió, dado que no había escuchado que se abriera la puerta.
—Tranquila, cara —susurró Nick—. Yo me ocuparé de esto.
—Me temo que Miley y yo no nos separamos siendo muy buenos amigos —dijo Justin, con una sonrisa poco sincera, mientras le extendía la mano a Nick—. Me llamo Justin. Soy el padre de Timothy.
—Nick Lombardi.
Miley se quedó atónita de que Nick estrechara la mano a aquel hombre. Le pareció una traición, dado que ella ni siquiera podía soportar tener a Justin dentro de la casa. Solo le traía malos recuerdos.
—He visto a un abogado, para ver en qué posición me encuentro —se apresuró Justin a explicar—. Voy a pedir poder hacerle visitas a mi hijo e incluso voy a solicitar la custodia conjunta.
—Por supuesto. Tienes derecho a ello —dijo Nick, mientras Miley sentía que el alma se le caía a los pies.
—Pero Nick
—Sin embargo —prosiguió su esposo—, esas visitas tendrán que estar supervisadas.
—¿Supervisadas? ¿Por qué? —preguntó Justin.
—Porque maltrataste a Miley.
—¡Aquello fue un accidente! —protestó Justin.

—Mis abogados ya tienen una declaración de la mujer con la que tú vivías por aquel entonces —le dijo Nick, con una completa frialdad—. Está lista para testificar que vio que no sólo la atacaste sino que también la amenazaste con mayor violencia si mencionaba en el futuro que tú eras el padre.
Aquella vez, fue a su marido a quien Miley miró atónita.
—¿Que tienes una declaración de Liza? —preguntó Justin, incrédulo.
—Por supuesto, eso no impide que puedas solicitar que te dejen visitar a Timothy y todo lo que quieras, pero creo que es justo decirte que espero adoptar al niño y que haré todo lo que esté en mi mano para conseguir su custodia.
—¡Yo me alegro de que vayas a adoptar al niño! Yo solo había venido para tener una conversación amigable con vosotros —dijo Justin, furioso por la frustración que sentía en aquellos momentos.
—De acuerdo, pero todo lo que se organice con respecto al niño habrá de realizarse a través de la vía judicial —concluyó Nick.
—¡Ya he tenido bastante! —exclamó Justin, antes de salir corriendo por la puerta.
—Eres el padre de Timothy todavía, así que si quieres conocer a tu hijo yo no te lo impediré —dijo Nick, con un suave tono de voz.
—¡Olvídalo! —gritó Justin desde el vestíbulo—. ¡Por mí te puedes quedar con ese mocoso!
—¿Por qué le repetías constantemente que podía ver a Timothy?
—No permitiré que ese tipo utilice a tu hijo para amenazarte o como moneda de cambio en un intento de enriquecerse por nuestra nueva situación, pero tenía que asegurarme que no tenía ningún interés en el pequeño.
—¿Lo que dijiste sobre la novia de Justin por aquel entonces era un farol?
—No. Mis abogados tienen una declaración suya. Me pareció que era necesario tener pruebas de cómo te había tratado Justin para protegeros a Timothy y a ti.
—¿Ha roto Liza con él?
—Sí. Supongo que lo sorprendió tonteando con una de sus amigas y estuvo encantada de hablar a favor tuyo. Bueno, ahora tengo que marcharme... Ya voy algo retrasado. Y tú pareces agotada. Deberías tumbarte un rato, cara.
—Gracias por ocuparte de Justin—dijo Miley.
—Me hubiera gustado hacerlo con los puños —le aseguró Nick—, pero eso podría haberse vuelto contra mí a la hora de adoptar a Timothy. Y ese tipo no merece ese riesgo.

Después de que Nick se hubiera marchado, Miley se había sentado al lado de la cuna de su hijo. Nick se había deshecho fácilmente de Justin y le estaba muy agradecida por ello, pero no podía dejar de pensar que no había tenido tanto éxito a la hora de aplacar los temores que su esposa sentía por el futuro. Estaba casada con un hombre que creía firmemente que el sexo curaba todos los males. ¿Por qué? Después de todo, Miley le había permitido que le hiciera el amor. Una mujer furiosa no lo habría permitido.
¿Por qué no se había negado? Lo que había averiguado sobre Selena la había llenado de pánico, pero estaba enamorada de Nick. Lo quería tanto...
Decidió que, cuando Nick regresara a casa, volvería a abordar el tema de un modo más tranquilo y diplomático. De un modo u otro, le iba a hablar sobre Selena, tanto si quería como si no.
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Un año Juntas.-*



"Ελληνικό Πάθος" Cap.15 HOT

—No hay motivo para representar una tragedia, cara. Eso no cambiará nada.
—¿De qué estás hablando? —preguntó Miley, desconcertada.
—Llevas de un pésimo humor desde que te has enterado de que te voy a dejar sola durante la próxima semana, pero tendrás que acostumbrarte a la idea de que tendrás que arreglártelas sin mí cuando yo esté de viaje de negocios.
—¿De verdad?
—Sí. Al principio será un desafío para ti, porque todavía no tienes amigos, pero te aseguro que el año que viene por estas fechas ya no dependerás de mi compañía —le aseguró Nick, mientras se acercaba a ella y tomaba las manos de su esposa entre las suyas—. Aprenderás a dirigir tu propia vida mientras yo esté en el extranjero. Mi madre te ayudará. Ella conoce a muchas personas y tú puedes implicarte en obras benéficas a través de la fundación o en cualquier otra cosa que te interese.

—¿Es eso lo que habría hecho Selena? —le espetó ella secamente, antes de soltarse de él.
—Lo que ella hubiera hecho no creo que sea un asunto que nos concierna —replicó Nick, mirándola fijamente.
—¿Me vas a explicar por qué me tuve que enterar por una maldita revista que tu ex novia es la famosa modelo Selena Kent?
—No entiendo la importancia de la relevancia del perfil público de Selena.
—¡Y un cuerno! Sabías que yo no sabía nada. ¿No podrías por lo menos haberme hablado de ella?
—Sabía que te sentirías algo intimidada. Sabía que no podrías evitar realizar estúpidas comparaciones, así que no, por eso no tenía ninguna prisa en contarte los hechos —respondió Nick , con sinceridad
—Sí, habría sido una estupidez compararme con ella, ¿no te parece?
—¡Santo Cielo! ¡No es eso a lo que me refería! Solo quería decir que estarías mejor preparada para afrontar toda esa historia cuando hubiéramos llevado un tiempo casados.
—¡Qué bien me conoces! ¿Crees que eres capaz de predecir cómo voy a reaccionar a todo?
—Pues parece que, en ese detalle en particular, he sido bastante exacto.
—Sin embargo, el perfil público de una antigua prometida solo es la punta del iceberg, ¿verdad? Como cuando estabas planeando decirme el poco tiempo que había pasado entre tu ruptura con ella y el inicio de nuestra relación.
—Créeme, bella mía —dijo Nick.
—No pasaron siquiera dos semanas, ¿verdad? A juzgar por la fecha de aquella revista, no podían haber pasado más de dos semanas desde que rompiste con ella. Si no, ¿por qué me iba a haber advertido Ezio de que no eras tú mismo cuando te conocí?
—Dime: ¿tienes la costumbre de hablar sobre mí con mis empleados? —comentó Nick, furioso.
—Bueno, puedes estar seguro de que a partir de ahora, pienso convertirlo en costumbre. Me parece que tengo más posibilidades de conocer respuestas sinceras si les pregunto a otras personas en vez de a ti —replicó Miley—. Todavía me acuerdo de lo que me dijiste cuando me pediste que me casara contigo. Me dijiste que habías estado comprometido hasta muy poco tiempo antes, lo que en este caso parece indicar un periodo de menos de un mes.
—Déjalo. Voy a darme una ducha antes de que esta ridícula discusión se enzarce más.
Miley vio cómo se quitaba el resto de la ropa y se dirigía al cuarto de baño, vestido solo con su bóxer.
—Podría preguntarle a Ezio —lo amenazó ella, entre dientes, aunque sabía que, dado que estaban casados, aquello no era algo que debiera investigar a espaldas de Nick.
—Corté mi relación con Selena solo una hora antes de que cayeras delante de mi limusina.

Miley parpadeó. Le parecía imposible entender lo que él le acababa de decir, y, sin embargo, no estaba en ninguna lengua extranjera. La realidad que Nick acababa de revelarle con aquellas palabras era mucho peor de lo que se había imaginado.
En aquel momento. Nick se dio la vuelta y lanzó maldiciones en su lengua materna. Cuando tardó de acercarse a ella, Miley se alejó instintivamente.

—No veo que el tiempo exacto sea de una importancia vital en este caso.
De repente, Miley empezó a reír de un modo histérico y se sentó en la cama, por miedo a caerse. Una hora. Solo había pasado una hora desde que había dejado a Selena y la había conocido a ella. Cuarenta y ocho horas después, se había acostado con Miley. ¿Acaso esperaba que ella aceptara que aquel tiempo tan reducido no tenía nada de relevante?
—Es imposible que supieras lo que estabas haciendo...
Una hora. Sin embargo, no parecía el tipo de hombre que se dejara llevar por aventuras de una noche. Había hombres así, pero Nick no era uno de ellos. Nick tenía conciencia.
Lo peor de todo era que resultaría imposible hacerlo hablar de sus sentimientos. Preferiría la tortura sobre una parrilla antes de admitir que, después de romper con su novia, se había sentido trastornado y afectado.
—Yo siempre sé perfectamente lo que hago —afirmó Nick, como si aquello fuera una máxima por la que se hubiera dejado guiar toda su vida. Sin embargo, Miley no se sentía nada convencida.
—¿Qué fue lo que hiciste? —le preguntó, con voz temblorosa—. ¿Decidiste ir a darte una vuelta por ahí y casarte con la primera mujer que encontraras?
—Aunque no te lo creas, ese pensamiento me pasó por la cabeza —afirmó él, con toda sinceridad. En aquel momento, Miley dejó de respirar y se volvió para mirarlo, completamente horrorizada—. Te aseguro que enseguida lo aparté de mi mente. ¡Te aseguro que no soy ningún lunático!
—Pero ha sido exactamente lo que has hecho. Te casaste con la primera mujer que conociste... ¡Dios Santo! ¡Yo podría haber sido cualquier mujer!
—¡No seas ridícula! ¿Acaso crees que yo me hubiera casado con cualquiera? —replicó él, visiblemente molesto con aquella sugerencia.
—Tal vez habría sido capaz, de hacerlo si hubieras estado lo suficientemente enojado. Dime una cosa: ¿te dejó Selena?
—Per amor de Dio... ¡Podría volver a conseguirla ahora mismo si quisiera con solo chascar los dedos, pero eso no significa que quiera hacerlo!
—Me gustaría que me dijeras ahora por qué rompiste con ella—afirmó Miley tras un profundo silencio.
—Queríamos cosas diferentes.
—¿Qué clase de cosas diferentes?
—Creo que eso es asunto mío y de ella.
Miley palideció como si Nick la hubiera abofeteado. Entonces, se levantó y se dispuso a salir de la habitación. Sin embargo, Nick se lo impidió.
—Esto es una locura —dijo, tras inmovilizarla contra la puerta.
—¡Apártate de mi camino!
—No — replicó Nick, tomándola en vez de eso entre sus brazos—. No dejaré que Selena se convierta en un problema entre nosotros.
—Tú eres el que lo está consiguiendo —susurró ella, apunto de echarse a llorar.

Los largos dedos de Nick le acariciaron suavemente las mejillas. Se sentía rígida y se negaba a ceder terreno. Entonces, él bajó la cabeza y la sorprendió. Le separó los labios con los suyos y le acarició suavemente el interior de la boca con la lengua. Enojada, triste y confundida, ella le negó el placer por primera vez.
Miley temblaba entre sus brazos, pero levantó la mano para apartarlo de ella. El estado en que se encontraba la hacía ser demasiado vulnerable. Sin embargo, el deseo se iba abriendo
en cierta parte de ella. Poco a poco, empezó a devolverle los besos.
Nick la tomó entre sus brazos y la depositó sobre la cama. Tras tumbarse encima de ella, le fue levantando poco a poco la falda, para luego bajarle braguitas y medias. No dejó de besarla ni durante un momento. Sentía que el corazón de Miley latía a toda velocidad y que cada fibra de su ser estaba ardiendo.
Para cuando se deslizó entre los muslos de Miley, ella ya había perdido el control y estaba mucho más allá de lo que había llegado en otras ocasiones. Por fin, la excitación del clímax la lanzó a las alturas y luego la tiró mucho más abajo que de costumbre.
—Ahora puedes venir conmigo a disfrutar de esa ducha —susurró él, mientras se inclinaba sobre ella una vez más para besarla.
Sin embargo, Miley se sentía enferma por su propia debilidad y muy molesta por aquella manipulación, por lo que le jugó una mala pasada al dejarse rodar hacia un lado para no tener que besarlo
—¿Crees que así vamos a resolver algo? —le espetó, mientras se bajaba la falda.
—No hay nada que resolver, bella mía.

En aquel momento, la furia desapareció del estado de ánimo de Miley y se vio reemplazada por un profundo sentimiento de tristeza. Solo había pasado una hora entre el momento en que dejó a Selena y el momento en que se encontró con ella. Por supuesto que lo había hecho por despecho. ¿Cómo podría, dadas las circunstancias, tener su matrimonio una oportunidad para sobrevivir? Tarde o temprano, Nick se despertaría de aquel sueño y se sentiría atrapado por ella. Se arrepentiría de haber sido tan impulsivo. ¿Por qué iba a quedarse con él cuando en realidad no la amaba? ¿Por qué iba a conformarse con ella cuando podía tener a Selena Kent o a alguien similar como esposa? A rey muerto, rey puesto. Sin embargo, la vida no era tan sencilla. Tarde o temprano, Nick se arrepentiría de haberse casado con ella.
Mientras Nick cerraba de un portazo el cuarto de baño, Miley se sintió derrotada. ¿Por qué no quería hablar de Selena ? ¿Era por lealtad o porque seguía sintiendo algo por ella? Una relación que había durado dos años no se olvidaba tan fácilmente. Sin embargo, no pudo evitar pensar si estaría construyendo un castillo con un granito de arena. ¿Después de todo, qué había cambiado entre ellos?
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Un año juntas.-*

"Ελληνικό Πάθος" Cap-14 HOT

Había también ciertas cosas que habían cambiado en ella.
El menú de un restaurante ya no la aterrorizaba. Como cenaban casi todas las noches fuera, se había familiarizado con la terminología poco a poco. Además, había conseguido perforarse las orejas
Nadie era perfecto, así que sabía que tenía algunas faltas, aunque le costaba reconocerlas. Por eso, cuando se despertaba todas las mañanas en brazos de Nick, le parecía que había ganado la lotería. Todas sus inseguridades se habían evaporado. Ningún hombre la había tratado tan bien como él en toda su vida. Además, era un hombre muy activo sexualmente y la hacía sentirse como si fuera irresistible, por lo que no era de extrañar que Miley se sintiera profundamente feliz y más enamorada que nunca.
¿Qué le importaba que él no la amara? Ya habría tiempo para eso. A pesar de todo, se mostraba muy romántico con ella, siempre estaba atento para darle un regalo y parecía profundamente interesado por su vida pasada. Además, en aquellas tres semanas no habían tenido ni una sola discusión. En aquel apartado no incluía el momento en que la había sacado de la cama antes de que amaneciera para ir a pescar y luego le había dicho que debía acostumbrarse a estar sola, Cuando ella se había decidido a hacerlo, no le había gustado en absoluto.

—Tú te vienes conmigo —le había ordenado.
Mucho tiempo después, cuando Miley había estado más que aburrida de estar en aquel estúpido barco, le había preguntado por qué era tan importante que ella lo acompañara.
—Me gusta tenerte a mi lado.
Solo entonces se le había ocurrido que un hombre que se pasaba veinticuatro horas al día en su compañía y que todavía le parecía poco, le estaba dedicando un bonito cumplido.
Nick colgó el teléfono con un gesto de impaciencia.
—Me temo que los negocios se están entrometiendo incluso antes de que volvamos a casa mañana. Mi madre está en la casa de campo y espera conocerte enseguida, pero yo me voy a tener que ir directamente a Nueva York.
—Oh...
—Sé que no es lo ideal, pero no creo que podamos hacer esperar más a mi madre. ¿Crees que podrías ira visitarla tú sola?

Se sentó al borde de la cama e hizo que Miley se pusiera de pie y se colocara entre sus piernas. Mientras tanto, fue deshaciéndole el nudo del pareo que la joven llevaba puesto. Miley tembló al sentir una pequeña llama que ya se le había encendido en el vientre. Por muy a menudo que le hiciera el amor, nunca se cansaba de él...

—Me excito solo con mirarte —confesó NIck, al tiempo que dejaba que el pareo cayera al suelo y contemplaba apreciativamente los erguidos pechos.
—Yo también

Nick la acarició. Entonces le quitó el bikini y le tocó suavemente la húmeda y cálida bienvenida que ya lo esperaba. Tras tumbarla en la cama, se quitó la camiseta y los pantalones, revelando una poderosa y firme masculinidad. Nick le acarició delicadamente el cabello e hizo que ella se sentara en la cama y la animó a que lo tocara con la boca, un ejercicio del que Miley se había sorprendido mucho y que le había hecho subir su propio nivel de excitación hasta límites insospechados.
—Eres tan sensual... Desgraciadamente, tendré que alejarme de ti unos días, cara mía... Creo que me estás convirtiendo en un adicto al sexo.
Ciertamente, no pasó mucho tiempo antes de que Nick la volviera a tumbar en la cama y la penetrara rápidamente y sin ceremonia alguna, provocándole un placer tan profundo que le hizo lanzar un gemido de gozo.
Nick empezó a moverse dentro de ella, provocándole un intenso placer que la envió a un fuerte orgasmo mientras susurraba el nombre de Nick.

—El sexo contigo es... sensacional —susurró NIck, cuando descansaba el uno en brazos del otro.
—Me alegro...
—Ahora, duérmete. Tenemos que madrugar mucho mañana por la mañana.

Al día siguiente, durante el vuelo, Nick estuvo trabajando con su ordenador. Aburrida de las películas, fue a ver a su hijo, pero lo encontró durmiendo en brazos de la niñera. Tras contemplarlos durante unos minutos con una sonrisa en los labios, volvió a la cabina principal y trató de entretenerse con unas revistas.
Hojeó las páginas de moda y llegó a la conclusión de que, en aquellos momentos, podía permitirse cualquier cosa que quisiera por cortesía de su atractivo marido. Una de las páginas, presentaba a una hermosa morena que estaba presentado lo último en ropa de sport. Era Selena Kent, la modelo que se había hecho famosa anunciando coches de lujo en televisión. Siguió contemplando el resto de las fotografías sobre la morena modelo, pero al girar la página se encontró con un rostro mucho más familiar.
El multimillonario y magnate de los negocios, Nick Lombardi, acompañó a su prometida al festival de Cannes.
El pulso empezó a latirle con más fuerza. Miley leyó aquella línea una y otra vez y contempló la foto que presentaba a Nick y a Selena juntos. Estaba atónita, mucho más de lo que lo había estado en mucho tiempo.
¿Nick había estado comprometido con Selena Kent?
Selena... por supuesto.
Aquella mujer era morena y muy hermosa. Tenía una fantástica figura, que en la fotografía iba embutida en un vestido color cereza con una raja en el muslo, tan estrecho que solo había habido una mujer entre un millón que hubiera sido capaz de ponerse aquel atuendo. Unas piernas interminables completaban un físico espectacular.

Aquella revelación explotó como una bomba ante los ojos de Miley. Empezó a leer el artículo y, al girar otra de las páginas, vio a Selena sentada en un sofá que estaba en la casa que Nick tenía en Londres. Entonces, recordó cómo había posado para él la primera vez que su marido le compró ropa. Inmediatamente, se sintió humillada más allá de lo que hubiera creído posible.
Al comprobar la fecha de la revista, se dio cuenta de que no era tan antigua. Solo seis semanas antes, Nick había estado comprometido con otra mujer y había estado preparado una boda con ella para el verano. Como un sabueso, Miley comenzó a buscar más información. Sin embargo, cuando encontró el último capítulo de aquella historia, deseó no haberlo averiguado nunca.

La revista anunciaba la repentina ruptura de la pareja. El número solo había salido a la venta una semana después de que Miley conociera a Nick. También presentaba una pequeña y granulosa fotografía para ilustrar el tema de su boda con Nick. El artículo también especulaba sobre su identidad. Allí estaba Miley, en los escalones de la iglesia, con unos enormes y asustados ojos, aferrada a Nick con una clara falta de glamour. La melena rizaba volaba al viento, lo que le daba un aspecto horripilante. De hecho, parecía la novia de Frankenstein...
LLevas mucho rato muy callada, Miley—le dijo Nick cuando estuvieron en la limusina que fue a recogerlos al aeropuerto para llevarlos a la casa de la ciudad—. ¿Te encuentras bien?

—Sí —respondió ella, sin querer dar más detalles de lo que le ocurría.

De todos modos no podía, ya que Sarah y Timothy estaban con ellos en aquellos momentos.
Además, Miley no sabía lo que le diría a Nick cuando consiguiera estar con él a solas. Se sentía furiosa porque, sin previo aviso, lo que ella creía ser un matrimonio feliz se había roto en pedazos, aunque había sabido desde un principio que su relación no se apoyaba sobre cimientos muy sólidos.
Tras leer los hechos de su relación con Selena en las revistas, no le quedaba mucho que pensar. Nick se había acostado con ella a los pocos días de romper con una de las mujeres más bellas del mundo. Selena se asemejaba mucho más que a la sofisticación, al físico de Nick. De hecho, aquel era el tipo de mujer que uno hubiera elegido para Nick Lombardi. El sentido común le hacía creer que Nick se había casado con ella de rebote, y aquella afirmación no suponía muy buenas noticias. Tal vez Nick había estado confuso cuando se metió en la cama con ella aquella noche y, desde luego, no se había parado a pensar las consecuencias de sus actos cuando le pidió que se casara con ella. Entonces, recordó las enigmáticas palabras de Ezio cuando le había dicho que su jefe no era él mismo en aquellos instantes. Después de todo, Nick debía de haber estado con Selena durante bastante tiempo y romper con ella le había resultado con toda seguridad muy traumático. A eso se debía su mal humor de entonces, la necesidad de distraerse y su repentina atracción por una rubia incapaz de ocultar la profunda atracción que sentía por él. Miley llegó a la conclusión de que, en circunstancias normales, Nick ni se habría dado cuenta de que existía.

—Tengo que volver al aeropuerto dentro de un par de horas —anunció Nick, mientras entraban en la casa—. Voy a darme una ducha.
La niñera le impidió ir tras él, ya que quería concretar una semanas de vacaciones que quería tomarse. Miley accedió a que Sarah se marchara aquella misma tarde. Entonces, rápidamente, fue en busca de Nick.
Él estaba en el dormitorio, medio desnudo. Al contemplar aquel magnífico espectáculo, Miley sintió que se le secaba la boca, como siempre, pero decidió permanecer junto a la puerta. A pesar de que lo amaba más de lo que podría amar a otro hombre, estaba segura de que el propio Nick le debería haber dado la información que ella había leído en las revistas. El hecho de que no le hubiera contado nada le hacía temerse lo peor.
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                  Un Año Juntas.-*

Un año juntas:

Hoy en la mañana me desperté feliz, por tantas cosas, respiraba, y mi familia estaba bien, el cielo estaba azul como de costumbre pero, había algo mas por lo que estar orgullosa, cumplía un año como escritora del blog...no me lo puedo creer, como pasa el tiempo. Me siento orgullosa de decir que ustedes son las mejores lectoras de todo el mundo, que hacen los mejores comentarios y las que tienen el mas grande corazón, en este año, ustedes me dieron la posibilidad de conocerlas, de que supiera un poquito de ustedes, de su cultura, de sus vidas, he hecho grandes amigas, las mejores del mundo.

Podría escribirles por horas por que un año es muchísimo tiempo, muchas experiencias...pero quiero hacer un pequeño resumen con todo esto,, recuerdo el primer diseño del blog. Alguna se acuerda?, era rosa, con una banner de Miley con globos de la promoción del álbum breakout, era tan simple y en la primera novela mas de la mitad recuerdo que no tuve ningún comentario hasta que Maria, la chica que a pesar de que hace muchísimo tiempo que no la he visto conectar fue la que izo todo esto posible ya que ella me alentó a seguir, yo tenia pensado después de terminar la primera novela dejar de escribir y ella me dio toda la fuerza y el animo con su comentario, ese dia llore, por que las cosas que yo escribía había gente de verdad que leía tras una computadora. Luego hice una encuentra ohh y salió Hot y yo estaba tan preocupada sin saber que era lo que aria, pero es como decir "A differetn Marriage" me hizo conocida en la escritura de blog y cada vez tenia mas comentarios
 
Otros recuerdos que se vienen a mi mente fue cuando di mi msn tenia solo a dos personas, peor luego fueron 5, mas tarde 7 y ahora tengo 97 personas en msn...al principio me trataban como si fuera alguien muy famoso, me hacia gracias y a la ve me daba como vergüenza por que me decían OMG eres la escritora de las Nove Niley amo como escribes y era tan divertido, y siempre quise saber un poco más de cada una y bueno conocí a Alba,,, como adoro esa chica...la adoro, ella fue la primera en tener mi msn personal al igual que facebook y a pensar de los millones de kilómetros que nos separan,,,hemos hablado, si, conozco su voz y su acento, HE HABLADO CON UNA lectora pero lo más importante con UNA AMIGA que es lo que mas vale, también mi Geo, Yaz -ella es ruda, ella exige capitulos :D- y entre muchísimas mas, las mas antiguas que recuerdo son ellas, kazandra, Mariale -que son varias. entre otras...
 
Gracias por todo el tiempo, por sus sí 764 comentarios, mis 98 seguidores esto es especial, y hay que celebrarlo, es un año juntas... las amo, si comentan me gustaría que comentaran como ha sido su experiencia en el blog, que cosas divertidas se acuerdan, como descubrieron el blog, que les han causado las novelas, y tapadas esas cosas....Varyy

jueves, 24 de marzo de 2011

"Ελληνικό Πάθος" Cap.14 HOT

El rostro de Miley ardía de placer. Luchaba contra el rubor que le provocaba aquella postura, contra la curiosidad y el deseo. Poco a poco. Nick le fue levantando las caderas e hizo lo que había querido hacer. En el momento en que tocó la parte más sensible de su cuerpo, el cuerpo de Miley se echó a temblar. La idea de mantener el control resultaba inconcebible.
Nunca antes había imaginado aquellas sensaciones. Iba de oleada en oleada de placer. Sentía que el deseo iba creciendo en ella. Gemía, jadeaba y se movía bajo los labios de Nick. Cuando estuvo muy cerca de alcanzar el placer total, su esposo se le colocó entre los muslos y la penetró con delicadeza.
De repente, Miley alcanzó la cima del placer. Al sentir que su firme masculinidad se iba abriendo paso a través de ella, su mundo explotó en mil pedazos, pleno de sensaciones multicolores. El éxtasis que ardió dentro de ella la abrasó en una explosiva oleada de placer.

—¿Te ha gustado? —le preguntó Nick, mientras la besaba dulcemente minutos después para darles tiempo a sus cuerpos para que se recuperaran.
—Ha sido increíble...
—Espero que sí te lo puedas creer, bella mía, porque vamos a tener una luna de miel extraordinaria.

A la mañana siguiente, Miley descubrió que levantarse de la cama resultaba mucho más que un desafío. Se sorprendió mucho al descubrir la energía de la que parecía disponer y la agilidad con la que se levantó de la cama.
Sin embargo, la urgencia que sentía por tener a Timothy entre sus brazos pudo más que el cansancio. Como Nick le había prometido, sus maletas estaban ya en la mansión, por lo que se vistió rápidamente. No obstante, Nick la obligó a desayunar como si tuvieran todo el tiempo del mundo.
Cuando llegaron al aeropuerto, Timothy se puso como loco al ver a su madre. Sarah le confió que el pequeño había pasado una noche algo agitada y los ojos de la joven madre se llenaron de lágrimas. Para compensar a su pequeño, lo abrazó con fuerza. Solo fue consciente del escrutinio de su marido minutos más tarde.

—No me permitas que te vuelva a hacer eso.
—¿El qué?
—Timothy no ha podido dormir bien por no estar contigo y tú no has podido llegar aquí lo suficientemente rápido para ver a tu hijo. No sabía lo que esta ausencia suponía para ti. ¿Por qué no me dijiste nada?
—Solo era una noche. No quería estropear las cosas.
—Acabas de hacerlo. Sarah me ha dicho que el niño estuvo inconsolable durante toda la noche y que tuvo que llamar al médico para asegurarse de que no le pasaba nada más. Timothy no puede pasar sin ti mucho tiempo. Sin embargo —añadió, con una hermosa sonrisa—, yo tampoco podría haber pasado anoche sin ti, bella mia. Tal vez tengamos que encontrar algún modo de dividirte en dos partes
Dos dias después, mientras estaba tumbada sobre una plataforma sobre la laguna, Miley acariciaba suavemente la transparente agua entre los dedos.
Le parecía que las Maldivas eran un paraíso terrenal. Aquella laguna estaba rodeaba de una profusa vegetación y el cielo era de un intenso color azul, sin nubes. La arena de la playa era blanca y se mezclaba con el azul turquesa del mar. Su magnífica villa estaba en una pequeña isla para asegurar una intimidad total, aunque Nick la había informado de que había lugares más habitados a muy poca distancia.

—¿Qué es tan fascinante? —le preguntó Nick, mientras se agachaba a su lado.
—La laguna es como una piscina gigante. Me hace recordar cuando yo era una niña y mi tía me llevaba a la playa.
—¿Y no tus padres?
Ella se incorporó y miró a su marido. Solo habían pasado tres días de su luna de miel, pero el corazón seguía latiéndole con la misma intensidad cada vez que tenía a Nick cerca.
—Mi padre no podía alejarse nunca de la granja.
—Debes de echar mucho de menos a tus padres.
—Sí, pero espero que ya no será por mucho tiempo.
—No te entiendo.
—Cuando llevemos casados un par de meses, se lo diré a mis padres y entonces podremos ir a visitarlos, De ese modo, no harán preguntas incómodas sobre cuánto tiempo llevamos casados.
—Entonces, ¿tus padres están vivos?
—¿Y por qué no lo iban a estar?
—Había creído que habían muerto. Cuando nos conocimos, me dijiste que no conocías a nadie.
—¡Pero no te dije que estuvieran muertos!
—¡Ni siquiera hablaste de la posibilidad de invitara tus padres a la boda! ¿Cómo no iba a pensar que habían fallecido?
—Mis padres sufrieron mucho cuando me quedé embarazada. Me enviaron a vivir con una tía que tengo en Manchester. Se suponía que yo debía dar a mi hijo en adopción y luego regresar a mi casa, pero cuando nació, no pude hacerlo... Así que me quedé sola.
—¿Cuándo hablaste con tus padres por última vez?
—Una semana después de que Timothy naciera, pero les he escrito en varias ocasiones para decirles que estaba bien.
—¡Pero si eso era mentira!
Miley decidió no prestar atención a aquel comentario.
—Nunca les di ninguna dirección, porque no quería que sintieran que tenían que implicarse en mi vida. Yo ya había tomado mi decisión.
—Y fue la correcta —susurró Nick, tomándola tiernamente de la mano.
—Hasta hace poco, no me lo pareció. De hecho, creía ser la madre más inútil que había existido nunca.
—Tuviste muy mala suerte.

Miley miró los hermosos ojos de Nick. Casi sin que se diera cuenta, se encontró entre sus brazos y enseguida, él empezó a devorarle los labios con apasionado apetito. El corazón de ella empezó a latir a toda velocidad, sorprendida por aquella demostración de afecto
—Creo que deberíamos refrenar la pasión, querida. Podrías estar embarazada.
—No lo creo —respondió Miley.
Aquella mañana había tenido un fuerte dolor de cabeza, lo que normalmente iba asociado con la inminencia de su periodo.
—¿Por qué?
—Simplemente lo sé...
—Pero no lo supiste cuando Timothy, ¿verdad?
—Creo que no quería saberlo.
—Espero que ese no sea el caso con mi hijo...
—¿Cómo puedes pensar eso? Sin embargo, creo que sería mucho mejor para todos que no estuviera embarazada tan pronto... La gente empezará a levantar habladurías si tenemos un hijo con menos de nueve meses desde la fecha de la boda —comentó Miley. Al oír aquellas palabras, Nick hizo un gesto de completa indiferencia—. Tal vez a ti no te importe, pero yo no fui muy feliz cuando estaba embarazada de Timothy. Si tengo otro hijo, me gustaría que fuera diferente. Me gustaría sentirme orgullosa de estar embarazada y no sentir que el resto de las personas me juzgan a mis espaldas.
—Entiendo que quieras que sea diferente, pero lo que sea, será.

Miley no pudo evitar pensar si Nick quería realmente que ella hubiera concebido un hijo suyo. Estaba casi segura de que no era así, pero no pudo evitar pensar que tal vez se hubiera casado con ella por creerla en estado. Aquella misma tarde, le bajó el periodo. Estaba acostando a Timothy cuando le dijo a Nick que no iba a haber niño.
—Es demasiado pronto para ti, tesoro mío —dijo él, tras dedicarle una tierna sonrisa—. Deberíamos esperar hasta que Timothy sea un poco mayor.
—Sí.
A pesar de todo, Miley no pudo evitar sentirse algo decepcionada. Sentía que un hijo sería algo que Nick recibiría con mucho alborozo.
De todos modos, Miley sentía que el mundo en el que vivía no era real. Aunque se había esforzado mucho por esconder la inseguridad que sentía en ocasiones, no podía evitar sentir miedo de que todo aquello se le arrebatara. Si hubiera estado embarazada, tal vez se habría sentido más segura, aunque se avergonzó enseguida de aquellos pensamientos.
Miley observó a Nick mientras este saboreaba el pastel.

—Esta delicioso. ¿Cómo se llama?
—Es el pastel de manzana típico de Somerset.
—Eres una cocinera estupenda.
—Empecé a aprender cuando tenía cuatro años. La habilidad para preparar dulces es un motivo de orgullo en las comunidades rurales —le explicó Miley, sentada sobre la cama—, aunque si quieres que te diga la verdad, he de decirte que mi madre me estaba preparando para el hijo del vecino. Le parecía que Robert era maravilloso, pero yo no era de la misma opinión.
—¿Le gustabas tú?
—Bueno, creo que le gustaba todo lo que fuera de género femenino. Estaba saliendo con una de mis amigas cuando yo me marché de casa, pero los padres de Robert no aprobaban la relación porque ella era una chica de ciudad.
En aquel momento, el teléfono que tenían al lado de la cama empezó a sonar. Nick contestó inmediatamente. Lo escuchó atentamente mientras hablaba en griego y durante aquellos minutos lo miró llena de amor.

Llevaban casados exactamente veintiún días y ya no podía imaginarse la vida sin Nick. Ni siquiera podía entender cómo podía haber vivido veinte años en el planeta sin su compañía. Para ella, Nick era perfecto. Resultaba entretenido, listo, cariñoso... La mimaba hasta volverla loca. Siempre le estaba comprando montones de cosas que ni siquiera necesitaba. Además, la introducía a nuevas actividades, con lo que, de uno u otro modo, casi todos los días tenían algo de especial. Además, Timothy lo adoraba.
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Chica/os: Ya fin del maraton, espeor que les haya gustado las uqiro mucho mucho espero que les valla muy bien en la escuela y que sean unas niñas muy muy buenas con las mejores calificaciones, xdd las quiere

        Varyy
















"Ελληνικό Πάθος" Cap.13 HOT

—He pedido que nos envíen las maletas a la casa. Supongo que podrás pasar sin Timothy hasta mañana, cuando todos nos reuniremos en el aeropuerto.
Miley tragó saliva y asintió. No había sido una boda muy especial. Sin embargo, deseaba que aquel matrimonio funcionara, pero no le parecía que hubieran empezado con muy buen pie.
—¿Sigues enamorado de ella? —preguntó, antes de que pudiera tragarse las palabras.
—No.
Aquella respuesta la alivió y sintió que se relajaba la tensión que había experimentado hasta aquel instante. Evidentemente, había pasado algo muy importante como para que Nick rompiera aquel compromiso. No le parecía que Nick fuera un hombre que se dejara llevar por el ímpetu de un momento. Además, no era que tuviera que entristecerse por tener que compartir un amor que ya de entrada no tenía.
Unos minutos más tarde, llegaron a una enorme mansión, rodeada por un impresionante jardín.

—¿Es muy vieja? —preguntó Miley, admirando las ventanas y los torreones.
—La parte más antigua data del siglo XII, pero el edificio principal se realizó hace cuatro siglos, aunque, por supuesto, ha sido rehabilitado en muchas ocasiones desde entonces. Esta era la casa en la que residía la familia de mi madre. Ella se aloja aquí durante los meses más cálidos del año —le explicó, mientras la ayudaba a salir de la limusina.
Había una vieja inscripción sobre la puerta de entrada. Nick le explicó que eran palabras de bienvenida para los visitantes a la mansión. Entonces, tomó a su esposa en brazos y atravesó el umbral como manda la tradición. Miley notó que no se veía a nadie, ni siquiera a quien había abierto la puerta.
—Se ha requerido al personal que se comporten con reserva —la informó Nick.
Miley miró a su alrededor. Comprobó que un enorme fuego ardía en una imponente chimenea de piedra. La casa tenía un ambiente de paz y comodidad.

—Es una casa preciosa.
—¿No te parece un poco antigua y pasada de moda?
—No, es maravillosa. De hecho, parece una casa de verdad, ¿sabes? No es tan perfecta y tan moderna como tu casa de la ciudad.
—Debo confesar que siempre me ha encantado tal y como es. De niño, solía corretear por aquí con mis primos ingleses.
—¿Cómo eras de niño? —preguntó ella, sin poder evitar querer saber más sobre el hombre del que estaba enamorada.
—Estaba muy mimado. Es el típico síndrome del hijo único. Me daban todo lo que quería y mucho más cara mía... ¡Ah, se me olvidaba que los términos cariñosos están completamente prohibidos! —bromeó.
—No ahora que estamos casados —susurró ella, temblando al sentir que él le colocaba la mano en la cintura y la estrechaba contra su cuerpo.
—¿Y eso importa?

Miley asintió. Nick jugueteó de nuevo con los rizos de su cabello y vio cómo ella respondía a sus caricias y se arqueaba contra su cuerpo. Entonces, él inclinó la cabeza sobre su esposa y la besó con una pasión tan irresistible que ella sintió de la cabeza a los pies
Antes de que se diera cuenta, Nick la había tomado en brazos y la llevaba escaleras arriba. Con un golpe del hombro, abrió la puerta de una habitación.
—Te cerraré las cortinas si quieres...
Eran solo las primeras horas de la tarde. Miley se sonrojó y sacudió la cabeza. Entonces, admiró el enorme dormitorio, con una imponente cama con dosel. Sobre una mesa cercana, había un precioso centro de lirios y en la chimenea ardía un fuego.
Nick la dejó sobre el suelo y empezó a quitarle las joyas una a una.
Nick le mostró un impresionante cuarto de baño de estilo Victoriano, que tenía su propia chimenea, Nick se quitó la corbata y se desabrochó el cuello de la camisa. Entonces, volvieron juntos al dormitorio. Allí, Nick dejó la chaqueta sobre una silla.
De repente, Miley se sintió muy tímida, como si nunca antes hubiera experimentado el amor con él.

—Me alegro de que no te cambiaras de traje, bella mía. Me he pasado todo el día fantaseando sobre este corpiño...
—¿De verdad? —preguntó ella.

Al oír aquellas palabras, había sentido como si su cuerpo volviera a la vida, como si los pezones se le irguieran bajo el corpiño ansiando las caricias que le prometía la noche.
—Me encanta cómo me miras... Lo haces como si, para ti, no hubiera otro hombre en el mundo.
Y así era, pero no se trataba de un sentimiento al que Miley quisiera darle publicidad, sobre todo, cuando el objeto de tanta adoración era un hombre que le había dicho que «podría llegar a sentir cariño por ella». Sin embargo, deseaba que la amara, de verdad, como había amado a su ex novia....
—Eres toda calidez, promesa y deseo... Y me enciendes cada vez que te miro...
—Oh.
Miley suspiró al sentir que Nick le besaba dulcemente un hombro. Sabía exactamente cómo tocarla...
—Tu vestido encaja perfectamente con la decoración de esa habitación. Yo debería llevar una de esas casacas de estilo Tudor y un sombrero de plumas —bromeó Nick.
—Seguro que los novios de aquel entonces eran unos cerdos.
—No necesariamente. Hay cartas de amor y diarios en la biblioteca que hay abajo que cuentan una historia muy diferente —explicó Nick, mientras iba soltándole poco a poco los lazos del corpiño.
Cuando terminó de retirárselo por completo, descubrió que Miley no llevaba sujetador.
—Es que se me veía a través de la seda del vestido, por la espalda. Por eso me lo quité...
—No te disculpes por algo que me gusta, cara...

Poco a poco, fue bajándole el vestido hasta que este se le quedó sobre las caderas. Los pechos quedaron al descubierto y Miley contuvo el aliento cuando Nick se los acarició con dedos expertos, atrapando los henchidos pezones entre los dedos...
Aquellas caricias la encendieron por dentro. Las piernas le empezaron a temblar y se vio consumida en su totalidad por el poder del modo en que reaccionaba su cuerpo ante las caricias de su esposo. Entonces, Nick la tomó entre sus brazos y la tumbó sobre la cama
—El modo en que respondes a mis caricias es el mayor estímulo erótico que he sentido nunca.
Aquella afirmación pareció dar ánimos a Miley, y al mismo tiempo, socavar su resistencia. La debilidad se apoderó de ella al sentir que Nick le quitaba los zapatos y empezaba a bajarle el vestido muy lentamente.

—Dio mio... —susurró, al ver las delicadas braguitas y las medias hasta el muslo que Miley llevaba puestas—. Te doy una de las notas más altas por sorprenderme.
—¿Qué tengo que hacer para que me des un diez?
—Solo debes seguir tumbada. Durante las dos próximas semanas tengo la intención de enseñarte todo lo que quiero que sepas, bella mía.
Miley observó mientras Nick se quitaba la camisa y los pantalones. Era tan hermoso que lo miró, extasiada, sin poder apartar los ojos de él. Habían pasado cuatro días desde que la primera vez que hicieron el amor y, sin embargo, a Miley le parecían meses.

—¿Eres una chica tradicional?
—Sí.
—Entonces, ¿qué era viejo?
—Las joyas que tú me prestaste.
—No es un préstamo. Ese juego es solo una pequeña parte de todo lo que te corresponde —la informó Nick, mientras jugueteaba con la goma de una de las medias—. Yo soy la cabeza de mi familia y tú eres mi esposa.
Entonces, la besó. Sin embargo, fue diferente de la última vez de un modo que Miley no pudo identificar. A los pocos segundos, ya había perdido la capacidad de raciocinio. Una agradable sensación estaba empezando a calentarla en los lugares más íntimos. Sin poder evitarlo, hundió los dedos en el espeso cabello de Nick y se alzó para estar más cerca de él. Le resultaba imposible contener la urgencia de su deseo.

—Tenemos toda la noche —susurró Nick, volviendo a colocarle las manos sobre la cama—. Quiero que esto dure...
—No quiero suplicar —musitó ella, recordando cómo se había comportado la última vez.
—Esta vez no será así...
Volvió a besarla, tan dulcemente, pero de un modo tan intenso a la vez que Miley sintió el despertar de su deseo. Nick la excitaba de un modo increíble...
Él se tumbó sobre ella y empezó a lamerle delicadamente los pezones, haciéndola gemir de placer. Siguió bajando, muy lentamente y empezó a bajarle las braguitas de un modo tan sutil que Miley casi ni se dio cuenta.
—Relájate...
Ella no podía comprender aquella orden, cuando le estaba haciendo cosas con las que le era imposible relajarse. Cerró los ojos y se concentró solamente en el húmedo curso que los labios de Nick iban dejando sobre su piel. Iba bajando cada vez más, haciendo que Miley se arqueara contra su boca.
—Estate quieta....
---Qué es lo que vas a hacer?
—¿Qué es lo que te parece?
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Chica/os: Espero que les guste este otro capitulo uno mas y ya estaria la mataron :B es por los dias que no subi capitulo, lo siento ya explique mucho que hacer D: bueno denuevo agradesco los 98 seguidores...Las quieroo

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"Ελληνικό Πάθος" Cap.12 HOT

Miley sintió un escalofrío por la espalda. Entonces, mientras estaba contra la pared, salieron dos mujeres del salón, inmersas en una animada conversación.

—Bueno, lo único que puedo decir es que si esa niña fue capaz de robarle el novio a Selena, hay esperanza para todas nosotras
—¿Has oído el acento que tiene? ¡Casi me morí de la risa cuando la oí hablar! Habla como una paleta...
—A mí me pareció que Nick hacía gestos de lo avergonzado que se sentía. Él es tan refinado. Además, resulta evidente que ella no debe de tener ningún pariente presentable porque yo conozco a todas las personas que han acudido a esta boda.
—Pobre Selena... Imagínate la agonía de ser tan hermosa y verse reemplazada por una criatura con ese pelo castaño, como una muñeca de trapo. ¿Qué te ha parecido el vestido?
—Si estás tan delgada, deberías ocultarlo un poco, no presumir de ello.
—Tenía pinta de ser muy barato. Seguro que lo ha comprado en un saldo. Se veía de lejos que Nick no lo había pagado.

Con la espalda pegada a la pared, Miley esperó hasta que las mujeres hubieron desaparecido. Entonces, comenzó a andar sin rumbo. Solo quería esconderse. Nick estaba recibiendo mensajes de amor en el teléfono móvil, todo el mundo se estaba riendo de ella... De repente, el vestido se le enganchó en el tacón del zapato y, al inclinarse para soltarlo, se dio cuenta de que estaba en el bar del hotel y de que todos los presentes no dejaban de observarla. Al ver que el tocador estaba en la dirección opuesta, se dirigió hacia él tan rápido como pudo.

—Te digo que es verdad... —exclamó a voz en grito un hombre con acento muy refinado—. Te apuesto lo que quieras a que tengo razón. La esposa de Nick está embarazada. Ha estado tonteando con ella a espaldas de Selena y entonces... ¡sorpresa! ¡La vida perfecta de Nick se convirtió en humo!
—Si es eso lo que cree, ¿por qué ha venido a nuestra boda? Se supone que los invitados deben desearle lo mejor a los recién casados —le espetó Miley, sin poder evitarlo—. ¡Las personas como usted son demasiado desagradables como para desearles nada bueno a nadie!
El hombre se dio la vuelta. Al ver a la novia, se sonrojó.
—¡Oh...! ¡Lo siento!
Miley lo recordaba vagamente de la larga procesión de invitados a los que se había visto obligada a saludar. Entonces, sin decir nada más, se dirigió al tocador. Se preguntó si podría emparedarse en uno de los cubículos y quedarse allí para siempre sin que nadie la descubriera. Estudió cuidadosamente su cabello de «muñeca de trapo» y su vestido «barato», que a ella le había parecido precioso. Entonces, no pudo contener las lágrimas durante más tiempo. Desde su punto de vista, el vestido había costado bastante dinero, pero aquella cantidad probablemente no era nada para aquellas personas tan ricas.

Sin embargo, lo que más la preocupaba eran los mensajes que había visto en el móvil de Nick. Una mujer llamada Selena. Recordó el nombre. Sly, la dueña de la peluquería, se lo había mencionado también. Evidentemente, aquella mujer era la que había sido prometida de NIck antes de que Miley lo conociera. Nick la había dejado, pero nadie parecía saber a ciencia cierta por qué.
Sabía que el suyo no era un matrimonio normal, que Nick se había casado con ella, pero que no la amaba. Iba siendo hora de que se acostumbrara a aquella realidad. ¿Cómo podía ella exigirle a su esposo lo mismo que otras mujeres? Se secó la cara, se retocó el maquillaje y decidió volver a la recepción.
Mientras atravesaba el bar, el hombre que había hablado sobre ella anteriormente se acercó a ella.

—Váyase.
—No creo que ni siquiera sepa quién soy. Me llamo lucas y soy de la rama inglesa del clan de los Lombardi.
—No sabía que había una rama inglesa.
—La madre de Nick, Alice, es inglesa. Es la hermana de mi madre —afirmó lucas, sorprendido de que Miley supiera tan poco.
Miley se apartó de él. Se sentía incapaz de regresar a la recepción hasta que hubiera conseguido serenarse un poco más, por lo que se sentó un rato en uno de los sofás que había en el vestíbulo. Se arrepintió al ver que disfrutaba de nuevo de la poco deseada compañía de lucas, que se sentó a su lado y la tomó de la mano.
—Mira, quiero disculparme contigo. Lo que he dicho ha sido una tontería y lo siento. Preferiría que me cortaran el brazo derecho que hacerte daño.
—Ya es demasiado tarde, así que adelante.
En aquel momento, Nick apareció ante ellos. Su repentina presencia sobresaltó a Miley. lucas apartó rápidamente la mano de la de ella. Los hermosos rasgos del rostro de Nick parecían de acero.
—¿Dónde has estado todo este tiempo? ¿Sentada aquí y flirteando con mi primo?
lucas se puso de pie inmediatamente al oír aquella acusación.
—Estaba intentando disculparme ante Miley.
—¿Por qué te estabas disculpando?
—¡Dejadlo, por favor! —exclamó Miley, tratando de reclamar un poco de dignidad—. Todavía no he llamado a Timothy.

Lucas había empezado a hablar con Nick en griego. Era como si Miley no estuviera presente, por lo que decidió marcharse en busca de un teléfono público.
Marcó el número, pero le dijeron que Timothy estaba echándose una siesta. Sarah le preguntó si quería que lo despertara, pero Miley le dijo que era mejor que lo dejara dormir. Tras colgar el teléfono, decidió que en el día de su boda se le negaba hasta el poder hablar con su hijo. Nunca se había sentido tan sola en toda su vida. Sintió que los ojos se le llenaban de lágrimas.

—Miley... lucas me ha contado lo que ha ocurrido.
Era Nick . Le había colocado una mano sobre el hombro. Antes de darse la vuelta, trató de recuperarla compostura.
—No importa.
—Claro que importa
—Justo antes —dijo Miley, dándose la vuelta en aquel momento—, oí a un par de invitadas hablando sobre lo barato que era mi vestido, sobre mi ridículo acento y sobre mi cabello de muñeca de trapo...
—¿Quién diablos...?
—No importa. ¡Todos son iguales! ¡Son horribles! ¿Sabes una cosa? Si hubiera invitado a mis amigos, tal vez habrían bebido más de la cuenta y se habrían reído más alto de lo aconsejable, pero te aseguro que no se habrían dedicado a despellejarte. De donde yo vengo, las bodas son momento de alegría. Además, no sé cómo deshacerme de ese estúpido mensaje —añadió, devolviéndole el teléfono—, pero o estás burlándote de mí o estás siendo demasiado refinado como para decirle a esa mujer dónde debe meterse.
Nick se puso muy serio mientras estudiaba la pantalla del teléfono. Con un dedo, apretó un botón y la pantalla quedó vacía.
—No deberías haber accedido a mis mensajes —le dijo Nick, con gran frialdad.
Miley no podía dar crédito a lo que estaba escuchando.
—Bueno, pues resulta que tu sencillo teléfono no lo era tanto y no pude deshacerse de ese maldito mensaje. Además, creo que estás tratando de evitar hablar del tema. ¡No soy tan estúpida como para no darme cuenta!
—Si levantas la voz una vez más, voy a meterte en la limusina como si fueras un saco de carbón —murmuró él, con la voz llena de amenazas.
Miley contuvo el aliento. Se sentía a punto de explotar por la furia que ardía dentro de ella.
—Ahora, sube a la habitación y cámbiate para que podamos despedirnos de nuestros invitados —añadió él.
—¿Con qué quieres que me cambie?
—En el traje que has traído para irnos de viaje...
—No he traído nada. Tú me dijiste que no nos íbamos a marchar hasta mañana. Eso ha sido la única cosa que sí me has dicho. Y con esto me refiero a que no mencionaste a los doscientos invitados, a la prensa ni el banquete de bodas.
—No me puedo creer que no hayas traído nada para cambiarte, pero supongo que querrás lanzar el ramo.
—Debes de estar de broma. ¿Quieres que desperdicie mis bonitas flores en esa gente?
Quince minutos más tarde estaban en el interior de la limusina, en un completo silencio. De hecho, la incomunicación siguió entre ellos durante largo tiempo, hasta que resultó imposible de soportar.
—Tu cabello es muy hermoso —dijo Nick, por fin—. Si has oído que alguien lo comparaba con el cabello de una muñeca de trapo, es envidia pura. Y tu vestido es maravilloso. Si fue barato, creo que hiciste la compra del siglo. Y a mí me parece que tu acento resulta muy mono. Tú no serías la misma sin él. Lucas estaba borracho, pero siente mucho lo que dijo —añadió—. Sin embargo, tienes que admitir que no podía esperar que la novia se presentara en el bar. No me gusta lo que dijo y estoy furioso con él por haberte hecho daño, pero francamente, no me importa lo que diga la gente...

—¿Como Rhett Butler?
—Él se marchó. Yo no pienso hacerlo... no en mi noche de bodas —ronroneó Nick—. En cuanto al mensaje que viste, era uno antiguo. No sabía que lo seguía teniendo en la memoria. Ahora ya está borrado.
—La gente cree que me has dejado embarazada y que por eso rompiste con tu prometida. No me gusta cargar con las culpas de nadie.
—Es ese sentido, no hay nada de lo que preocuparse.
—¿Era ella muy especial?
—Hubo un tiempo en el que así lo creí —respondió Nick, tras una larga pausa—. Entonces, comprendí que me había equivocado.
—Me gustaría saber lo que ocurrió entre vosotros —admitió Miley
—Eso es algo de lo que no quiero hablar. Ocurrió antes de que te conociera y no tiene nada que ver contigo.
—¿Adónde vamos? —preguntó. Se había dado cuenta de que Selena era un tema del que no se podía hablar.
—Vamos a pasar la noche en mi casa de campo y mañana nos marcharemos a las Maldivas.

Miley nunca había oído hablar de aquellas islas y se sintió avergonzada de su propia ignorancia. Recordó que nunca se había tomado sus estudios muy en serio y que, durante sus años en el colegio, había perdido el tiempo. Seguramente, Nick tendría un título universitario. Decidió que cada vez que abría la boca encontraba más motivos para avergonzarse.
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Chica/os: siento no subir antes todos estos dias me he quedado en la biblioteca haciendo trabajos y llego tardisimo a casa, luego millones de tareas y todo eso D: les subire una maraton de 2 capitulos mas antes de irme a domir y gracias por los 98 seguidores! OMJ! de verdad graciias

                 Varyy